“Esta es la historia de una huida, un engaño y una traición en el París ocupado por los nazis”. Así resume
Amelia Noguera su novela La pintora de estrellas, publicada por Suma de Letras en papel tras haber sido autoeditada en Amazon y con la que alcanzó el número uno entre los libros más vendidos de su categoría a través de esta plataforma digital.
La pintora de estrellas cuenta la historia de Violeta y de su abuelo, Diego. Dos historias, en realidad, unidas por los lazos familiares, la vida que han compartido –fue el abuelo quien crio a la nieta tras la muerte de su madre– y el amor que sienten el uno por el otro, pero separadas por un pasado que Diego se ha negado a contar –aquel que vivió en París al lado de su único amor, Elisa– y una relación que ha ido absorbiendo y aislando a Violeta, maltratada por su pareja, Álvaro. Dos historias que se desarrollan en paralelo a través de las más de 500 páginas de esta obra y que terminan por converger en un cuadro –el de una hermosa mujer sentada con una guitarra–, en un momento –el del ocaso de la vida de Diego y el de la espera del primer hijo de Violeta, sola tras la ruptura de su tormentosa relación– y en un lugar –el hermoso palacete azul de Villaviciosa, Asturias, donde Diego pasó su infancia y al que ambos habrán de ir tras organizar un improvisado viaje desde Madrid, ella para descubrirlo, él para regresar–.
Será la pintura el hilo conductor de este relato, y no solo por los cuadros que pinta Elisa, una las protagonistas de la historia y quien da título al libro, que ocupan parte importante de la narración, sino también por los cuadros que los nazis expoliaron durante la Segunda Guerra Mundial de los museos de París y de otras grandes ciudades de la Europa ocupada. Sobre pintura, historia del arte y técnicas pictóricas demuestra Noguera un amplio conocimiento, experiencia e inclinación natural, lo que favorece “una determinada escritura y una forma diferente de ver lo que me rodea y de plasmarlo en lo que escribo con una especial plasticidad”,
según sus propias declaraciones.
Poniendo el énfasis en la creación de personajes, a los que la autora dota de gran fuerza y credibilidad –“son estos mi principal fuente de inspiración”, ha dicho–,
Amelia Noguera construye una novela lírica y envolvente que, con continuos saltos en el tiempo, habla de la nostalgia, de la esperanza, del dolor, del amor, del exilio y de la memoria en dos épocas distintas, demostrando que las pasiones humanas sobreviven indemnes a los años, como las pinceladas plasmadas en un lienzo.
Con cinco novelas en su haber, todas ellas autoeditadas, esta escritora madrileña –que estudió ingeniería informática y trabajó como programadora y analista hasta que un buen día decidió dar un giro a su vida, estudió Humanidades y se dedicó a su auténtica pasión, la escritura– se ha convertido en un insólito fenómeno editorial y, además de
La pintora de estrellas, la editorial Suma de Letras ya prepara la publicación de dos novelas más, anteriormente publicó en Roca Editorial
La marca de la Luna.
“¿Por qué escribo?”, se pregunta
Amelia Noguera en su blog: “Escribo porque inventarme otros mundos me obliga a pensar en este y a intentar entenderlo; porque imaginar la vida ficticia de otros me lleva a valorar más la mía; porque comprender a los personajes que creo para que sean verosímiles me obliga a ponerme en el lugar de las personas reales, con quienes me relaciono cada día, a verles tal como son y no como me gustaría que fueran. Porque el mundo, después de haber intentado escribir una buena novela, se me muestra de verdad. Y la escritura me apasiona porque la documentación me da la excusa para investigar,
la construcción de mis novelas me obliga a pensar; la revisión y la corrección son los mayores ejercicios de autocrítica a los que me he enfrentado nunca; y el encuentro con mis lectores me ha demostrado que cada persona es una estrella y yo soy solo un minúsculo cometa”.
La respuesta a por qué leer
La pintora de estrellas, este fascinante y arrebatador relato salido de la exquisita pluma de Amelia Noguera, que bebe de la novela romántica, los relatos intimistas sobre grandes sagas familiares, la novela histórica, la novela de denuncia social y la novela negra, la encontrará el lector apenas comience su lectura. Una lectura que ya no podrá abandonar.
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