La numerología es caprichosa y el orden de factores no altera el producto. De los martes, te recuerdo el aforismo popular “en martes ni te cases ni te embarques”. Seguro que no lo has cumplido y así te ha ido, de mal en peor. Son recomendaciones básicas que deberías tener en cuenta mañana, la noche de los 7 pecados capitales. Panetones, Moët Chandon, bragas rojas, libertinaje y desenfrenos. No caigas en tentaciones absurdas que no sabes adónde te llevan, ni te dejes arrastrar por la euforia de los baretos y las calles abarrotadas. Todo es un espejismo, un desvarío, una ilusión óptica. Lo vas a pagar, metafóricamente, en cash y en especie.
Guárdate de los idus de marzo. Dirás que no estamos en marzo y es la prueba definitiva de que se me va la olla. No te equivoques. Marzo y martes derivan de Marte, dios de la guerra (mi signo astrológico). De lo que te voy a liberar es del coñazo de enumerar los mejores momentos y los protas del 2024, porque no recuerdo ninguno. Como mucho, a bote pronto, felicitaría a Terelu Campos que ya es abuela. Respecto a buenos propósitos para el nuevo año, fijo que no vas a cumplir ninguno. Y no termino diciendo “el 2025 por el Riau te lo hinco”, porque de esta me echan del periódico.
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