www.todoliteratura.es
Daniel Campos
Ampliar
Daniel Campos (Foto: Cedida por la editorial)

El periodista Daniel Campos publica la historia real de un infiltrado

Entrevista con el autor de "Guerrilla Lavapiés"
Por Javier Carrascosa
x
luisjaviercarrascosa@gmail.com
domingo 23 de marzo de 2025, 12:11h

Daniel Campos (Madrid, 1981) periodista y exdirector de comunicación del Ministerio de Interior, acaba de publicar "Guerrilla Lavapiés" con la editorial Ediciones Península, del grupo Planeta, En el libro Campos narra la historia real de un infiltrado en los movimientos sociales de Madrid a principios de los 2000. El autor se ha documentado a través de más de 20 entrevistas a un agente infiltrado.

Guerrilla Lavapiés
Guerrilla Lavapiés

“Guerrilla de Lavapiés” es el título de su libro ¿qué le lleva a investigar esta zona de Madrid y a escribir sobre los movimientos radicales de la época?

Realmente la elección del tema y del escenario fue por pura casualidad. Como muchos periodistas, siempre tuve el deseo de escribir un día una novela, pero las urgencias de la rutina siempre me llevaban por otros caminos. Hasta que me tope con la historia de “Guerrilla Lavapiés”, como digo, de forma fortuita. Un amigo me habló de un compañero suyo policía con una historia singular, y un día tuve la oportunidad de conocerle tomando un café. Y fue un flechazo narrativo, tanto por la historia que me resumió entre sorbo y sorbo, como por las características del propio personaje. Y fue una feliz coincidencia ya que Lavapiés es mi barrio, donde nació mi abuelo y donde mi bisabuela vendía boquerones fritos, y siempre aspiré a poder escribir algo que aprovechase el enorme potencial narrativo de este barrio tan especial.

En la novela se describe muy bien el barrio ¿ha vivido en él?

Ahondando en los descrito en la pregunta anterior, no solo he vivido en él, si no que lo hice precisamente en los años narrados en “Guerrilla Lavapiés”. Participé activamente en los movimientos que se describen en la novela, visité los mismos lugares que su protagonista y sufrí las mismas resacas, lo que me ha felicitado enormemente el poder recrear escena y componer colores y aromas. Lavapiés, como decía, tiene un enorme potencial narrativo y se merece una y mil novelas.

Desde su punto de vista, ¿estos movimientos “alternativos” podían desestabilizar al Poder?

La puesta de largo del movimiento Antiglobalización preocupó a las fuerzas del orden de medio mundo. Fue en Seattle, en 1999, donde cerca de 100.000 manifestantes, llegados de todo el mundo y formando una masa multicolor y variopinta, pusieron en jaque a la primera economía del mundo, ganando la batalla urbana a la Guardia Nacional y consiguiendo paralizar una reunión de la Organización Mundial del Comercio. Para los ministerios del Interior de muchos países quedó patente la capacidad desestabilizadora de este movimiento. A lo que hay que añadir algo fundamental que a las fuerzas del orden les sueles mover al miedo: no entendían el movimiento. Como se refleja en la novela en palabras de un alto de mando del Ministerio del Interior español: “¿Pero qué quieren?, si no hay paro, si les hemos quitado hasta la mili…”. Y de ahí la necesidad de obtener información y tratar de controlar el fenómeno desde dentro.

Leyendo su libro veo que refleja las dos “clases sociales” que se podían encontrar en los centros alternativos: los que decidían y tomaban las decisiones en los centros autogestionados y los que se dedicaban a limpiar, a controlar a la policía, etc..¿ ha hablado con personas de los dos bandos para reflejarlos en el libro?

Detrás del libro hay un amplio trabajo periodístico de cotejo de fuentes y de comprobaciones. La base es, evidentemente, las largas entrevistas que pude mantener con el infiltrado, que fueron complementadas con muchas otras voces y bases documentales. A lo que se suma, como decía, mi propia experiencia personal en esos años, que ha felicitado el retrato de una época y de un movimiento.

En los extrarradios de Madrid en los años 80 y 90 ya había ocupaciones de antiguas fábricas, imprentas, etc. convertidas en centros sociales alternativos. ¿Qué le llevó a elegir el centro social el Laboratorio?

El auge del movimiento okupa a lo largo de los años 90 multiplicó los lugares utilizados a estos efectos, especialmente en el sur de Madrid. Algunos de ellos aparecen de hecho en la novela, como es el caso de La Casika, en Móstoles. Dentro del fenómeno, El Laboratorio, en sus distintos emplazamientos, acabó convirtiéndose en el buque insignia del movimiento en Madrid, por sus dimensiones pero también por su capacidad de alcance mediático y social. Así lo demuestran las movilizaciones que se produjeron tras sus desalojos, en plural. En este contexto, para la Policía Nacional se convirtió en un objetivo preferente para la captación de información. Por eso para ellos fue tan interesante encontrarse con David/Alfonso, el infiltrado, un chaval de Lavapiés con las aptitudes necesarias para la misión.

¿Le ha costado documentarse para escribir este libro?

El trabajo ha sido amplio pero muy gozoso. Por fortuna, fue una época ampliamente documentada en los medios oficiales pero también en los medios alternativos que los albores de internet pusieron a disposición del movimiento, y que este quizo y supo aprovechar. Siempre digo en broma que, a pesar de no haber estado nunca en la ciudad italiana de Génova, el trabajo para documentar esta parte de la historia fue tan intenso que creo que podría hacer de guía turístico por la ciudad.

¿El libro lo escribe con alma de periodista o de escritor?

Qué gran pregunta. Pues quizá con ambas. La actitud que he adoptado frente a esta historia, a la hora de componer el libro, ha sido fruto de una reflexión más amplia y que viene de lejos. No solo ante los libros, también a la hora de realizar documentales, que es mi ocupación actual, he llegado a la conclusión de que son imprescindibles ambas facetas. De esta forma, la base, la materia prima, debe obtenerse siempre con las herramientas de periodismo: fuentes, comprobaciones, rigor. Pero, a la hora de ensamblar esa historia, hay que permitirse adoptar una voz de narrador con la que saber conjugar con los ladrillos de realidad elementos como ritmo, intensidad y contenido. Esa es mi apuesta.

¿Está todo contado o por el contrario ha tenido que censurarse a la hora de relatar algunos acontecimientos que no aparecen en el libro?

Mi único límite ha sido el periodismo. Es decir, hay cosas que sí se han quedado fuera por no poder comprobar con elementos de cotejo externo. Sobre todo sobre materias que podían suponer atribuir a terceros hechos graves. En esos casos, manda la prudencia.

¿La carrera de un policía infiltrado es para toda la vida?

La carrera, no, pero las consecuencias, sí. Un patrón común de los infiltrados son las secuelas que arrastran, sobre todo en el plano psicológico. Imagino que las mismas se derivan de la naturaleza misma del trabajo de un infiltrado, obligado durante meses o años a vivir una doble vida, a interpretar tan intensamente un papel que al final es difícil distinguir cual es la careta y cual es la realidad. Una dicotomía que acaba pasando factura, incluso arrastrando a una especie de espiral auto destructiva donde el infiltrado busca, a veces inconscientemente, reventar su tapadera y ser al fin descubierto. De hecho, de las experiencias de este tipo que he podido conocer, creo que Alfonso/David es uno de los que mejor parados ha salido.

Puedes comprar el libro en:

https://amzn.to/41OF7Nm
Daniel Campos
Ampliar
Daniel Campos (Foto: Cedida por la editorial)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios