Eso ha hecho que el autor de esta obra, se lance a presentar 21 gotas de imaginación que pretenden calar en la piel metálica de los próximos androides, desde más de dos decenas de visiones diferentes, en un intento de explicar esta nueva invasión que está dispuesta a atacar la Tierra, desde todos sus flancos. Esta vez no lucharemos contra otros seres humanos, contra otras razas, contra otras concepciones de lo espiritual y lo terrestre. La lucha será contra el resultado de nuestro propio ingenio. Hordas de combatientes sin sangre, con fáciles piezas de recambio, movidas por nuestra propia matemática, nuestra propia física, nuestras propias ambiciones, disfrazadas de algoritmos. La IA empezó a generarse buscando esclavos mecánicos y digitales que realizaran los trabajos duros que nosotros no deseábamos hacer. Sus clarines y trompetas ya suenan en la lejanía y corremos el riesgo de que los cautivos terminen siendo los Amos. 21 historias y reflexiones para prevenir, en nuestras conciencias, los malos augurios.
El autor tiene, sin duda, una particular forma de afrontar la escritura de sus libros. Cree en la diversidad, en los infinitos puntos de vista desde donde abarcar todo cuanto pretendo decir. Nunca me gustaron los enfoques únicos, las miradas fijas que sólo ven un trozo del panorama que, como escritor, se pasea delante de mi, en cada obra. Los seres humanos llevamos cientos de años dejando constancia de ese enigma al que los simples llaman “la realidad”. Y, en su opinión, hemos conseguido bastante poco, como meros y volátiles espectadores, incapaces de ahondar en las entrañas de la tierra que pisamos, amar -en todo su posible espectro-, a las personas que nos rodean, comprender los diversos mundos que nos circundan: vegetal, animal, mineral o acuático. Más que saber, imaginamos, cada uno desde su perspectiva descompuesta, a medio hacer, permitiéndonos dictámenes que no conducen a ningún lado. Cuando morimos, no nos vamos creyendo que somos sabios. En esa maldita hora, se rompen todos nuestros esquemas y pensamos que nos falta tiempo. En resumen: sabemos que somos un fracaso, que emprende un viaje hacia el abismo.
Por eso, todas sus obras empiezan, cada capítulo, con algunas frases de autores famosos que ahoyaron los temas, las preguntas y los caminos antes que yo. Así evito repetir los senderos que se bifurcan con cada nacimiento. Probablemente estoy equivocado. Pero aseguro que he intentado siempre ser honesto con el fantasma que le acompaña, desde ese interior que desconocemos y siempre ha escuchado y escucha con toda su atención.
Puedes comprar el libro en: