Y qué mejor que en un céntrico y monumental restaurante de la Villa de Madrid para hablar de literatura con una experta cocinera, dueña y señora de unos fogones donde ha cocinado a fuego lento una trepidante y original novela negra que está causando sensación, tanto dentro de nuestras fronteras como fuera. "En Francia la novela va muy bien, me han invitado a varias ciudades. En Lyon participé en un debate con otros escritores y en contra de lo que creía, los espectadores me hicieron muchas preguntas. Se mostraron muy interesados por mi novela", recuerda Dolores Redondo. Pero no solo ha sido en Francia, en Italia, Holanda; en Alemania está funcionando muy bien, "en Italia comenzó renqueante, en la editorial me decían que todavía era pronto, que el boca oreja, haría el trabajo y, afortunadamente, así ha sido", relata minuciosamente. Para agosto estará preparada la edición en Brasil, y también en la República Checa, Noruega y Finlandia. Extrañamente también se publicará en Turquía y el bombazo será la edición en inglés que editará Harper Collins para todo el mercado anglosajón. El guardián invisible transcurre en el valle del Batzán, al norte de Navarra. En ese valle aparecen dos cadáveres y Amaia Salazar, inspectora de la policía Foral de la Navarra es la encargada de investigarlos. "Algunos guardias civiles me han dicho que por qué la protagonista es una policía floral y no un guardia civil. -Vosotros ya tenéis a Lorenzo Silva-, les digo", refiere divertida. Desde un primer momento tenía claro que la novela fuese policiaca y que hablase del matriarcado típico de esa zona navarra. Para encontrar las localizaciones perfectas para su novela hizo varias excursiones por la zona. "Me decidí por Elizondo, y cada vez que iba allí, más claro tenía que había hecho una buena elección y tenía un buen sitio", relata. La novela la tenía bien pensada desde antes de ponerse a escribirla. Realmente saldría muy larga, por eso decidió dividirla en tres obras que irán saliendo paulatinamente. La segunda ya la tiene casi lista a falta de correcciones y edición. Debido al éxito que está teniendo y su mucho tiempo que tiene que dedicar a la promoción en el extranjero, supongo que hasta el año que viene no estará lista para salir al mercado. Muchos son los rasgos de originalidad de El guardián invisible. La unión entre realidad y mitología es uno de ellos, "la mitología forma parte de la cultura de nuestra tierra, las creencias paganas se han prolongado durante mucho tiempo y los mitos y elementos mágicos del norte de la cornisa cantábrica están muy arrendados en el acerbo popular", pero lo que más sorprende es que la protagonista está muy apegada a la cotidianeidad y al día a día, "es policía, es ama de casa, cocinera, etc, eso la hace muy real. No puedo poner casos muy potentes encadenados y estos lapsos de los quehaceres diarios dan una pátina de cotidianeidad", explica. El sentimiento en la parte emocional de los personajes y todo lo que rodea a la familia hacen de la novela muy cercana, incluso "muy mediterránea". De ahí el éxito que está teniendo en el norte de Europa, "la base cultural de esos pueblos donde mezcla ritos ancestrales con otros religiosos está muy interiorizada en los países del norte. Su base cultural entiende muy bien mis propuestas y las aceptan con más facilidad que en otros sitios", diserta mientras toma un café en la sobremesa plácidamente sin pensar en basajaunes, belagiles, trasgos, elfos y demás seres mitológicos que nos desequilibran y que harán que la próxima vez que paseemos por las orillas del río Baztán, sintamos un desasosiego que nos haga mirar a nuestra espalda y a todos los lados. Para Dolores Redondo la ficción es el género que más vende, "el lector busca la evasión, la esperanza de pensar que hay otros mundos, otras realidades", apunta. Por eso, "al lector hay que darle algo auténtico, para ellos el escritor se debe desnudar, escarbar debajo de la piel y encontrar las emociones que son comunes a todos los seres humanos", refiere. Por eso, la escritora donostiarra, siente a sus personajes y se identifica con ellos. "Los odiosos, los encantadores, son como los siento y están inspirados en alguien real" comenta. El más maravilloso está inspirado en su marido como no podía ser de otra forma, "es el que me aguanta, mis viajes, mi tiempo escribiendo, documentándome y el que tiene que cuidar a los dos hijos que tenemos cuando estoy de promoción", desvela tímidamente. También apunta que la protagonista, Flora Salazar no existe realmente, es identificable con muchas personas. "Los lectores normalmente se identifican con los buenos, identifican sus comportamientos y si la historia funciona es porque los ven factibles y creíbles", analiza la novelista. La localización ha sido muy importante, ya que por un lado la sociedad de esa zona de Navarra está enclavada en la tradición, son muy trabajadores y tenaces, incluso, muy tozudos y con mucha constancia en el trabajo. Todo ello unido a los seres mitológicos que deambulan por la obra, dan a El guardián invisible unos incentivos extraordinarios. Al final, como siempre, los lectores tienen la razón, y se la están dando comprando el libro.
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