«Me gusta leer apasionadamente, y que mi lectura no quede capturada por una pedagogía, por unas reglas, por unas normas morales, políticas, jurídicas o religiosas. Me gusta leer infielmente, pasar del texto al cuaderno, de la ortodoxia a la heterodoxia, de la repetición a la interpretación, del significado al sentido. Para mí, leer es un oficio y un ritual.»
El filósofo
Joan-Carles Mèlich reúne en este libro un total de 262 «fragmentos filosóficos» procedentes de sus cuadernos de notas. Se trata de una reflexión sobre la lectura, la escritura, la distinción entre moral y ética, el sentido, Dios, el infierno, la compasión, la intimidad, la finitud, el deseo, el perdón, las víctimas, la muerte..., en un género que rehúye las categorías y opta por las escenas, las imágenes, las metáforas. Mèlich nos ofrece, en definitiva, «un pensamiento fragmentario, abierto, no sistemático, contrario a la lógica metafísica».
Joan-Carles Mèlich (Barcelona, 1961) es doctor en filosofía y letras por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también ejerce de profesor titular de filosofía de la educación. Entre sus libros, destacan Filosofía de la finitud (Herder), La lección de Auschwitz (Herder), Ética de la compasión (Herder) y Lógica de la crueldad (Herder). En Fragmenta ha sido uno de los editores del libro Empalabrar el mundo. El pensamiento antropológico de Lluís Duch y ha publicado La lectura como plegaria. Desde hace quince años se ha dedicado a elaborar una «filosofía antropológica de la finitud» en sus diversas expresiones: el cuerpo, el símbolo, el placer, la alteridad, la memoria, el deseo, la contingencia, el silencio y la muerte. Un lugar especialmente importante en esta filosofía lo ocupa la ética, entendida como una relación en la que la apelación del otro rompe el orden moral, los proyectos y las expectativas del yo.
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