Hablando en claro sobre Cataluña y el nacionalismo catalán

Junto al autor, en el acto intervinieron el Catedrático de Historia en la Universidad Complutense, Juan Francisco Fuentes, y Tomás de la Quadra, ex Ministro de Justicia (1991-1993). Los tres ponentes renunciaron a lo políticamente correcto para llamar a las cosas por su nombre, algo que se agradece.

Si hay un rasgo que caracteriza a esta obra, es su actualidad. En efecto, como estamos comprobando, las dinámicas rupturistas patrocinadas por el gobierno de la Generalidad y por sus socios, bajo diferentes formas, denominaciones y subterfugios, no se detienen.

El profesor Fuentes realizó una crítica tan contundente como elegante y magistralmente documentada del nacionalismo catalán. Una de las principales conclusiones que dejó su disertación fue que las raíces históricas de aquél beben en las fuentes del absolutismo.

Al respecto, el Catedrático de Historia lamentó que una de las partes, el nacionalismo catalán, ha impuesto los términos del debate y la otra parte lo ha aceptado, bien por ignorancia, bien por cobardía. El resultado es que el nacionalismo catalán (y el corpus ligado a su doctrina) ha logrado ser percibido como “algo progresista”, cuando la realidad demuestra que viene actuando con “notable mala fe”.

Asimismo, nada baladí es la siguiente puntualización: el nacionalismo catalán ha señalado quién es su enemigo, España y el Estado español, cuyo carácter residual vaticinó en 2006 Pascual Maragall. En cuanto a las soluciones posibles, el Doctor Fuentes descartó la federal ya que “el federalismo no tiene mercado político en España”.

En lo que a la obra objeto de presentación atañe, Fuentes destacó que en ella predominan los argumentos frente a las emociones. Recalcó que el autor juega con tres planos (histórico, político y jurídico), “los tres muy sólidos, manejando el lenguaje con precisión y virtuosismo”.

Tomás de la Quadra, por su parte, analizó una de las partes más fascinantes de la obra: aquella en la que el autor bucea en los supuestos agravios de España a Cataluña, para concluir que no existen. La sentencia del Constitucional sobre el Estatut de 2006 es un buen ejemplo de esta tesis. Además, prosiguió, a lo largo de la historia prevalecen los momentos en que Cataluña se ha visto favorecida por el gobierno central, por ejemplo, a través de los aranceles. En el plano de las soluciones, una de ellas una podría ser la reforma en paralelo del Estatuto catalán y de la Constitución de 1978.

Finalmente, Muñoz Machado puso de manifiesto la excelente disección del libro que habían hecho Fuentes y De la Quadra. Consciente de la trascendencia del tema que aborda en la obra, manifestó que está dispuesto a debatir sobre ella en Cataluña, comunidad autónoma de la que quiso dejar constancia que nunca ha disfrutado de tantos poderes como ahora.

Con respecto al futuro, cree que habrá con total seguridad una declaración unilateral de independencia, si bien desconoce la forma que pueda adoptar. Finalmente, alertó de un hecho que no debe pasar desapercibido: de aquí a un año, la fragmentación social habrá aumentado.

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