¿Se consideran Eka y Vasarely los mejores detectives del mundo? La respuesta es no. Sin embargo, tampoco se les puede catalogar como los peores. Sus enfoques para investigar son realmente peculiares.
El increíble don de Vasarely le permite comunicarse con los objetos. Aunque al principio esto puede parecer una gran ventaja para la resolución de casos, no siempre resulta así. Los objetos tienden a mentir más que a hablar y, en un abrir y cerrar de ojos, podrías encontrarte en un lío monumental. Eka, conocida como la matona del colegio, se especializa en robar bocadillos a sus compañeros. Por lo tanto, su experiencia en investigación es bastante limitada. En cuanto a Cuatro, aunque no sea el perro más inteligente del mundo, su sentido del humor es innegable. Además, estos personajes logran resolver los casos mientras te diviertes a carcajadas con ellos.
Pedro Riera nació en Barcelona en 1965, ciudad en la que se licenció en Ciencias de la Información. Ha trabajado en televisión, cine y publicidad. A finales de los años noventa, tras una estancia de dos años en Bosnia, abandona su profesión de productor para dedicarse enteramente a la escritura.
Ha publicado más de una docena de novelas infantiles y juveniles que han obtenido diferentes galardones, como el CCEI con La leyenda del bosque sin nombre, El Templo de las Mil Puertas con La criatura del bosque, el Premio Edebé de Literatura Juvenil con La tumba de Aurora K o el VI Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga con Cara de otro. Como guionista de cómic ha publicado dos novelas gráficas sobre la situación de las mujeres en Yemen, El coche de Intisar, que recibió el premio de la cadena estatal francesa France Info al mejor cómic de actualidad, e Intisar en el exilio, premio Entender el presente del Splash Sagunt. Odios cotidianos, su tercer cómic, escrito con Aliénor Benoist, trata sobre el racismo, la islamofobia y la gordofobia en España.
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