A lo largo de su amplia y fructífera trayectoria en la literatura, Carmiña se aventuró en diversos géneros como novelista, poeta, ensayista y traductora. Con gran habilidad, logró combinar valores literarios refinados con el contexto histórico y personajes inolvidables, cuyas inquietudes, temores y aspiraciones se transformaron en un testimonio universal representativo de toda una generación.
La admiración de los críticos y la devoción de los lectores hacia ella se deben a su talento para entender la complejidad del ser humano, así como a su inquebrantable curiosidad. A lo largo de su carrera, publicó diversas obras que no solo renovaron las letras españolas, sino que también siguen inspirando a quienes se atreven a explorar sus páginas.
Como adelanto al centenario, en Ediciones Siruela han publicado Páginas escogidas, una antología que reúne relatos, poesía y fragmentos de las novelas y ensayos más emblemáticos, con la edición y prólogo del profesor José Teruel. Además, reeditan el extraordinario libro de collages Visión de Nueva York. En marzo, se lanzará De hija a madre, de madre a hija, que presenta dos conmovedores textos sobre la experiencia personal de Martín Gaite tanto como hija como madre.
Una excelente ocasión se presenta para que los admiradores de la autora rememoren su legado, mientras que las nuevas generaciones tienen la oportunidad de explorar la innegable modernidad de su trabajo.
Carmen Martín Gaite publicó su primera novela El balneario en 1955 y es una de las más destacadas representantes de la generación de la posguerra. De sus libros hay que destacar Entre visillos (Premio Nadal 1958), Ritmo lento (1963), El cuarto de atrás (1978), El cuento de nunca acabar (1983), Usos amorosos de la postguerra española (Premio Anagrama de Ensayo 1987), Caperucita en Manhattan (1990), Nubosidad variable (1992), Lo raro es vivir (1996) o Irse de casa (1998). Recibió, además, el Premio Príncipe de Asturias 1988 y el Nacional de las Letras Españolas 1994.
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