A finales del siglo XVIII, cuando dos miembros de la Real Academia Española, el bibliotecario don Hermógenes Molina y el almirante don Pedro Zárate, recibieron de sus compañeros el encargo de viajar a París para conseguir de forma casi clandestina los 28 volúmenes de la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot, que estaba prohibida en España, nadie podía sospechar que los dos académicos iban a enfrentarse a una peligrosa sucesión de intrigas, a un viaje de incertidumbres y sobresaltos que los llevaría, por caminos infestados de bandoleros e incómodas ventas y posadas, desde el Madrid ilustrado de Carlos III al París de los cafés, los salones, las tertulias filosóficas, la vida libertina y las agitaciones políticas en vísperas de la Revolución francesa.
Así, basada en hechos y personajes reales, documentada con extremo rigor, conmovedora y fascinante en cada página, Hombres buenos narra la heroica aventura de quienes, orientados por las luces de la Razón, quisieron cambiar el mundo con libros, cuando el futuro arrinconaba las viejas ideas y el ansia de libertad hacía tambalearse tronos y mundos establecidos.
Acerca de
Hombres buenos, hay que destacar en primer lugar que la idea del argumento es muy interesante: dos académicos que se embarcan en un viaje lleno de incertidumbres hacia Francia para adquirir unos libros que están prohibidos en ambos países y que en la actualidad todavía se encuentran en la RAE. Los hechos históricos que dejaron documentados los personajes de la novela son geniales ya de por sí, por lo que su versión novelada logra estar a la altura.
Además, a lo largo de la novela,
Arturo Pérez-Reverte realiza algunos incisos en los que relata cómo fue su proceso de documentación para construir esta novela, narrándonos su búsqueda de información mediante curiosos documentos y conversaciones con expertos en libros o en esgrima, además de su estudio detallado de mapas de la época para ambientar la acción.
De este modo, el resultado es un libro bastante bueno y bastante bien hilvanado a la hora de respetar los acontecimientos históricos. A su vez, los personajes están sólidamente construidos y las conversaciones entre ellos, sobre todo entre los dos académicos que viajan a París, son brillantes y consiguen plasmar de manera fidedigna lo que significó el siglo de las luces. Igual la trama puede flojear un poco en uno o dos puntos del final, pero en líneas generales, dicha trama es muy buena.
En definitiva,
Hombres buenos nos relata la heroica aventura de quienes se atrevieron a cambiar el mundo con libros.
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