Además es licenciada en Geografía e Historia por la UNED, DEA en Historia Antigua por la UNED y Máster en Ciencias Forenses, por la UNED. En la actualidad, 2013-14, estudia Experto en Criminalística, en la UNED. Ha ganado varios certámenes literarios, todos muy modestos, pero que la han servido para animarse a afrontar una novela.
¿En qué periodo de la Historia se desarrolla la novela, cuál es su contexto histórico?
La trama de la novela está ambientada en la Hispania romana del siglo I a.C., concretamente al final de la República, entre los años 39 y 37 a.C. En Roma se encuentran inmersos en plena guerra civil entre los triunviros que recogieron el gobierno de Julio César tras su asesinato en Roma, fundamentalmente Octaviano y Marco Antonio. Hispania en esos años queda un poco al margen de las batallas que se desarrollan sobre todo en Asia Menor y Egipto. Al inicio de la novela, a la península ibérica acaba de llegar un nuevo gobernador, Domicio Calvino, que se ocupará de sus dos provincias, Ulterior y Citerior.
¿Qué significa SANATIO?
SANATIO, en latín, significa curación. La protagonista femenina de la novela es una mujer capaz de curar a las personas de una forma poco habitual en la época y se desarrolla como sanadora. Pero también es un significado simbólico que afecta a todos los protagonistas de la trama.
¿En qué género clasificarías la novela?
Aunque podría considerarse sólo una novela histórica, SANATIO es también un thriller, porque, aparte de una historia de ficción encuadrada en una época histórica con acontecimientos documentados, encontramos una trama llena de misterio, personajes escondidos en su imagen pública, muertes sin explicación... y todo se resuelve como en cualquier trama de este estilo, con una investigación y el desenmascaramiento de los traidores.
¿Los personajes que aparecen en SANATIO son todos de ficción o aparecen también personajes históricos?
En la Introducción Histórica que he incluido al inicio de la novela explico esta cuestión porque quería mostrar qué hay de verdad y qué no en mi novela. He hecho aparecer en la novela a personajes reales como Domicio Calvino, pero no de una forma manifiesta, sino apareciendo de forma marginal. Aún no me atrevo a hacer hablar a personajes históricos, aunque en mis futuros proyectos sí que lo haré. He tomado nombres reales de personajes de Hispalis, pero poco más.
¿Y los acontecimientos que narras, las campañas y batallas, son hechos reales?
La época que transcurre en Hispania desde que Julio César ganó la guerra civil en Munda (45 a.C.) hasta las primeras Guerras Cántabras en el 29 a.C. es una época poco documentada, no han llegado hasta nosotros nada más que referencias indirectas en autores latinos. Se sabe qué gobernadores estuvieron como responsables en las provincias Ulterior y Citerior, pero poco más. También se conoce muy poco del número de legiones aquí destinadas y su denominación. Eso sí, existen dos hechos conocidos que he incluido en mi novela: el ataque de los Mauri al templo de Melkart en Gades y el ataque de los Cerretanos (tribus del norte, en los Pirineos), ambos sufridos y resueltos por Domicio Calvino como gobernador de la provincia. Ambos hechos están recogidos en la novela, pero narrados con cierta libertad dado que no hay documentos que cuenten al detalle cómo fueron ambos acontecimientos, cómo se desarrollaron y qué pasó. Este vacío documental me ha permitido, por tanto, meter mi propia historia y hacer moverse a mis personajes con total libertad.
Aparte de los hechos históricos a los que haces referencia, en la novela relatas la vida cotidiana y las costumbres domésticas de la época ¿cómo te has documentado?
Me parecía fascinante mostrar cómo era el día a día en una casa romana de la época, cómo eran por dentro sus hogares, cómo era la relación entre los esclavos y entre éstos y sus amos, cómo eran las costumbres domésticas y sociales. También deseaba mostrar cómo era el ambiente militar, cómo vivían los legionarios, cómo eran sus tiendas, sus campamentos, su jerarquía, su organización... Aproveché que en los meses que escribí la novela me encontraba realizando mis cursos de doctorado de Historia Antigua para acceder a documentación ubicada en departamentos de la universidad, tanto físicos como virtuales, que de otra forma me habría resultado muy difícil conseguir. Aparte, una de las materias que elegí en mi formación académica dentro de la Historia Antigua fue el ejército romano desde sus inicios hasta su desaparición y, por lo tanto, me resultó relativamente sencillo plasmar todo lo relativo a este tema en mi propia novela.
La documentación, siempre lo digo, es para mí la mitad de una novela y suele resultarme tan fascinante como escribir la historia en sí. Eso sí, sin medios a los que poder recurrir, a veces, resulta frustrante...
La protagonista es una mujer con conocimientos de medicina. Es un personaje de ficción, pero ¿crees que podría haber existido alguien así en la realidad de aquella época?
Pues sinceramente, creo que no existió nadie así, en esa época en Roma... esclava, sanadora y con libre capacidad de decidir. No, no creo que fuera posible: desde el principio la habrían castigado, matado o la habrían liberado, con lo que ya no sería como mi personaje, Ana. Es posible que hubiera alguien que pudiera destacar en algo relativo a la medicina como ella, pero seguro que sería hombre. La sociedad romana no daba libertad de vida pública a las mujeres, cuyo ámbito de vida se reducía al doméstico, nada más. Allí podían ser las reinas de la casa, mandaban y organizaban, pero fuera del hogar jamás. Menos aún en el ejército, en el que sólo existía presencia masculina... No, una mujer como la de mi historia creo que sería del todo imposible, pero es mi opinión, claro.
¿Qué te llevó a escribir sobre este tema, a hacer esta novela con una historia como la que cuentas?
La verdad es que en la novela he aunado mis dos pasiones: la historia y todo lo relativo a los cuidados, la medicina, la salud y el cuerpo humano que conforma mi profesión como enfermera. Eso por un lado.
Por otro, siempre me ha resultado curiosa una frase que todos hemos escuchado alguna vez a los que amamos la historia, de que nos gustaría asomarnos durante un rato al tiempo pasado de nuestra predilección, formar parte de ese tiempo, vagar por calles, por campos, por fortalezas. Pero pocos se imaginan ir a tiempos pasados en las condiciones más extremas, como podrían ser las que sufrían los esclavos en cualquier época de la historia. Todos se imaginan como señores o amos, no como servidumbre. Intenté por ello un juego, por llamarlo de alguna forma, de imaginación: ¿cómo se las arreglaría alguien en un medio que no es el suyo, sin recuerdos ni memoria y como esclavo? A todo esto se le suma ser mujer y el resultado es el peor imaginable. Así fue como llegué a SANATIO.
¿Los personajes tienen algo de ti?
Pues yo creo que los personajes de cualquier historia siempre tienen algo de su creador, de quien los escribe/describe. Para mí esta novela y su trama han sido un maravilloso ejercicio de empatía... necesitaba entender a cada uno de ellos para poder hacerles hablar y actuar de una forma creíble, o lo que a mí me resultaba como creíble, claro. La protagonista, por razones de coincidencia social, tiene mucho de mí, de lo que yo creo que habría hecho si fuera ella, de cómo me habría comportado si me hubiera visto en su situación... aunque a veces, reconozco que Ana se tomó la aventura por su cuenta y se me escapó de lo que tenía previsto para ella. A veces tuve que seguir yo sus mandatos. Pero creo que el resultado fue bueno.
Esta novela contiene retazos de historia que van un poco más allá de lo que es habitual en una novela histórica. ¿Crees que puede gustar a todos los lectores? ¿Va dirigido a alguien en concreto?
Es cierto que en las primeras páginas incluyo un poco de contenido histórico que lo único que pretende es situar al lector en el contexto de la época y de la región, qué era Hispalis, Hispania y los hispanos y romanos que aquí vivían, qué suponía en su conjunto para Roma. Aún así, esta novela va dirigida a todo el que desee leerla. Es un texto asequible para todos los que abran sus páginas. Mi madre, que no tiene estudio ninguno y solo sabe leer y escribir y poco más, la leyó y no tuvo ninguna dificultad, salvo el hacerse con los nombres de los personajes. Una vez habituada, la leyó del tirón y sin problemas. Y yo creo que si ella pudo, todo el mundo puede... si te gusta, por supuesto.
¿Qué crees que aporta tu novela al que decide abordar su lectura? ¿Qué dirías a un potencial lector para que se anime a leerla?
Lo cierto es que yo soy lectora habitual, llevo leyendo libros de historia desde los once años. He escrito la novela que me gustaría leer. En sus páginas el lector se encontrará inmerso en un ambiente histórico cuidado, escrito con mimo y fascinación, documentado, buscando ser fiel a lo que se supone fue el ambiente de la época. Esa creo que es su magia, su atractivo, aparte de una trama plena de misterio, de fuerza y valor, de sufrimiento y superación. De amor y pasión, de orgullo y venganzas, de engaños, traiciones. De batallas, dolor y sangre, de la violencia cotidiana propia de esa época en concreto, en la que la vida era un valor prescindible, sobre todo si el que la portaba era un esclavo.
¿Habrá una segunda parte?
Muchos lectores de SANATIO me han preguntado si habrá una segunda parte, si haré a los personajes vagar por otra trama... Reconozco que eso me emociona, porque significa que se han visto atrapados por los personajes y desean encontrarlos en otro libro. Pero no, no habrá una segunda parte. En SANATIO quedan.
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