Julio Castedo con "El fotógrafo de cadáveres" hace un retrato de los padecimientos de la Primera Guerra MundialJulio Castedo es un médico especializado en Neurorradiología que trabaja en un par de hospitales de la provincia de Madrid, “tengo una vocación de la medicina más cerebral y elaborada, sin embargo, con la literatura tengo una vocación más impulsiva, incontrolada. Es algo consustancial en mí desde la juventud, es una forma de huir de la realidad”, explica el escritor madrileño. Ya con dieciséis años siente el impulso de escribir, primero relatos cortos y poesías, hasta que llega el momento del desafío, de atreverse a escribir textos más largos y elaborados, “al principio no me creía capaz de escribir una novela, pero rondando la cuarentena llegó el momento de intentarlo y hacer”, dice en la conservación que ha mantenido con TodoLiteratura, aunque antes ya había publicado libros sobre cine, una pasión de la que no puede huir. Su libro Las cien mejores películas del siglo XX ha sido, de momento, el más vendido. Cuando se le pregunta por la que él cree que es la mejor película del siglo pasado responde que “cada vez digo una película. Antes solía mencionar como la mejor a Ciudadano Kane, ahora podría añadir también El Gatopardo o Centauros del desierto”, aunque podría añadir otras más. Esta afición al cine se muestra en su literatura. Quizá por eso escribe de forma muy visual, con capítulos cortos que bien podrían ser escenas de películas que plasma como daguerrotipos. El fotógrafo de cadáveres es su tercera novela, antes había publicado Apología de Venus en 2.008 y El jugador de ajedrez en 2.009. Curiosamente escribió primero la última, que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial. Con la novela recientemente publicada que escribió el año pasado cierra un ciclo sobre las guerras mundiales; pese a tratar de guerras, afirma que “mis novelas son profundamente anti-belicistas”. Eso se nota en la lectura de su obra porque no relata movimientos de tropas. Cuenta los padecimientos que los jóvenes soldados austríacos sufrían en las trincheras, “es la única de mis tres novelas publicadas en la que utilizo conocimientos de mi profesión médica, los sufrimientos de los soldados a causa de la fiebre de las trincheras que propaga el piojo de la rata eran moneda común en el frente de batalla”, señala Julio Castedo. Uno de los protagonistas, Arthur Klammer, joven soldado de veinte años, nihilista e introvertido, que se ve obligado por la edad a participar en la guerra es uno de tantos militares que padecen esos males. Muchas de las citas literarias que tiene la novela proceden de este protagonista que tiene mucho de escritor y que el autor utiliza de alter ego juvenil en la novela. El otro protagonista, y principal, es Stefan Adler, el famoso fotógrafo vienés que contratan las damas de la Cruz Roja para fotografiar a los cadáveres de los hijos de la alta sociedad austriaca muertos en el frente. La historia se va desarrollando en paralelo hasta que las dos líneas confluyen en una única. El primero desde las trincheras donde el frío, la humedad, las enfermedades como la neumonía campaban a sus anchas; el último desde la orilla del hospital de campaña fotografiando a los jóvenes fallecidos. “La historia está planificada de una forma muy visual, que tendría una fácil adaptación al cine, aunque no está hecha de forma deliberada, con una trama y una sub trama que terminan confluyendo”, cuenta el novelista madrileño. Para escribir la novela “he tenido que documentarme muchísimo”, dice, ya que la Gran Guerra no ha sido muy tratada y menos en España donde se ha visto bastante lejana. Sin embargo, en una conversación con su amigo Carlos, apareció el oficio de fotógrafo de cadáveres y le llamó poderosamente la atención, hasta el punto de dedicar una novela al tema. Julio Castedo reconoce que le dio muchas vueltas a la forma de la novela antes y durante su escritura. Para él, “una buena idea no hace una novela, sí un buen desarrollo dramático”, específica. Es su libro un drama clásico con un fondo histórico, lo que le aleja de una novela de guerra o un thriller bélico. Su novela conmueve y sorprende al lector tanto en su desarrollo como en la forma. Comienza con el magnicidio de Sarajevo, “un atentado de corte nacionalista. Bosnia estaba recién anexionada a Serbia, para construir la Gran Serbia que luego sería realidad después de la Segunda Guerra Mundial con Yugoeslavia”, relata. Al final, todos conocemos en qué ha acabado ese sueño eslavo. En la desmembración de un país unido artificialmente. Para los escritores que comienzan, cada día es más difícil publicar. Julio Castedo envió El fotógrafo de cadáveres a unas diez editoriales. Tres le respondieron y escogió la editorial Plataforma porque le pareció que tenía la mejor distribución de todas y el editor Jordi Nadal le pareció una persona seria y, a la vez, innovadora. Su cuarta novela ya la tiene escrita, a falta de unos ligeros retoques. Se trata de un texto histórico del siglo XIV español. “Me gusta la buena novela histórica, para mí el canon sería Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar o La muerte de Virgilio de Hermann Broch. “Mi novela no tiene nada que ver con lo que se publica en España. Lo mío sería una anti novela histórica”, concluye el autor. Puede comprar el libro en:
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