La Plaza Mayor era el lugar de reunión. Hasta allí llegaron el actor Javier Gutiérrez, -el Sátur de la serie y el Sancho Panza del libro-, la editora del libro Ángeles Aguilera, la productora ejecutiva y guionista Pilar Nadal, el director de ficción de TVE Fernando López Ruig y, por supuesto, el autor, José Ángel Mañas, dispuestos a mostrar el libro basado en los personajes de la serie que han publicado para dar a conocer mejor nuestro Siglo de Oro, el siglo XVII, tiempo en el que transcurre la serie que concita cada jueves más de cuatro millones de espectadores ante el televisor.
En muchas ocasiones hemos hecho referencia a los muchos errores históricos que se cometen en la serie. Que haya un guerrero ninja en esos años nos parece un poco extemporáneo, pero la historia a veces nos da sorpresas y en el año 1614 desembarcaron en Coria del Río un contingente de samuráis que querían viajar hasta Roma para pedir al Santo Padre que les protegiese y salvaguardase la religión católica en el continente asiático. Así que damos por buena esa anacrónica y vayamos a lo importante.
Muchos espectadores disfrutan con la serie y lo mejor que tiene, a parte de los actores, es que los televidentes quieren saber más de esa época. Han hecho despertar la curiosidad por la historia del siglo XVII. La productora Globomedia, encargada de la producción de la serie, vio aquí, que se necesitaba hacer un libro sobre "cómo se comía, cómo se vestía y cómo se vivía" en ese siglo. Para ello quería que el texto fuese divulgativo y didáctico a la vez y como una persona del equipo acababa de leer el libro de La literatura explicada para asnos de José Ángel Mañas, pensaron en él para acometer tamaña empresa. Además, el asno ya lo tenían o por lo menos al que lo montaba.
En menos de una semana el autor se tuvo que meter entre pecho y espalda 64 episodios para entrar en situación. Una vez pasada la sobredosis las águilas revoloteaban en su cerebro. “No sabía muy bien cómo abordar el libro. Le di muchas vueltas y cuando ya estaba a punto de abandonar la empresa se me ocurrió asimilar los protagonistas a Don Quijote y Sancho Panza”, confiesa el autor a los pies del caballo de Felipe V en el medio de la Plaza Mayor. Por cierto, una plaza que en aquel sitio no se veía como está ahora. “En primer lugar, no estaba empedrada, era de tierra, para poder celebrar los autos sacramentales y las corridas de toros”, dice José Manuel Mañas, el autor que en su juventud escribió Historias del Kronen.
Una vez que tuvo el formato ideado, el libro ya fue fácil de escribir, aunque la documentación le llevó su tiempo. Gonzalo de Montalvo sería su Don Quijote y Saturno García su Sancho Panza. “El libro lo ideé como una larga conversación entre ellos durante un largo paseo por la Villa en la festividad del Viernes Santo. Necesitaba una procesión para contar muchas cosas y entre la de ese día y la del Corpus, escogí la de Semana Santa”, explica Mañas.
El siglo de Águila Roja es un paseo por el Madrid de Felipe IV, que ocupó el trono de España desde 1621 hasta su muerte en 1665. “Gonzalo me levantó a las cinco de la mañana en un día en el que no trabajan ni los esclavos”, bromea Javier Gutiérrez poniéndose en el lugar de Sátur. Ese largo paseo que dura una jornada ha servido a Mañas para hacer diversos recuadros históricos desde los orígenes del Imperio español hasta la prostitución, pasando por los orígenes de la Inquisición mientras atraviesan a caballo la Puerta de Santo Domingo y bajan por la calle Leganitos hacia lo que entonces era el Camino el Río.
"Es un libro muy entretenido, fiel a los personajes y con mucho rigor histórico, que es lo que le falta en ocasiones a una serie que básicamente es de aventuras puras y duras", afirmó Javier Gutiérrez, el entrañable Sátur de la serie, durante un recorrido por los puntos de Madrid por los que transcurre el libro. Nos ha llevado a la antigua barriada de San Felipe, que se ubicaría en la plaza de Pontejos, justo a espaldas de la puerta del Sol y que era "sobre todo un mercado, como se puede ver en la serie”, dijo el escritor madrileño justo en las gradas de uno de los mentideros más populares de la Villa.
Después nos llevaría a las puertas del Mercado de San Miguel y a la plaza de la Villa. Por todo ese recorrido, pero en sentido contrario, circulaban las procesiones de Semana Santa. Desde la iglesia de Santa María, entonces situada en la Catedral de la Almudena, subía por la calle Mayor hasta la Puerta del Sol, donde se concitaban algunas de las mancebías más importantes de la capital. “El cuerpo y el alma tenían cada cual su espacio”, señala Mañas entre divertido y procaz.
Un siglo en el que la nobleza acaba siendo "cortesana y pedigüeña", y en el que "había mucha promiscuidad sexual, como también se ve en la serie", apunta el autor. De este repaso por el XVII, a Javier Gutiérrez le han gustado sobre todo "los capítulos de la picaresca y cómo vivían los cómicos en la época de entonces", así como el paralelismo con la época actual en cuanto a "la corrupción y los impuestos y de cómo se apretaban la clavijas a los ciudadanos de entonces. En eso no hemos cambiado mucho…".
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