Fabio Volo ha vendido más de cinco millones de libros de sus seis libros
Este fenómeno de masas ha vendido más de cinco millones de libros de sus seis obras hasta ahora publicadas, un escritor que dice escribir “historias sencillas, cuento situaciones con las que la gente puede empatizar, identificarse y, hasta, soñar”. Pero sus historias no son tan sencillas, la mente humana y sus motivaciones a veces son imprevisibles, su literatura también es imprevisible pero tiene un ingrediente que es la humanidad, que hace que tenga sentimiento que atrae a los lectores.
Su trayectoria literaria comenzó hace diez años y la ha ido construyendo poco a poco. “He tenido la suerte que cada libro que he escrito ha vendido el doble que el anterior. Muchos de ellos me han ido siguiendo a lo largo de mi carrera, otros han leído un libro y han buscado posteriormente los anteriores”, cuenta Fabio Volo que hace once años fue el presentador estrella de la versión italiana de “Caiga quien caiga” durante tres años. “Mi primer libro sí podía tener influencia del programa”, señala. Luego su literatura ha ido evolucionando y alejándose del estilo agresivo del famoso programa.
Pero él ha seguido involucrado en la televisión. En la actualidad mantiene un programa, “Volo in diretta” en la cadena RAI 3 y también en la radio, donde hace un programa con entrevistas, monólogos y música. Mucha música. En 1994 grabó un disco de música dance y en sus novelas mete muchas referencias a la música, sin embargo en La primera luz de la mañana solo hace referencia a unos nocturnos de John Field.
La novela está escrita en primera persona, dividida en dos partes que se va alternando. Por un lado, es un diario que la protagonista, Elena, va escribiendo casi todos los días y, por otro, es la reflexión de lo que ha ido escribiendo, haciendo hincapié en sus motivaciones. En el libro vamos descubriendo dos Elenas, “la primera no es que fuese cobarde, no era consciente de la situación en que vivía”, explica Fabio Volo.
Elena vivía un matrimonio convencional, la consecuencia de una educación caduca que fijaba sus objetivos en casarse y sentar la cabeza, por eso, elige un marido, Paolo, con el que nunca va a tener una relación de verdadera intimidad. “Yo no tengo nada contra el matrimonio pero, desde luego, el matrimonio no es la solución a la soledad”, señala Fabio Volo. Pero da una receta para que un matrimonio funcione como una máquina de relojería, “para ser felices tienen que ser un hombre y una mujer, no un esposo y una esposa”.
La relación con su marido estalla cuando conoce a un publicista que terminará convirtiéndose en su amante: “él, único personaje de la novela que no tiene nombre, es el instrumento que le da a Elena el valor para enfrentarse al fracaso de su matrimonio. El amante es el instrumento para dinamitarlo, pero no es la respuesta. Hace que Elena se convierta en una segunda mujer más valiente y decidida”, cuenta el escritor italiano.
La protagonista descubre el placer demasiado tarde, entonces se da cuenta de lo que realmente quiere
“Elena descubre el placer demasiado tarde, con 38 años, es la adolescencia, la juventud el tiempo para experimentar, cada cosa hay que vivirla en su momento”, dice sobre la protagonista. Pero ese placer que encuentra la hace tomar conciencia de lo que realmente es, más aún, de lo que quiere ser. Cuando lo descubre le da el valor para cambiar su vida, pasar por el sufrimiento como una experiencia más y convertirse en lo que quiere realmente ser.
Fabio Volo lo explica claramente cuando dice que “prefiero sentir profundamente a comprender. Partiendo de sentirse a uno mismo se puede sentir y entender a la pareja”. Ese proceso le ha hecho ponerse en la piel de una mujer. Al principio, en la novela, Paolo encontraba el diario y se establecería un diálogo entre ellos; el autor prefirió centrarse sólo en la parte femenina y es la propia Elena la que explica lo que iba escribiendo.
“En las mujeres hay una actitud de mucha fuerza, están diseñadas para ser madres, es decir para dar mucho amor, lo cual desde el punto evolutivo es una gran ventaja”, señala Fabio Volo. Cuando Elena sufre su catarsis, a causa del amante, se convierte en una mujer fuerte, que sabe lo que quiere, que sabe lo que necesita y que es capaz de encontrar su propio espacio, “el saber escuchar aporta mucha a las parejas”, su último encuentro tiene mucho de eso, escuchar, comprender, compartir.
Fabio Volo se ha metido en la piel de una mujer, “no ha sido ni fácil ni difícil, ha sido diferente”, afirma. Lo que él quería es que fuese creíble, por eso, según escribía se lo iba dando a alguna amiga para ver si realmente era creíble. “Ahora las mujeres compran mi novela y se la regalan a sus novios, para que aprendan la psicología femenina que no conocían”, dice irónico pero con toda la razón, ya que la novela es creíble y parece haber sido escrita por una mujer. No por la parte femenina de un hombre, que es distinto.
Sorprende Fabio Volo con una novela femenina que no feminista, donde las mujeres son más maduras que los hombres. Una novela íntima e intimista que mantiene una tensión dramática lúcida y distinta. Conoce Fabio Bonetti (Volo es un seudónimo que cogió del título de una canción de su disco), la idiosincrasia de las mujeres. Leer La primera luz de la mañana es como inyectarse en vena una sesión de canciones italianas de los ochenta. Se podía decir que es el Eros Ramazotti, de quien es amigo, de la literatura italiana. Quién lo iba a decir del doblador de Kung-Fu Panda al italiano.
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