Es la historia del rey y su ambición, sí, pero también la de este “médico de almas” y la del gran amor de su vida, una princesa venida de tierras frías y lejanas, los remotos fiordos de Noruega. La historia retrocede entonces veinte años, cuando Beltrán lleva una vida plácida en la corte de Toledo, apreciado por su desempeño como médico y sanador de almas, y goza de la confianza del rey y de su esposa, la maquiavélica Violante. Alfonso X, quien por su sabiduría y vocación cristiana aspira al título de emperador de oriente y occidente, busca alianzas en toda Europa que avalen su candidatura (en contra de la del otro aspirante, Ricardo de Cornualles) y para ello concierta la boda de la hija del rey Hakón de Noruega con uno de los infantes castellanos.
Así, un sorprendido Beltrán, elegido para acompañar a la delegación que debe ir a buscar a la princesa Cristina -y más en particular para cuidar del ánimo de la joven y convertirse en su consejero-, se embarca hacia los brumosos fiordos, cambiando el adusto paisaje castellano por las gélidas nieves del norte.
La cúpula del mundo es una brillante novela histórica, escrita por el novelista Jesús Maeso de la Torre y editada por Grijalbo. Se centra en una intriga de amor y de aventuras que se desarrolla en torno a Cristina de Noruega, una mujer hermosa, culta y nostálgica, que no ha sido demasiado tratada en la ficción histórica, por lo que dicho personaje dota de una gran originalidad a la obra, al ser una figura histórica de segunda fila cuya vida no conocíamos con anterioridad.
Como trasfondo de la trágica, y ficticia, historia de amor entre la princesa y el médico, nos encontramos con las aspiraciones de Alfonso X por coronarse emperador. Las turbias intrigas que rodearon dicha ambición nos ofrecen un contrapunto riguroso e igualmente interesante en todo lo relacionado con su política, de la que únicamente conocemos su gran labor cultural en cuanto al desarrollo del castellano como lengua oficial y su trabajo en la Escuela de Traductores de Toledo.
La novela tiene mucho de obra fronteriza, de cruce de culturas que el autor sabe describir perfectamente, captando el modo de vida de aquellos años. Traza unas descripciones ricas en detalles. La trama, siempre manejada a la perfección, no deja de sorprendernos según se va desenvolviendo y son los diálogos los que llevan el peso del desarrollo de la novela: largos, ricos en detalles, nos hacen que asistamos a intimidades, deseos y pasiones de los protagonistas.
Finalmente hay que destacar la maravillosa ambientación histórica de la obra y del gran trabajo de documentación del autor, auténtico especialista en estos menesteres, quien nos transporta a la turbulenta Europa del S-XIII: de las cárceles moras de la Alhambra al misterioso paisaje helado de Noruega, pasando por Inglaterra, Francia y, por supuesto, la corte castellana en un momento de esplendor.
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