El segundo es Las Navas de Tolosa, libro sobre una de las batallas más importantes que se ha producido en suelo español, una gesta inolvidable que, lamentablemente, se olvida. Ayer fue el 800 aniversario de esa gesta y en muy pocos sitios, por no decir ninguno, hemos visto un homenaje sentido a esa gran victoria que abrió el camino hacia la libertad de un pueblo sometido al invasor. Leer los dos libros es un soplo de aire fresco que nos harán replantearnos muchas cosas. Ambas obras han sido editadas por la editorial Rambla.
¿Es Dando caña, un ajuste de cuentas con el grupo Intereconomía o es lo que realmente ha ocurrido?
No me importa que, por su claridad, se considere un ajuste de cuentas por mi despido, pero es más una explicación de ese despido, de cómo ejercer el periodismo libre es hoy en día imposible, dado el nivel de corrupción moral y la dependencia del poder político al que han llegado los medios.
Después de leer el libro nos queda un sabor amargo. Si es verdad todo lo que dice, ¿en qué manos periodísticas estamos?
Me alegra esa apreciación y entiendo lo de la amargura. El periodismo ha muerto. La mentira y la manipulación son los lenguajes habituales de los medios y eso es muy grave, pues el ciudadano está por completo indefenso y la sociedad, incomunicada.
¿Hay algún medio que se salve de la mediocridad en la que vivimos?
De los grupos o medios tradicionales, no. Sí los hay en internet, aunque es un terreno en el que se está introduciendo con fuerza la corrupción moral.
¿Cómo definiría el comportamiento que tuvo con usted Julio Ariza?
Me parece un personaje sin escrúpulos morales, amigo de todos los corruptos, fuerte con los débiles, al que parece gustar hacer daño a la gente más indefensa. Los despidos que ha perpetrado han sido de una crueldad inaudita. Lo grave es que va de cristiano y no alcanza los estándares morales humanos menos exigentes.
Hay que reconocer que todo lo que ha escrito en el libro ha ocurrido fielmente. ¿Cómo manipulan los medios de comunicación la realidad y la información?
Todo lo que he escrito en Dando caña es la pura verdad. La manipulación es la norma, la costumbre. Se sirve a un partido, a una facción, a intereses oscuros, se ocultan partes de la realidad o se exageran otras. Se trata de generar hooligans sin ilustración. Se dan consignas en privado, por supuesto, pero sobre todo se espera que aceptes corromperte y dejar de ser periodista.
¿Existirá en este país la independencia periodística?
Existirá cuando desaparezca el sistema de concesión administrativa y se pase a subastar las licencias y se prohíba legalmente la publicidad institucional.
Lo que cuenta sobre el 11-M es devastador. ¿Hasta dónde nos han manipulado?
A Pedro J. Ramírez y a Federico Jiménez Losantos, ¿cómo los definiría usted?
Son los peores enemigos de España que ha habido en las últimas décadas, dos mentirosos compulsivos, sin ningún respeto a la verdad y la gente. Son, simplemente, dos lacayos mantenidos de esa inútil amparadora de corruptos que es Esperanza Aguirre.
"Esperanza Aguirre es una incompetente sectaria que funciona a base de chequera"
¿Qué le parecen las subvenciones que Esperanza Aguirre ha dado a los medios de comunicación y a partidos políticos satélites?
Delictivas. Esperanza Aguirre es una incompetente sectaria que funciona a base de chequera y que ha inventado el liberalismo egipcio. Es de la escuela de Chicago, pero de la más tradicional.
¿Qué futuro espera a España si seguimos por este camino?
Por esta senda vamos al colapso económico y al hambre generalizada, pero estoy convencido de que la sociedad española va a reaccionar y va a regenerar la democracia.
¿Cuál sería su receta?
Hay que cerrar las autonomías, ya; debe acabarse con cualquier privilegio de los políticos; tiene que haber tribunales especiales contra los corruptos; y volver a la cultura del esfuerzo y el trabajo -no debe recibir ayudas quien no haya cotizado-. Pocos políticos y bajos impuestos.
"Las Navas de Tolosa es una de las grandes batallas de la historia de la Humanidad"
Por otra parte, ¿Qué le llevó a escribir Las Navas de Tolosa?
Es una de las grandes batallas de la historia de la Humanidad, de las tres o cuatro grandes, grandes, y llevo toda la vida estudiándola. Era preciso rendir homenaje a aquellos héroes a los que debemos tanto.
¿Qué piensa que fue lo más importante que se consiguió con esta batalla?
Acabar con el imperio almohade que era una marea integrista como no se había visto antes, frenar definitivamente la expansión islámica por Occidente y abrir Andalucía a la reconquista. En Las Navas está incoado el final de la reconquista.
¿Se habían dado otros indicios de cooperación entre los reinos cristianos a una escala tan grande como en este enfrentamiento?
No. Es emocionante ver cómo lucharon todos -tres reyes cabalgando hacia la gloria o la muerte- por España y por la Cristiandad.
¿Cuáles eran los principales motivos para que los reinos cristianos se atacaran también entre ellos? ¿Y entre los musulmanes?
Había litigios territoriales. Se intervenía en las sucesiones. Es la dinámica del poder. Lo mismo, los musulmanes que, después de la caída de los almohades, retornaron a las taifas.
¿Cuál fue la principal razón para que los cristianos salieran victoriosos?
Fue básico, en efecto, la unidad alcanzada. Todo fue una epopeya: reunirse, marchar dieciséis días por un yermo, afrontar Despeñaperros... Es que cada detalle impresiona y es de un heroísmo sobrehumano, hecho con naturalidad. Su superioridad se basó en su libertad. Eran hombres libres frente a esclavos. Estaban las milicias concejiles, gentes de frontera, muy bravas, muy decididas. Fueron claves los miembros de las órdenes militares, personas muy entregadas y de un gran nivel guerrero, auténticas unidades de élite.
¿Fue la derrota en Las Navas de Tolosa la causa para la caída del Imperio Almohade?
Sin duda. El integrismo, como providencialista, no puede soportar una derrota.
¿Cuánto ha tenido que leer para documentar de una manera tan completa su novela?
Llevo toda la vida leyendo y documentándome sobre las Navas, visitando los lugares. A veces puedo llegar a pensar que estuve allí. Y eso espero que piensen los lectores de mi novela.
¿Podemos esperar alguna nueva entrega de novela histórica y de otros trabajos suyos?
Tengo dos novelas históricas escritas en la cabeza, pero hay que encontrar tiempo y sosiegos para que pasen de las musas, al teatro.
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