Cuando la Gran Guerra enfrenta a los hombres de medio mundo y la crueldad del día a día tiende a hacerse tristemente familiar, el temor a perder lo único de valor que les queda, su propia vida, lleva al matrimonio Shadid a huir de Turquía. Khaled Shadid cree que las autoridades turcas le han descubierto en las labores de espionaje que desempeña para la organización nacionalista libanesa con cuya causa está comprometido, así que no duda ni un momento en apremiar a su mujer Noura, ya en avanzado estado de gestación, para tomar un barco que les conduzca directamente hasta Beirut. Allí podrá reunirse con sus compañeros, solicitar la protección de los gobiernos francés e inglés implicados en la guerra y aprovechar su apoyo para fortalecer la lucha independista libanesa contra el Imperio otomano. Sin embargo, una traición, tan inesperada como habitual en momentos bélicos, terminará de forma drástica con sus ilusiones.
Noura, viuda y reciente madre de una niña, se verá obligada a dejar el país tras el total embargo de sus bienes decretado por el gobierno central turco. Decide viajar a El Cairo, donde todavía tiene un familiar que espera que pueda ampararla a ella y a Siran, su pequeña criatura. En el protectorado británico les espera Salah Masri, ingeniero huido del gobierno turco, que era amigo, compañero de trabajo y afín a las ideas independentistas árabes de su difunto marido. Gracias a él, a la hospitalidad de su madre y a los ánimos que recibe de las nuevas amigas que ésta le ha presentado, podrá abrir un taller de costura con el que ganarse la vida. Todo apunta a que el amor que Salah sintió secretamente en el pasado por Noura, podrá ahora verse recompensado. Sin embargo, el peligro sigue latente en las calles, tras cualquier esquina.
En la clandestinidad Salah sigue desplegando su lucha contra el Imperio otomano, apoyado siempre por los ingleses, y más en concreto por Thomas Lawrence, un arqueólogo inglés colaborador del ejército al que todos conocen como Lawrence de Arabia. La guerra no sabe de límites y hasta en El Cairo pueden aparecer agentes turcos infiltrados que siguen sus pasos, así como los de Rabih Farhat, amigo y arquitecto colaborador de Salah, también acusado de traspaso de datos y sabotaje. Malherido y exhausto, Rabih consigue guarecerse en el café de Rania, una madura y atractiva mujer, viuda de guerra e íntima amiga de la madre de Salah. Ella se encargará de cuidarlo en su propia casa y ocultarle de sus perseguidores. El amor, como una llama inesperada pero también irrefrenable, surgirá entre ambos.
El café de Rania se convierte en corazón de las reuniones de un grupo de mujeres que lo ha elegido como espacio vital donde congregarse para hablar de sus problemas y de sus ilusiones. Es allí donde todas a la vez protegen a Fatmeh de los celos y maltratos de su marido, convencen a Noura para hacerse costurera, infunden ánimos a Takla ante la desaparición de su hijo, o celebran el primer cumpleaños de la pequeña Siran. La charla distendida y la defensa de los ideales se fusionarán en un espacio donde al parecer todos se sienten protegidos. Sin embargo, fuera de aquellas paredes la guerra continúa, y los planes por parte de Lawrence para atacar y controlar Aqaba como enclave estratégico para la entrada de aprovisionamientos y posterior protección de aquella zona, necesitan más que nunca del apoyo de Salah y Rabih: como relevantes empleados que fueron en la empresa ferroviaria turca Chemin de Fer, la información que sobre trenes y vías férreas puedan aportar se antoja en aquellos momentos ciertamente valiosa de cara al fin de la contienda.
Periodista y escritora, Maha Akhtar (Beirut, 1963) es colaboradora habitual de Departures, Food and Wine y Travel & Leisure, publicadas por American Express Publishing, y colabora con The New York Times escribiendo sobre la historia y política de los países de Oriente Próximo y el mundo musulmán.
Comenzó su carrera en el mundo de la música como relaciones públicas del grupo The Cure. Tras acompañar en las giras a Robert Smith y sus músicos durante seis años, trabajó con Tim & Nina Zagat en el lanzamiento de sus famosas Zagat Restaurant Guides, antes de entrar en CBS News, donde permaneció quince años. Fue allí donde consiguió mantener una estrecha colaboración con Dan Rather como productora de tres programas: CBS Evening News con Dan Rather, 60 Minutes y 48 Hours.
Se dio a conocer en España como autora de dos títulos autobiográficos, La nieta de la maharaní (2009) y La princesa perdida (2011). Su primera incursión en la novela fue en 2012 con Miel y almendras, una historia ambientada en el decadente salón de belleza de un barrio de Beirut, la capital libanesa. Las huellas en el desierto es su segunda y esperada novela.
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