José Miaja fue un general de sólida trayectoria militar que participó en la guerra de África y al estallar nuestra contienda decidió permanecer fiel al gobierno legítimo. Fue nombrado presidente de la Junta de Defensa de Madrid cuando el gobierno huyó a Valencia para alejarse del frente, abandonando a su suerte a la población madrileña. El general Miaja logró contener, gracias a las milicias populares y a las Brigadas Internacionales, a las tropas franquistas que bien pudieron entrar en el otoño del 36 en Madrid.
El general Miaja solía desplazarse hasta el frente, en la sierra madrileña, para levantar la moral de las tropas republicanas. Asimismo recorría las calles de Madrid saludando a los ciudadanos y animándoles a la resistencia. Era un personaje que caía bien a la población por su cercanía y constante preocupación por todos los habitantes de la capital. Pese a eso, a Juan José Laborda, el general Miaja y el libro que se presenta, no le atraen “como historiador, sí como amigo del encargado de la edición, el profesor Ignacio Fernández de la Mata, amigo e historiador profundamente objetivo”.
El presentador y coordinador de la Cátedra Memoria Histórica del Siglo XX, Julián Vadillo, manifestó que “el general Miaja es un personaje que había que recuperar y lo que cuenta el libro es un capítulo de nuestra historia que se agiganta según pasa el tiempo”. Es pues un libro imprescindible para entender la primera parte de nuestra dramática contienda aunque la biografía del general Miaja sea parcial e inacabada, ya que Ontañón escribió el libro en 1937 y lo publicó al año siguiente siendo requisada casi toda la tirada en Barcelona cuando entraron las tropas franquistas.
Juan José Laborda, además de historiador y Consejero de Estado, fue Presidente del Senado entre 1989 y 1996. Se muestra muy crítico con el periodo histórico de la república y la guerra civil y con la ingente cantidad de obras sobre ese periodo. “Los de la generación del 78 lo hicimos mejor que la generación del 31. Puede ser soberbia pero creo que objetiva y subjetivamente acertamos allí donde la generación del 31 falló en todo”, afirma con rotundidad.
“Sobre la Guerra Civil existe cierta reluctancia en los trabajos”, señala. Por eso, él prefiere como periodo de estudio los siglos XVII y XVIII. “Muchos más interesante que el periodo que vivieron mi padre y mi abuelo”, apostilla. En su opinión los libros sobre la guerra civil son “rutinarios, tacaños y con pocas pretensiones espirituales”, recalca y, como se pregunta su amigo Andrés de Blas, “¿cómo se pudo llegar al conflicto bélico en 1936?”
Pese a sus objeciones, “
Cuartel general” es un libro imprescindible para conocer ese tiempo de nuestra historia. Un tiempo en el que el general Miaja fue una persona fundamental y que se comportó con una valentía que muchos otros no tuvieron.
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