La trama gira en torno a varios personajes que, aunque diferentes en sus circunstancias, comparten el mismo sentimiento de confusión y anhelo por pertenecer. La autora logra retratar con gran precisión las emociones propias de esta etapa vital, donde cada decisión puede parecer monumental y donde la presión social juega un papel crucial. A medida que los protagonistas navegan por sus relaciones interpersonales, se ven obligados a confrontar no solo sus propios demonios internos, sino también las expectativas impuestas por la sociedad.
Uno de los aspectos más destacados de la novela es la forma en que Care Santos aborda temas como el amor, la amistad y la traición. Los personajes experimentan altibajos emocionales que reflejan la realidad de muchos adolescentes: el primer amor, los celos, las inseguridades y el deseo de ser aceptados. La autora utiliza un estilo narrativo ágil y directo, lo que permite al lector sumergirse rápidamente en el mundo interior de los jóvenes. Las descripciones vívidas y los diálogos auténticos contribuyen a crear una atmósfera palpable que resuena con quienes han vivido experiencias similares.
Además, "Cuando se apagan las luces" no escatima en abordar cuestiones sociales relevantes, como el bullying y la presión académica. Estos temas son tratados con sensibilidad y realismo, lo que proporciona una reflexión profunda sobre cómo estos factores pueden afectar la salud mental y emocional de los adolescentes. Care Santos invita al lector a empatizar con sus personajes, mostrando que detrás de cada comportamiento hay una historia personal llena de luchas y esperanzas.
El título mismo de la novela evoca una sensación de introspección; cuando se apagan las luces, los miedos suelen salir a flote. Esta metáfora se convierte en un hilo conductor a lo largo del relato, simbolizando tanto el final del día como el comienzo de una nueva comprensión personal.
En conclusión, "Cuando se apagan las luces" es más que una simple novela juvenil; es un espejo donde muchos adolescentes pueden verse reflejados. Care Santos ofrece una narrativa rica en matices emocionales que invita a la reflexión sobre la identidad y las relaciones humanas. A través de su prosa honesta y directa, nos recuerda que aunque la adolescencia puede ser tumultuosa, también es una etapa llena de posibilidades para crecer y descubrirse a uno mismo.
Care Santos nació en Mataró (Barcelona) en 1970. Estudió Derecho, pero desde muy joven trabajó como periodista. Es autora de una abundante obra literaria jóvenes y adultos, y a menudo mantiene contacto con sus lectores a través de fórums y charlas. Su obra ha sido traducida a una veintena de idiomas y también ha acumulado numerosos premios y reconocimientos. Ha obtenido el Premio Edebé de Literatura Juvenil (2003 y 2015), el Gran Angular (2004), el Alandar (2006) o el Protagonista Jove, que otorgan los lectores y lectoras. También ha recibido el Premio Ramon Llull de las Letras Catalanas (2014), el Premio Nadal (2017) y el Premio Cervantes Chico (2020).
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