En esta entrevista con el autor hemos abordado temas relacionados con su novela El vigilante, así como su predilección por capítulos extremadamente cortos, la falta de información o la manipulación de la misma o la desconfianza de los protagonistas con respecto al exterior.
¿Qué le llevó a escribir "El vigilante"?
Hay muchas cosas que me llevaron a ello, pero hay que acordarse de que este libro se escribió en la década pasada, la cual fue la década de la guerra del terror. Y estoy seguro de que la guerra de Irak fue una inspiración para esta novela, sobre todo la paranoia, el no saber quién es el enemigo. Estar en un país en el que hay un enemigo pero no saber quién es. Se supone que has ido a ayudar y a llevar la libertad, pero al mismo tiempo aquéllos a los que tratas de ayudar pueden ser el enemigo.
Este libro ha sido catalogado como thriller psicológico y ciencia-ficción. ¿Cuál cree que es el que predomina?
Fue la traducción inglesa la que fue reseñada como ciencia-ficción, lo que me sorprendió mucho porque en Bélgica y Holanda nadie había usado las palabras ciencia-ficción. Y yo todavía estoy pensando en cuál es la parte de ciencia-ficción de esta novela. Quizá podría ser algo futurista o una historia basada en el futuro, pero eso no es ciencia-ficción. Así que, para mí, es completamente un thriller psicológico.
¿Cree que en un futuro la gente podría estar como en la novela, con miedo de todo y desconocimiento de lo que pasa en el exterior?
Creo que ya está pasando. Por ejemplo en el norte de Irak o en Siria el terror psicológico es el mismo de la novela y se puede reconocer fácilmente, aunque en el libro esté separado de la realidad.
¿Qué opina de la información que recibimos del exterior?
Recibimos mucha información. Parece que cualquiera puede grabar o fotografiar lo que pasa. Pero el problema es que no podemos interpretar la información: de dónde viene, qué significa… No hay falta de información pero esto no quiere decir que lo sepamos todo, aunque tengamos la ilusión de que lo sabemos todo ya que podemos ver las noticias en el teléfono cada cinco minutos. Las personas tendemos a olvidar que esta información procede de algún sitio, lo que quiere decir que nos estamos perdiendo su significado ya que a los cinco minutos habrá otra noticia que nos entretenga. Lo mejor sería tener a alguien que nos seleccionara qué noticias son las más importantes.
¿Cómo describiría la desconfianza de los protagonistas de la novela?
Es algo inherente a ellos. Si eres un vigilante y no desconfías, no eres un buen vigilante. Tienes que ser alguien que piensa siempre lo peor para estar un paso por delante, tienes que estar siempre en guardia, preparado.
¿Qué supone para los vigilantes tener que desobedecer las reglas en la tercera parte de la novela, cuando antes siempre las habían seguido estrictamente?
Para ellos es pura ambición, quieren que su organización les vea para ascender, incluso lo llevan a un plano superior diciendo que si salvan una vida, salvarán a la humanidad, aunque sea contraviniendo las reglas y sin permiso. Algo similar a Bush en Irak, fue pura ambición y lo hizo sin esperar a resoluciones ni permisos de la ONU.
¿Por qué ha escogido un estilo con capítulos tan cortos?
Le da velocidad a una historia en la que casi no pasa nada, lo que es muy importante. Esta historia no se podría contar de otra manera ya que hay muchísimas horas en las que no pasa nada. Así que tuve que recoger los pequeños momentos en los que pasaba algo, aunque fuera el goteo de un grifo, porque para Harry y Michel ya era algo. Además, estoy acostumbrado a capítulos cortos como hace mi generación (lo veo como algo habitual entre mis colegas en Flandes) y a unirlos como se unen las escenas de una película.
La crítica le ha descrito como un inconformista literario. ¿Se ajusta esta descripción bien a usted? ¿Por qué cree que le han llamado así?
Todos los escritores deben ser inconformistas y mostrar la realidad de diversas maneras o puntos de vista. Pero en realidad no sé lo que significa ser un inconformista literario. ¿Significa que no escribo como otros escritores? Por supuesto que no, por qué iba a hacerlo. Sólo escribo las historias que quiero contar. Quizá es eso ser inconformista: contar las historias que yo quiero contar o pienso que se tienen que contar y no las que los lectores quieren escuchar.
¿Llegarán a España más novelas suyas?
Sí, la editorial Rayo Verde ha comprado los derechos de más novelas mías. Montecarlo es una novela sobre la fórmula uno y Postmortem, que es semiautobiográfica, que trata sobre “poner como excusa que tu hija está enferma y que luego enferme de verdad”.
Puede comprar el libro en:
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