Tras tus pasos es la novela sobre una mujer a la que se le pueden poner dos apellidos en los que están las claves de su extraordinaria vida: Mussolini y Ciano. Edda Mussolini, la hija adorada del agitador socialista y dictador fascista. Edda Ciano, la leal, decepcionada, infiel y enamorada esposa del célebre lugarteniente de su padre.
Tras tus pasos es la historia de los quince años decisivos de Edda, de 1930 a 1945, desde la boda hasta dos años después de la muerte de Ciano. La autora se pone en la piel de su personaje, y así es Edda quien narra en primera persona el noviazgo y el matrimonio con Galeazzo Ciano, sus encuentros y desencuentros con él, con su padre y con su madre.
Es además, el retrato de una mujer hecho por otra mujer. Begoña Aranguren elabora una gran hipótesis sobre la personalidad de Edda, la observa, la estudia, desnuda su alma en medio de un drama histórico perfectamente dibujado.
De niña y adolescente Edda adoraba a su padre y su padre la idolatraba a ella. Mil veces infiel a su esposa, Benito Mussolini tenía la comprensión de la hija, que culpaba a su madre. Al comenzar la década de los treinta la joven Edda era una de las mujeres más envidiadas de la alta sociedad europea, la auténtica primera dama de Italia en detrimento de su madre. La señora Ciano brillaba en las cancillerías, trataba de tú a tú a los más influyentes políticos, encandilaba a Hitler y al depuesto Alfonso XIII.
Con la voz de Edda, Begoña Aranguren nos cuenta su enamoramiento de Ciano, su inicial candor y su gran decepción bien temprana. Y luego, la relación tormentosa de ambos, infieles y promiscuos los dos: él por naturaleza, ella por reacción y enseguida también por gusto. Desde la boda hasta el fusilamiento de Ciano, la autora lleva al lector por los senderos del glamur, el poder, el sexo y los sentimientos. Edda y Galeazzo se decepcionan a la vez de Mussolini, pues ellos no quieren la guerra, no quieren saber nada de Abisinia primero ni de los nazis después.
Piensan lo mismo mientras se engañan sin engañarse, mientras se aman sin poder estar juntos. Edda se refugia en sus hijos, en sus amantes y en Emilio Pucci, su amigo del alma. Mujer liberada avant la lettre, goza de su cuerpo y de los cuerpos de sus hombres al tiempo que empieza a sufrir por razones espirituales. No solo se le ha hundido el matrimonio, en torno a ella agoniza Europa y la Italia fascista se encamina al abismo en buena medida por culpa de su padre. Poco a poco ve que la infidelidad de su padre no era culpa de su madre, y que ese padre al que adora lleva a su país a la guerra y finalmente ordena la muerte de su esposo Galeazzo Ciano.
Tras la belleza, el esplendor y el glamur, el libro desemboca en el conmovedor relato que la protagonista hace de su larga despedida del marido, tan detestado y a la vez tan amado. Edda en el psiquiátrico, Edda en el infierno, Edda convertida en salvadora de las memorias del esposo al que mandó matar su padre. Tal es el desenlace de un relato lleno de fuerza y sutileza, una obra cuya calidad no sorprenderá a los lectores que ya conocen desde hace tiempo a Begoña Aranguren.
Con elegante sencillez la autora aborda temas en realidad complejos. Obviamente, el asunto central es la vida de Edda Ciano, es decir la interpretación novelada que Begoña Aranguren hace de su existencia. Y esa biografía atractiva, en parte misteriosa, da pie a interesantes reflexiones sobre grandes cuestiones de ayer y de hoy.
Por ejemplo, la relación entre el amor y la fidelidad. Edda y Galeazzo Ciano tienen amantes casi desde el primer momento de su matrimonio y sin embargo en su relación hay un lazo de fondo que resistirá todas las pruebas, incluida la de la muerte. ¿Qué se parece más al amor, la lealtad que se profesan estos dos seres promiscuos e infieles o el sordo rencor sin engaño que la madre de Edda alimenta por su marido Benito Mussolini?
Y junto a la infidelidad amorosa, las relaciones paterno-filiales. Marcada por la fortísima personalidad de su padre, Edda transita desde un larvado complejo de Electra hasta la ruptura total, trágica y tan cargada de pasión como el amor juvenil por el Duce.
En su parte de novela psicológica, Tras tus pasos tiene un tercer asunto que brilla con fuerza: la libertad de la mujer. Inocente y sumisa al casarse, la protagonista no tarda en romper con prejuicios y convenciones. Ante la decepción que le causa el comportamiento de Ciano reacciona buscando el placer e incluso la felicidad por su cuenta. Y su rebelión no se limita al campo sexual pues también rompe moldes con su toma de posición política, esta vez al lado del marido y en contra del padre. Edda forma parte de la oposición a Hitler y Ribbentrop, y por lo tanto a Mussolini, dentro del régimen. Si no corre la misma suerte que Ciano y sus compañeros es por ser hija de quien es.
La obra de Aranguren es una mirada personal de su autora, desde la libertad que concede el género de ficción, a momentos y personajes de la peor hora de Europa. Un repaso a la guerra y la paz, la tiranía y la piedad, el glamur, el lujo, la riqueza, el peligro de locura que acechaba al mundo y a la propia Edda Ciano.
Mussolini como padre absorbente, amoroso y al final destructivo. Rachele Guidi, la madre, de origen modesto, que se enamoró de Benito cuando era un dirigente socialista y ascendió con él a lo más alto, como mujer rencorosamente fiel, alimentando un odio sordo al marido que nunca ha escondido a sus amantes y que incluso acabará muriendo con una de ellas. Galeazzo Ciano, elegante y atractivo diplomático de origen casi tan plebeyo como los Mussolini, será el hombre de su vida, el padre de sus hijos, fuente principal de su dicha y su desgracia. Álvaro, el amante argentino, rico, guapo, arrebatador, a la postre despegado y cobarde, es la otra cara de la moneda del amor para Edda, una mentira de carne y hueso cuando los peores presagios se ciernen ya sobre Galeazzo, y por tanto sobre ella misma. Emilio Pucci, el amigo de lealtad indestructible, el confidente, el hermano, la única persona que jamás la abandonará y que estará con ella en la dicha y en la desdicha, en la hora más feliz y cuando ya no es más que una viuda encerrada en un centro psiquiátrico.
Ellos son, con la propia Edda, los personajes centrales de este elegante drama histórico y psicológico. Y junto a ellos, Ribbentrop, Adolf Hitler, Alfonso XII Joseph Goebbels, Hermann Goering, un joven don Juan de Borbón, Pío XII… Vidas noveladas de personajes reales.
Begoña Aranguren (Bilbao, 1949) comenzó a ejercer el periodismo como columnista del diario local Deia de Vizcaya. Entre 1985 y 1989 realizó ochenta entrevistas a grandes personalidades del ámbito de la política, la cultura, la ciencia y las artes en general. Posteriormente colaboró con Euskal Telebista en diversos programas de éxito. Junto a Isabel Vergarajauregui creó su propia productora, Maradentro, con la que, en colaboración con Canal Plus, dirigió el programa Epílogo, en el que ha entrevistado a más de sesenta personajes en un testamento visual que se emite tras su fallecimiento. Por este programa ganó un Premio Ondas en 1999. En el año 2000 publicó El fuego que no quema, un libro de conversaciones con su ex marido, el escritor José Luis de Vilallonga. Otros libros suyos son: La mujer en la sombra, Lucía Bosé. Diva, divina, Memorias. Emanuela de Dampierre, Un diamante falso, Alta sociedad, La buena educación y Niño mal de casa bien.
En el año 2010 ganó el Premio Azorín por su novela Toda una vida.
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