Esta novela histórica comienza en 1772, en una Europa marcada por la agitación, donde un noble inglés conocido como John Howard decide dejar atrás la comodidad de su mansión para emprender un intenso viaje a través del continente. Su objetivo es mejorar las condiciones de vida en prisiones y hospitales, donde los abusos y las epidemias destruyen las esperanzas de quienes se encuentran allí. En esta misión, Howard cuenta con la compañía de su sirviente Thomasson y una misteriosa mujer llamada Camille. Pronto se darán cuenta de que no están solos; muchos enemigos del noble desean que su expedición fracase. A medida que avanzan, las sospechas y la tensión comenzarán a crecer entre los viajeros, y conforme sus relaciones se vuelvan más cercanas, también surgirán sentimientos confusos, perturbadores y difíciles de controlar. ¿Cómo entiende la literatura José A. Fortuny? ¿Catarsis, necesidad, desahogo…? Un poco de todo, pero principalmente como un excelente ejercicio para mantener la mente en forma, y una ventana abierta para comunicarme con los demás ¿Si se quiere se puede o eso es una falacia? Una falacia como una catedral. Evidentemente, tener ganas y empuje es importante, pero no todo es querer y poder. Esto es falso. Es una falacia inventada para no tener que asumir que las personas con diversidad funcional (y otros colectivos) necesitamos ayudas, calles accesibles, etcétera. Por mucha fuerza de voluntad que yo tenga, te aseguro que no puedo subir los bordillos de una acera por mí mismo. Pero siempre es más fácil acudir a esta frasecita que asumir responsabilidades. Howard luchó por hacer que muchos lugares de este mundo fueran mejores. De alguna manera, ¿esta historia tiene que ver con su lucha personal para hacer que las personas que sufren sigan luchando contra el dolor? No tiene mucho que ver conmigo. En todo caso, más que luchar contra el dolor, es luchar contra las injusticias y contra la gente que preferimos apartar de la sociedad. Las penitenciarías de nuestro tiempo nada tienen que ver con las que narra en su historia. ¿En qué lugares situaría ahora la lucha que emprendió su protagonista? Bueno, es cierto que las prisiones de ahora no tienen nada que ver con las del siglo XVIII, sobre todo en Europa, pero en otros lugares del mundo la situación es bastante similar. De todas maneras, no hemos conseguido todavía un sistema eficaz para reinsertar a las personas (evidentemente, no todos los presos se pueden reinsertar). No sé cuál debería ser el sistema más adecuado, pero muchas veces las cárceles sirven para aprender cosas malas en vez de encontrar un camino liberador. Habla en su obra del lazareto de Mahón, isla en la que usted nació. ¿Le ha marcado esta historia real a la hora de escribir? Es una anécdota muy curiosa, porque yo cuando empecé a escribir la historia sobre Howard no conocía todavía está anécdota. Empecé a escribir su viaje por toda Europa, y mientras seguía leyendo documentación, me encontré con esta relación tan curiosa entre Howard y el lazareto de Mahón, que es una pequeña lista que tenemos en el puerto de Mahón, en Menorca. Me pareció fascinante está anécdota. Realidad y ficción, ¿cómo conjuga todo esto? ¿De dónde nacen los personajes que crea? Bien, en el caso de esta novela, el personaje que más he respetado tal como fue es a Howard, pero después necesitaba crear unos personajes a su alrededor que me ayudaran a avanzar en la trama, siempre respetando la esencia real de la historia. ¿Cómo surge esta historia y dónde encontró más dificultades a la hora de documentar todo lo que cuenta? Pues nació de un modo curioso. Yo quería escribir una comedia sobre una prisión en un pequeño pueblo, pero los borradores que escribí no me acababan de gustar. Y un día, buscando documentación, me encontré con la figura de Howard, un personaje muy importante pero desconocido. Y me hechizó. Entonces cambié completamente el proyecto. "Trato de luchar contra las injusticias y la marginación, sobre todo de las personas con diversidad funcional"¿Qué paralelismo encuentra entre su personaje principal y usted mismo? ¿Ambos luchan contra el dolor? Bueno, aunque lógicamente yo no me puedo comparar para nada con lo que él hizo, dentro de lo que puedo también trato de luchar contra las injusticias y la marginación, sobre todo de las personas con diversidad funcional (discapacidad). Somos un colectivo que, a pesar de lo que parezca, tenemos la mayoría de nuestros derechos vulnerados.
¿La imaginación tiene fronteras, a pesar de las dificultades por las que atraviesa? La imaginación, la creatividad, las ganas de saber… Son gasolina para la mente. Trato de cultivar mi cerebro (mi segundo órgano favorito, ja) todo lo que puedo. Es una manera de resistir, y también de sacar el máximo partido posible a la vida. Todos los humanos somos un poco poliédricos, llenos de luces y sombras… ¿cuáles son los valores que quiere destacar de los personajes de su novela? Cierto, no me gustan los personajes planos. Howard fue un gran innovador, pero también tuvo su lado oscuro, que trato de reflejar en la novela, así como los otros personajes que le acompañan. Howard luchó sobre todo por dignificar la vida en las prisiones y en centros hospitalarios, y su contribución también fue muy importante para luchar contra las epidemias. Habla de lo mejor y lo peor del ser humano, ¿alguna moraleja o sentencia que no podemos olvidar? No es fácil querer ayudar a los demás jugándote además tu propia vida, y sabiendo que no vas a salir en medios de comunicación como sería en nuestra época. Tener esta convicción me resulta admirable. Por otro lado, torturar o someter a un semejante a pésimas condiciones de vida me parece lo peor de nuestra especie. En su novela, la ambientación del periodo que relata es fundamental, la intriga, los desafíos, hasta el amor… ¿Cómo consigue que el lector no pueda abandonar la lectura? Es cuestión de trabajar mucho la historia, y sobre todo, que la parte de documentación no se acabe comiendo a la trama. Esto es lo que más me costó, pero tenía la idea clara y fue cuestión de ir puliendo mucho. "El visitador" no tiene nada que ver con sus obras anteriores, ¿seguiremos disfrutando de su pasión por la novela histórica o se plantea nuevos retos o incursiones en otros géneros? Ahora mismo no sabría decirte. Yo nunca pensé que acabaría escribiendo tres novelas, y sobre todo tan diferentes unas a otras. Soy una persona con gustos muy amplios, y ojalá tuviera salud para seguir profundizando en otros géneros. Hay tantas historias por escribir… Lo que más le ha gustado de su obra… Lo que más me ha gustado ha sido aprender muchas cosas del siglo XVIII que desconocía. Es un siglo fascinante, lleno de contrastes. Muchos avances técnicos, pero también muchos prejuicios e ideas desfasadas. Puedes comprar el libro en:
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