Ganador y finalista del Premio Planeta 2014 comparten muchas características. Ambos son periodistas y tienen una especial relación con la Casa Real española. Jorge Zepeda Patterson fue jefe de la actual reina Letizia Ortiz y
Pilar Eyre ha cubierto numerosos actos de los reyes y ha escrito varios libros sobre los Borbones, tanto del anterior Jefe del Estado, como de sus predecesores familiares. En su último libro,
Franco confidencial, mostró a un dictador íntimo y desconocido.
“Estoy acostumbrada a entrar en las vidas ajenas”, nos dice nada más empezar la entrevista y nada más decir esto entra directamente sobre el leit motiv de su novela, “pero esta vez quería convertir mi vida en una novela. Un romance, de tres días, que fue mucho más que eso. Me tenía desconcertada, tenía un sentimiento avasallador sobre la relación con Sébastien y necesitaba contarlo”, confiesa sin pudor.
Ella sabía lo que se jugaba al sacar a flote una historia real, contada con los nombres reales de los protagonistas, pero no la importaba, aunque antes le pidió consejo y autorización a su hijo, que se lo concedió. “Convertir mi intimidad en algo público, de forma despiadada, obscena e impúdica, era todo un reto. He sacado a flote mis sentimientos, mis inseguridades, cosas que las mujeres guardan en la intimidad y todas mis obsesiones; el miedo a la vejez que nos arrincona, que nos hace ser invisibles; el deseo sexual que se amortigua bastante con la edad y que no me amara mi amante”, desgrana poco a poco la periodista.
Pero sólo contar una pasión, aunque fuese tan intensa como la vivida sería poco. “Necesitaba convertir mis experiencias en una novela de intriga, de suspense. Conseguir que cada final del capítulo pudiese ser el final del libro. Aunque al final del libro el misterio de quién es y qué hace Sébastien se aclara y todo tiene una explicación lógica”, desmenuza la autora, que ha conseguido que su novela tenga un ritmo trepidante y que casi con total seguridad consiga un éxito mayor en España que el propio ganador. En esta ocasión, la editorial Planeta ha sido hábil, ya que ha repartido los premios de manera que el ganador es de México, el país donde hay más hispanohablantes, y la finalista es una persona muy mediática debido a sus apariciones en diversas tertulias televisivas.
La novela y la vida de
Pilar Eyre han ido en paralelo durante este último año. “Durante este tiempo he ido haciendo una investigación personal y profesional sobre Sébastien. Con la ayuda de un detective privado, de un hacker, de mis primos, de mis hermanas, he ido averiguando la vida de mi amor”, desentraña la escritora. En ocasiones, le asaltaban las dudas, si se había equivocado con aquel enigmático hombre que decía ser una cosa que no era. “En una ocasión me desapareció un valioso reloj de casa; empecé a creer que podría ser un ladrón de guante blanco”, confiesa dolida consigo misma.
Su recuerdo le hacía pasar de la risa al llanto, de la desesperación a la felicidad más profunda. “¿Por qué no reflejar todo eso en una novela?”, se preguntaba
Pilar Eyre. “Si lo ha hecho el escritor noruego
Karl Ove Knausgård, ¿por qué no lo puedo hacer yo?”, pensaba. Knausgård lleva ya seis novelas de auto ficción. En España la editorial Anagrama ha publicado las dos primeras de la serie:
Mi lucha,
La muerte del padre y
Un hombre enamorado. Sus novelas han vendido más de medio millón de ejemplares en su país. A Pilar Eyre el escritor noruego le encanta y cree que el futuro de la novela pasa por ahí. “Vamos claramente hacia la auto ficción. La riqueza del ser humano está ahí mismo”, afirma sin asomo de dudas.
Pilar Eyre cree que el galardón del Planeta va a ser un espaldarazo a su carrera, a 35 años de labor periodística, donde ha hecho de todo, menos ser corresponsal de guerra, “algo que me gustaría hacer y no descarto poder hacer”, asevera. Pero por lo que se la conoce es por su intervención en programas del corazón, aunque ella no haya hecho ese tipo de periodismo. “Muchas personas me dicen que yo he dignificado ese género, aunque yo creo que no hay géneros periodísticos. Hay buen periodismo o malo”, califica sin rubor.
Para presentar
Mi color favorito es verte al premio Planeta tuvo que cambiar todos los nombres de los protagonistas y utilizar seudónimo. Si no lo hubiese hecho así, hubiese dado muchas pistas a los miembros del jurado. Pilar cree que “la novela me ha salido muy visceral, con mucho sentido del humor, ya que me rio mucho de mí misma. Incluso me describo con demasiado dureza según me han comentado algunos amigos. Tú no eres así, me dicen”.
“He intentado contar una historia con sinceridad. Contar un amor que fue obsesivo, enfermizo, que me tuvo sin dormir y que llegó a ponerme enferma. Ha sido la gran pasión de mi vida y la obsesión, ya que cuando se fue lo seguía manteniendo con la imaginación. El órgano sexual más grande que tenemos es la imaginación”, expresa y agrega con convencimiento que “la pasión no caduca nunca y el corazón no envejece”.
Para terminar nos cuenta que los jóvenes que están leyendo la novela la están devorando con fruición. “Está claro que los sentimientos son universales”, expone. La pasión del amor la viven por igual jóvenes que viejos pero el amor que sintió la autora fue un torrencial, una pasión devastadora que espera volver a vivir. “Escribir el libro ha sido terapéutico para mí”, concluye. Un chute de vida para algunos lectores y un fenómeno mediático para la autora.
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