Por cierto, no deja de sorprendernos. Después de empapelar a Revilla, se ha puesto las pilas y va a por todas. De momento, a por su ex princesa rubia de labios carnosos, conocida campechanamente como “Corinna”. Es lo que tiene la conectividad globalizadora de los Medios. Nos dan tanto la brasa con las celebrities que llegas a coger cariño a gente que no conoces de nada. O incluso, que te daría por saco conocer. Pero al final les dedicas un trato familiar y hasta les llamas por sus nombres: Corinna, Jéssica, Begoña (yo no, la otra), Tamara, Letizia o Leonor.
Ninguna necesita el apellido. Esta es la parte positiva del asunto. La negativa es que cuando diga el emérito “no hay dos sin tres”, la tercera en ir pa’lante podría ser Bárbara Rey. La prensa no descansa, tío, es el ojo que nunca se cierra. Y como estaba previsto, han vuelto a pillar a Leonor. Después del beso que-nunca-se-vio en los carnavales de Brasil, la han fotografiado en bikini en una playa de Montevideo. Un paraíso de arena blanca y mar azul. Fíjate que, yo en su lugar, ni me molestaría en buscarme la excusa de maniobras militares. Iría de playa en playa y tiro porque me toca. El pueblo está a lo suyo y nadie te lo va a agradecer, Leonor. A vivir que son dos días.
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