- ¡Tanto esperar, tanto esperar! ¿Pa qué? ¡Pa ná!
- Eso digo yo, Vani. Cuando eres adolescente, quieres crecer rápido y ser mayor; cuando llegas a la edad de las responsabilidades -léase, en los tiempos modernos más de treinta y tres abriles- , quieres ser jubilado marchoso y rico, y cuando, por fin, lo consigues -jubilado, no rico- y vives de los pocos que trabajan -menos de los que dice el gobierno y más si hablamos de la economía sumergida-, quejándose -como tú hacías antes-, te gustaría dar marcha atrás y volver, casi, a la lejana tierna infancia o a la loca juventud desnortada de días gozosos en Ibiza tocando el tambor cuando el sol se oculta para morir y renacer.
- Sigo pensando que nacemos al revés, Puri. Aparecemos como adorables y rollizas criaturas -no siempre guapas-, y nos vamos de este mundo imperfecto cuando estamos hechos una mierda de pringar, resistiéndonos como cosacos rusos antiguos queriendo alargar la estancia en el hotel -la mayoría de una estrella-, aunque sean ya las doce “p.m.”. Y lo peor, dando por culo a los que tenemos al lado sin darnos cuenta, la mayoría de las veces, de que abusamos de su amor y paciencia incondicional y desmedida.
- En efecto, pequeño saltamontes, voy a pedir que lo cambien como hace el gobierno con la hora, para jorobar. En la próxima reencarnación quiero nacer como Brad Pitt en la película El curioso caso de Benjamin Button, basada en un cuento de F. Scott Fitgerald. Arrugaíta y fea como un gusano larva asqueroso, pasar por crisálida y llegar a la madurez convertida en una bella mariposa.
- ¡Joder, tía! ¡Cómo te va la metamorforsis completa! Lo que incluye una transformación, en tu caso, íntegra que no solo se refiere al cambio físico… ¡Tú necesitas una renovación estructural total que incluya el carácter y no sólo la biología!
- Tía, me niego a ser agua pasada. Quiero jubilarme y armarla gorda…
- Se te pasó el arroz, Catalina. Empieza el tiempo de percibir la prestación económica de parte de la Seguridad Social porque cesó la carrera del galgo, léase, tu vida profesional mundana. Y comienza el declive, la invisibilidad, el ostracismo, la exclusión y el aislamiento por parte de una sociedad que te llama vieja, porque tu experiencia y sabiduría no les sirve a otros. Todos quieren equivocarse -o acertar- por sí mismos.
- ¡Que te den, colega! jubilación significa ¡gritar de alegría! Y proviene del latín iubilare y de una celebración judía en la que el hombre se tomaba un año sabático para reflexionar, con júbilo, de los conseguido a lo largo de su vida.
- Otros dicen que viene del hebreo yobel, un sonido típico que emite el cuerno de los machos cabríos usado para anunciar el inicio de un año especial… Y tu año sabático será hasta que la casques…
- Mira, tía, me la pela Marielena. No vamos a ahondar más en la historia antigua que para eso está el tío Google y los que se lo inventan. Vamos a centrarnos en ese renacer de bellas mariposas que tenemos a la vuelta de la esquina.
- Ja, ja, Puri, que me meo, como diría la Tranqueta de las Ventas. Se te ruedan las tejas…
- Vani, vamos a jugar siempre la mano que nos toca y hay un tiempo para todo… el secreto está en no dejar escapar las oportunidades irrepetibles que se van a presentar, sin duda. ¡Ghosting a la gente porculera del pasado! ¡next al trabajo anterior, nos gustara o no! ¡Renacer negociando con los años y la soledad si no hay otra cosa! Y a disfrutar con un nuevo comienzo.
- Estoy living contigo, pero te seguiré cual perrillo faldero, aunque estés perdiendo la coherencia y me tengas ejangoliá.
- No seas efocá, ni haragana, ni pejigueras, Vani. ¡Seremos las saltacorrales de la tercera edad! Haremos las locuras que no hicimos de mozas; disco, turisteo, gym…
- Literal, Puri. Hablas cantidad de personal, tía, y asusta tu entusiasmo desmedido con tantas mastrajás.
- ¡Ay, pequeña lepidóptera! ¡Empieza el último sueño!
- De momento he cogido el Catálogo de Rutas Culturales de la Comunidad para mayores de sesenta y cinco que, aunque dicen que no comes en siete días y te alojas en zonas periféricas a la movida, en hoteles de menos dos estrellas, te llevan y te traen a la carrera en viajas irrepetibles.
- ¡Y tanto! Te inflan a espaguetis boloñesa y a brócoli salteado sin gusto. Como para volver…
- ¡Joder, aguafiestas! Pues vamos a apuntarnos al gym como hacen todas la primera semana de no madrugue…
- A ver, tía, otro error. Van pensando, ellas, en echar músculo en los brazos para que no se descuelguen los alerones y ellos en adquirir tableta. Pues ni lo uno ni lo otro, aunque, además, hagan cinco largos en la piscina olímpica. Y si no, que se lo digan al de los ojos bonitos -J.E.-, que ha perdido ocho kilos –y está bien bueno, por cierto- pero de chocolate nada de nada. Razón tenía Caballo Loco con eso de ¡cuanto cuerpo desperdiciado…!
- A este paso sólo nos queda la música, porque hay marchosos en forma que ya pasan de los y cinco varias veces… Como Bruce Frederick Joseph Springsteen, the Boss.
- ¡Tableta y músculos en un solo body, tía! ¡Fuera Rutas Culturales para mayores!, ¡a la merde ejercicios en silla para viejecitas con rodillas artrósicas! ¡Nos vamos el 11 de junio al Olympiastadion de Berlín a verlo en directo!
- Tía, si también actúa el 21 y el 24 en el Reale Arena de San Sebastián…
- Sí, pero Alemania está más lejos y habrá que viajar y “gritar de alegría”… ¿Sí o qué?
- ¡Cien por cien, tía! ¡Cien por cien!