Toni Romano sale de las páginas de las novelas de Juan Madrid para responder por primera vez a una entrevista
Animal tabernario, fuma, bebe y es feo, un marqués de Bradomín actual. De nariz partida al igual que el corazón. Si el lector busca con atención le podrá encontrar en compañía de algún cantante o escritor conocido por los locales donde todavía no han llegado “los pijoliberales” y si quiere le podrá contratar en cualquier bar o pub de Malasaña o de la plaza de Santa Ana o de la calle Libertad en horarios de noctámbulos, quizá se le podrá encontrar en compañía del Moléculas aunque ya no bebe. Ahora que Juan Madrid ha ganado el Premio Unicaja de Novela "Fernando Quiñones", Toni Romano sale de las páginas de las novelas del escritor malagueño para recordar que, aunque viejo, aún sigue vivo.
¿Cómo conoció a Juan Madrid?
Era un periodista joven, muy curioso y vivía en el barrio. Yo entonces era jefe del Turno de Noche en la comisaría de Centro. De esa manera nos conocimos. Le permitía que acudiera a la comisaria por las noches siempre que permaneciera calladito. A veces se venía conmigo a algunos servicios.
¿Frecuenta malas compañías?
Creo que no le gustan las malas compañías: banqueros, los que estudian empresariales y la definen como “Ciencias empresariales”, los críticos literarios y toda esa gente de mal vivir.
¿Qué gustos comparten?
A ambos nos gustan las mujeres dulces y tranquilas, capaces de cortarte las uñas de los pies si te quieren, y los amigos y los bares sin ruido.
De las siete novelas en las que participa, ¿en cuál se ha sentido más a gusto?
Ha escrito siete novelas en las que salgo yo. Sólo he leído la primera, “Un beso de amigo” y no entera. Me da igual lo que escriba, siempre miente.
¿Qué echa de menos del Toni Romano de hace unos años?
Lo que echo de menos de mí mismo: más futuro.
¿Sigue amando Madrid o huye de ella?
No creo que nadie, en su sano juicio, ame Madrid. Ahora esta jodida e inhabitable ciudad está llena de “pijoliberales”. Alguno de ellos, ni siquiera saben que lo son.
Cuando está en Madrid, ¿se sigue moviendo por Malasaña?
Sí, viene por Malasaña y nos tomamos unos vinos o unos vermús en silencio en algunos bares que aún quedan. A veces lo compartimos con alguien, algún sobreviviente, masculino o femenino.
¿Comparte Juan Madrid los premios con usted?
No sé si comparte los premios. Con los que merecen la pena comparte tiempo, un tesoro. Por lo que sé de él, el mayor premio que ha conseguido en la vida, es poder escribir y mandar a la mierda a algunos sujetos que se lo merecen. Y eso lo sigue haciendo.
¿Sigue manteniéndose en forma o el tabaco y el alcohol ya no le dejan?
Nunca ha estado en forma, según creo. De todas maneras, las peleas las ganan los desesperados y los que gastan más y mejor mala leche, no los que están en forma. Según tengo entendido no hace más que perder peleas, la última fue hace tres años. Le rompieron el pecho de la primera patada, la segunda le desgració la ceja derecha.
¿Qué le sobra y qué le falta al Madrid de hoy?
A Madrid le sobran pijos, neoliberales, lacayos del sistema, atorrantes, periodistas baratos, críticos que aún no han aprendido a leer por segunda vez, banqueros, muñidores políticos y partidarios de la doble verdad, la doble moral y la doble contabilidad y las seis formas de ser fascista, algunas de ellas casi camufladas con todas las formas de peinarse.
¿Qué opinión le merece la policía de hoy?
La existencia de la policía, de todas clases, evidencia que el sistema crea ladrones, de guante blanco y sin guantes. Unos roban para comer y porque no saben qué hacer. La policía es la principal garante de la existencia de un sistema social que genera hambre, desesperación, delitos y desigualdad de clases.
Cuando va a Barcelona ¿queda a tomar un trago con Andreu Martín?
Tengo entendido que JM sigue siendo amigo de sus amigos. Y si va a Barcelona va a verlos, incluido Andreu Martín.
Para usted, ¿cuál es el autor que mejor ha reflejado los bajos fondos de una ciudad?
No hay que creer mucho en lo que dice JM. Es mejor leer sus libros. Yo no lo hago, claro.
¿Le hubiese gustado llegar a comisario?
Nunca llegaré a comisario. Entre otras cosas porque dejé la policía en 1976, asunto que JM debería conocer.
Un abrazo, Molécula.
Respuestas de Antonio Carpintero, llamado por JM “Toni Romano”
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