Lou Reed se hizo un hueco en el panorama musical internacional en la década de los sesenta, junto a su banda de rock psicodélico
The Velvet Underground, con temas como “Sunday morning” (“Mañana de domingo”).
El nombre The Velvet Underground (El Terciopelo subterráneo) está tomado de una obra de 1963 que lleva el mismo título, del escritor Michael Leig, que trata sobre una pareja que experimenta sexualmente, practicando orgías y sadomasoquismo, profundizando en diversas parafilias. Podríamos calificarlo como una especie de antecedente del actual Cincuenta sombras de Grey. Eran los tiempos de la liberación sexual en Estados Unidos, y la banda de rock de Lou Reed, John Cale y Sterling Morrison realizaba en sus actuaciones una escenografía con trajes de cuero y látigos, en clara alusión al sadomasoquismo.
La banda The Velvet Underground no solo conecta con la literatura: también con el arte pop y el cine. La figura de Andy Warhol sería decisiva en la evolución del grupo. En 1966 Andy Warhol, considerado ya un artista de éxito, llegó a Los Ángeles y se instaló en un taller artístico, al que bautizó como La Factoría. Desde allí comenzó a hacer sus pinitos en el cine, con películas en forma de monólogo, como Chelsea Girls, y después quiso introducirse en la nueva energía de la música pop. Para ello, intentó conectar primero con Bob Dylan y los Rolling Stones, muy exitosos en aquellos años. Después, un amigo le sugirió a The Velvet Underground, y Warhol rápidamente se convirtió en manager de la banda.
La mayor aportación de Warhol a la banda fue añadir una integrante más: una cantante y modelo alemana de La Factoría: Nico. Grabaron juntos el disco The Velvet Underground y Nico, que incluía sencillos tan célebres como “Femme Fatale”, interpretado por la joven.
Nico tenía una voz oscura y humeante. Lou Reed y el resto de la banda la detestaban, pero acataron las órdenes de Warhol. La portada del disco se hizo famosa por ser un diseño de Warhol: un plátano sobre fondo blanco. A finales de 1967, la banda se separó de Warhol y Nico.
Lou Reed, el líder de la Velvet Underground, es también conocido por su afición a la literatura. Convirtió muchos de sus relatos en canciones, como el titulado “El regalo”, donde un hombre quiere hacerle un presente a su amada y, como no tiene dinero, se mete él mismo en una caja. Cuando recibe la caja, su novia utiliza un cortador de acero para abrirla y encuentra al hombre decapitado. Lo acaba de matar. El relato se convirtió en una canción en el segundo disco de la Velvet Underground.
Y este es solo un ejemplo de la riqueza narrativa de la banda neoyorquina que rompió las barreras entre el rock, el arte y la literatura.
Marina Casado es autora del libro "
El barco de Cristal" publicado en la editorial Líneas Paralelas
Puedes comprar el libro en: