Cómo pudo infiltrarse en GRAPO, el guardia civil Fernando Pérez, hasta el punto de desarticular la segunda banda terrorista más activa de España? ¿De qué manera pudo la policía encubierta Elena Tejeda llegar hasta la cúpula de ETA? ¿Qué técnicas utilizó Txema Aloy para infiltrarse en la organización terrorista catalana Terra Lliure? ¿Cuáles fueron las herramientas del agente del CNI David R. Vidal para desmantelar las redes de tráfico de seres humanos de África a España? ¿Y las del periodista Antonio Salas para realizar cada una de sus peligrosas infiltraciones?
Todo esto y mucho más será mostrado al público de forma gratuita del 5 al 28 de noviembre en “Infiltrados: Espías, servicios secretos y periodismo encubierto”, la primera exposición mundial de estas características. Tendrá lugar en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y está organizada por el Ayuntamiento de esta localidad, la Universidad Popular José Hierro y el Museo del Espía.
Y es que, en marzo de 2011, el Parlamento español aprobó la regulación de la figura policial del Agente Encubierto en Internet, como una herramienta necesaria para la lucha contra los nuevos delitos surgidos tras la evolución de la informática y las redes sociales, como la pedofilia y la pederastia. La legislación española ya había introducido en enero de 1999 la figura del agente encubierto o infiltrado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, regulando de esta forma las actuaciones de los policías infiltrados. Pero, antes de 1999, existen diferentes sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo que admitían la licitud de las pruebas obtenidas por agentes encubiertos, en casos de terrorismo, narcotráfico, crimen organizado, etc.
Mikel Lejarza “Lobo”, José Luis Espinosa o José Mª Aloy, son espías españoles que se infiltraron en organizaciones terroristas como ETA, MPAIAC o Terra Lliure. Pero antes y después de ellos, agentes encubiertos de la Guardia Civil, como José Anido o Fernando Pérez; o del Cuerpo Nacional de Policía, como Elena Tejada o David Madrid, también se infiltraron en grupos terroristas o de delincuencia organizada. Sus técnicas, armas y logros son mostradas ahora, por primera vez, en está exposición inédita.
A pesar de ser uno de los argumentos más recurrentes para la novela negra, las series de ficción o el cine policíaco, también presentes en la exposición, la figura del agente encubierto está rodeada de un secretismo que ha generado muchas malinterpretaciones. La exposición “INFILTRADOS: Espías, Servicios Secretos y Periodismo Encubierto” pretende ofrecer una visión completa y objetiva sobre el fascinante y desconocido mundo de los infiltrados.
Más de medio millar de piezas, incluyendo armas de espía, equipos de grabación clandestina e intervención de comunicaciones, documentos y pasaportes falsos, herramientas de cambio de apariencia, etc, donadas por agentes encubiertos, espías e infiltrados, como David Madrid, Juan Alberto Perote, David R. Vidal, etc, están incluidas en esta exposición.
La exposición “INFILTRADOS” se mantendrá abierta al público, y de entrada gratuita, hasta el 28 de noviembre, en la Sala de Exposiciones Claudio Rodríguez, situada en la Avda. Maximiliano del Tell, s/n, de San Sebastián de los Reyes, con horario de lunes a viernes de 9:00 a 21:00.
Periodismo encubiertoA finales del siglo XIX, la norteamericana Nellie Bly fue la primera periodista que utilizó una identidad ficticia para infiltrarse como reportera del The New York World, dirigido por Joseph Pulitzer, en aquellos lugares donde un periodista no podía llegar… Ella fue la precursora del periodismo encubierto. Desde entonces, otros reporteros como el americano
Humpter Thompson, el británico Donal Macintyre, el alemán Günter Wallraff o el español Antonio Salas, siguieron sus pasos, infiltrándose en organizaciones terroristas, bandas criminales y grupos violentos, incorporando en el siglo XXI el uso de la cámara oculta en sus reportajes.
Todos ellos están presentes en esta exposición, que ha compilado piezas únicas, jamás expuestas, de Nellie Bly, Thompson, Macintyre, Wallraff o Salas, y que permitirán conocer al público español los sorprendentes trabajos de estos periodistas encubiertos.
Espías, periodistas y policíasEntre las piezas más notables de esta exposición única, destacan equipos originales de la CIA (como la estación de radio clandestina RS-6), las armas utilizadas por Mikel Lejarza en ETA, los equipos de escucha y grabación clandestina de los infiltrados de la STASI o el KGB, los revolucionarios equipos de grabación oculta digital del CNI o la Guardia Civil, las armas clandestinas de los topos de la OSS, el MI6 o el Mossad tras la II Guerra Mundial y la Guerra Fría, así como dioramas, documentos, banderas, disfraces y un largo etcétera.