Héctor Amat es un actor que padece ansiedad. Después de presenciar por casualidad el asesinato de una joven, se bloquea y no recuerda detalles de lo sucedido. Para mitigar la angustia y recuperar su memoria, Héctor acude a la consulta de la psicóloga Eugenia Llort, la terapeuta que lo atendió después del crimen. Esta relación, en un primer momento profesional, se irá convirtiendo en una relación de dependencia que llegará hasta límites inusuales. Para que él pueda actuar, ella acudirá cada noche al teatro en el que Héctor interpreta a Dick Diver, el personaje protagonista de Suave es la noche. Pero como su propio personaje, un psicólogo que se enamora de una paciente, él también terminará por enamorarse perdidamente de su terapeuta.
La ansiedad es una enfermedad silenciosa, que afecta a hombres y mujeres con trabajo, a los que aparentemente todo les va bien. Sufren ansiedad en silencio. En España ya se consumen más psicofármacos que aspirinas. La presencia de psicofármacos en las autopsias ya supera la de drogas en víctimas por accidentes de tráfico.
La novela La terapeuta está poblada de personajes ansiosos. Uno de los protagonistas, el actor Héctor Amat, es muy perfeccionista. Como se dice en la novela, la ansiedad y el perfeccionismo son la cara y la cruz de la misma moneda.
Según el autor, «en nuestra sociedad, el miedo condiciona la economía, los trabajos y los hábitos. Nuestras conductas, nuestras relaciones. Y del miedo surge la ansiedad. La angustia está relacionada con el pasado, con cosas no resueltas. La ansiedad, con la anticipación del futuro.
Uno de los motivos por los que nuestra sociedad está enferma es su obsesiva anticipación del futuro: el miedo a perder el trabajo. El miedo a lo que acontecerá pero aún no ha acontecido. El miedo a lo que quizá nunca acontecerá. Contratamos todo tipo de seguros “por si acaso”. Seguros médicos por si acaso nos da algo; seguros por si sufrimos accidentes de coche, por si se incendia nuestro piso, por si nos roban. Por si nos quedamos sin pensión de jubilación. Sí, la ansiedad está garantizada».
Gaspar Hernández aborda el problema de la ansiedad desde dos perspectivas diferentes. Por un lado el actor que queda traumatizado al presenciar un crimen y, por otro, la psicóloga que lo atiende. En un principio se nos ocultan diversas características de ella. Es tal la dependencia del actor hacia su terapeuta que todos los días ha de visitarla en su consulta y necesita verla mientras actúa para así sentirse seguro.
Poco a poco la obsesión irá creciendo hasta el punto de comenzar a vigilar a su psicóloga descubriendo sus más íntimos secretos. El autor juega con el lector de manera inteligente y le va desvelando esos secretos de forma lenta, parsimoniosa, recreándose en la verdad que solo él conoce.
De ahí que Gaspar Hernández utilice varias técnicas. La principal es el hilo narrativo. Cuando Héctor Amat conoce los secretos que la psicóloga esconde. La narración retrocede a un pasado anterior al acontecimiento traumático que da origen a la obra para explicar el por qué de la conducta de la terapeuta. Ningún hilo queda al azar, ningún acontecimiento queda sin justificar. El autor compone el puzzle milimétricamente, pero deja la resolución al lector.
El escritor ha compuesto una novela actual sobre un tema polémico que trata con la mayor objetividad, la que le da el narrador que ve toda la acción desde fuera, en segunda persona. El narrador se muestra cercano a los protagonistas, como si fuera una persona conocida de ambos, pero que nunca llega a aparecer en la trama. De lectura ágil e inteligente, la novela se lee de un tirón y con interés.
Gaspar Hernández (Girona, 1971) es escritor y periodista. Ganador del Premio Josep Pla por su novela El silencio, libro de ficción más vendido en Cataluña en el año 2009, dirige y presenta el programa L'ofici de viure (El oficio de vivir) en Catalunya Ràdio.
Twitter: @Todoliteratura
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