Otra coincidencia es que, en los escenarios de la novela, las islas del Canal de la Mancha, Guernsey y Alderney, fueron de dominio alemán durante la Segunda Guerra Mundial y en esta última hubo un campo de concentración para trabajadores, muchos de ellos exiliados republicanos españoles en Francia. Allí trabajaron y vivieron, sobre todo en Alderney, construyendo bunkers y fortalezas. Precisamente, estas islas fueron los últimos territorios que se rindieron a las tropas aliadas.
La historia de “El esplendor” sigue las vidas de César y Rebeca, dos jóvenes de veintitantos años que están impulsados por su ambición y su deseo de alcanzar el éxito financiero. Su búsqueda de riqueza los lleva a investigar la herencia de un hombre fallecido, Juan Vendrell. Sin embargo, lo que comienza como una simple búsqueda de dinero pronto se convierte en una aventura llena de giros inesperados.
La trama se desarrolla en una pequeña isla del Canal de la Mancha llamada Alderney. Este lugar, que parece idílico a primera vista, esconde una élite social con características perturbadoras y un pasado oscuro relacionado con la ocupación nazi. Martínez destaca que “la historia no solo es ficticia, sino que también está basada en hechos históricos reales que se irán revelando a medida que avanza la novela”.
Agustín Martínez sabía desde antes de escribir su nueva obra que “este proyecto era algo que yo sabía que iba a hacer, pero necesitaba encontrar el hueco para escribir en solitario. No he notado el cambio de trabajar en equipo o trabajar solo. En este tiempo hemos escrito siete novelas como Carmen Mola y he tenido la suerte de escribir esas siete novelas con Antonio y con Jorge. De ellos, he aprendido mucho”, apunta.
“Mi sensación es que el escritor que había antes de Carmen Mola era peor o que el Agustín Martínez que hay ahora es mejor que el que había antes. Creo que escribo mejor, que manejo mejor el ritmo dentro de la novela y que he aprendido mucho porque son siete novelas escritas con gente de muchísimo talento. Ese es el cambio que noto”, se sincera el escritor murciano.
Para el autor del Grupo Planeta, “El resplandor es un thriller muy psicológico y la trama es muy complicada porque cuenta una historia ciertamente original que empieza por el medio y donde hay un gran flashback en la segunda parte. Hay una intención un poco caleidoscópica dentro de la novela. Es una novela que habla mucho sobre qué es verdad y qué no es verdad. Sobre impostores, sobre gente que finge su identidad. Y para mí una manera de contar eso era ir descubriendo poco a poco la verdad desde diferentes puntos de vista. Eso ocurre con el informe de Rebeca y las grabaciones de las cintas que le da Victoria. Entonces son como diferentes elementos que están hablando sobre lo mismo. Sobre la historia que hay alrededor de los dos personajes. Y sobre una serie de sucesos que ocurren”.

“La verdad es algo que se va construyendo en función de los relatos de cada uno de los personajes”
“Las informaciones de esas versiones son un tanto parciales. De ahí viene esa intención mía, ese deseo de contar desde diferentes lugares, porque la verdad es algo que se va construyendo en función de los relatos de cada uno de los personajes. Y yo apuesto por esas estructuras de tiempo. Que si están bien construidas el lector puede entrar y creo que es muy divertido poder hacerlo”, explica el autor.
En la primera parte del libro es César el que va contando la historia. “Es como ir haciéndote un esquema en la cabeza de qué es lo que ha pasado. Digamos que está describiendo el paisaje, pero luego cuando empiezas a leer la segunda parte no es igual. Aun viviendo lo mismo, dos personas, en este caso un hombre y una mujer, ¿lo pueden percibir todo de diferente manera? Por supuesto que sí”, desgrana Agustín.
“Todo es muy subjetivo. Las sensaciones, lo que significan los acontecimientos para cada uno de ellos. La vivencia y cómo impacta en cada uno de ellos es distinta, en César y en Rebeca. Aparte, son personajes que han estado ocultando parte de su identidad. Ese juego de ocultación también empieza dentro de la historia”, expone el escritor.
Puedes vivir con una persona y llegar un día en que te diga: no te conozco
En la conversación, van surgiendo los giros que van apareciendo en el libro. “Parece que Rebeca tiene más información. Es la que maneja más todo. Porque lo vivió antes y luego regresó a Madrid con ese secreto. Ella es la que oculta más que César. Ella oculta más en presente, él oculta más en pasado. En cierta ocasión Rebeca le dice a César: no te conozco. A mí, había un tema que me parecía muy interesante, que es vivir con alguien, estar enamorado de alguien y de repente un día se te encienda la luz y dices, es que no conozco”, explica Agustín.
“De repente, he descubierto algo sobre esta persona que me demuestra que no la conozco. Me parecía algo que me daba un poco de miedo, por un lado, y que me parecía muy interesante para explorarlo, por otro. La realidad es que César y Rebeca son unos veinteañeros, son un par de chavales muy ambiciosos y que están dispuestos a sortear la moral y a estar en un lugar muy difícil”, nos avanza el escritor.
Para Agustín, “hay muchos personajes de la novela que están intentando eliminar el pasado, están intentando quitarlo de en medio. Cuando hablamos de la isla de Alderney hay un intento de borrar el pasado. Y lo que está pasando, lo que sucede a lo largo de El Esplendor, lo que están como luchando varios personajes, sobre todo Rebeca y César, es que es algo inevitable. El pasado está ahí y por mucho que intentes eliminarlo y crearte una identidad nueva, una personalidad nueva, como si esto no hubiera sucedido, va a aparecer, y va a surgir el pasado. En un momento dado ese pasado aparecerá y te pillará de alguna forma. Esto es de lo que van huyendo, lo que van intentando evitar y que termina siendo el gran conflicto”.
“Con El Esplendor, he podido dedicarle el tiempo que pensaba que necesitaba, ir encontrando las piezas para que se terminara de conformar todo el universo. Y en esa búsqueda siempre hay algo de casualidad. Siempre hay algo como hallazgos felices en la documentación o en el proceso creativo”, cuenta Agustín, que apunta que no tenía prisa por publicar este libro, pero, sin embargo, ha sido el primer Mola en hacerlo.
Para concluir, Agustín Martínez nos señala que es lo que cree más fundamental en una novela: “Todo es importante. Al principio, siempre pienso que la trama es muy importante porque es lo que hace que el lector llegue al final del libro. Pero también es lo primero que se olvida. Cuando has terminado de leer un libro y pasa un tiempo, la trama no la recuerdas exactamente. Sin embargo, creo que hay dos cosas que permanecen. Que son los personajes y la atmósfera de la novela. El universo de la novela. La sensación de haber estado en un lugar concreto dentro de una novela”, finaliza.
Evidentemente, uno de los aspectos más destacados de "El esplendor" es la complejidad de sus personajes. Agustín Martínez ha trabajado arduamente para crear protagonistas que no son simples estereotipos, sino individuos con motivaciones profundas y conflictos internos. A lo largo de la novela, los lectores tendrán la oportunidad de explorar temas relevantes y provocativos que invitan a la reflexión.
Con "El esplendor", Agustín Martínez no solo ofrece una historia de suspense y misterio, con un alto contenido psicológico, sino que también plantea preguntas sobre la ambición, la moralidad y el pasado. Esta novela es una invitación a explorar la oscuridad que puede esconderse detrás de las apariencias, y a reflexionar sobre las decisiones que tomamos en la búsqueda de nuestros sueños. Los fanáticos del thriller psicológico y los nuevos lectores por igual, encontrarán en esta obra una experiencia rica y emocionante.
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