DESGRACIADAMENTE, LA VIDA ENSEÑA DEMASIADO
Sinceramente yo no quiero que la vida me enseñe más; es más, ojalá me hubiese enseñado menos.
Reza para que la vida no te enseñe demasiado porque cuando se le antoja es una maestra implacable.
A los que todavía la vida no les ha enseñado humildad: no saben dónde están.
Cuando la vida te impone su radicalidad, aprendes de verdad.
Las ironías más radicales son las más reveladoras.
A veces la verdad se te revela de una forma tan brutal que no te queda más remedio que despertar.
Los que no han sufrido un trauma brutal van aprendiendo lo que es la ironía de la vida en pequeñas dosis, en pequeños sorbos.
RADICALIDAD
Toda la dificultad de esta vida reside en asumir su radicalidad.
De pronto te topas con sucesos radicales en tu vida, como quien se topa con una cordillera después de recorrer un largo valle.
Hay sucesos en la vida que actúan como guillotinas, cortan la vida en dos pedazos irreconciliables.
LA REALIDAD
A noche tuve una pesadilla soñé que estaba en la realidad.
Un exceso de realidad implica un exceso de humildad.
EXISTIR ES ESTAR SOSTENIENDOSE EN EL AZAR
El azar nos recordará siempre, que vivimos en un universo radical.
Vivimos en la oscuridad del azar, imaginando horizontes.
El futuro es un campo de minas en el que estamos condenados a pisar al azar.
El azar: el guionista más imprevisible, más inverosímil.
Solo tengo una certeza: la sorpresa.
En este mundo hasta que no te mueres no estás a salvo.
El futuro no es de fiar.
LA VIDA
Hay dos vidas; cuando juegas con ella y cuando juega contigo.
La vida es un haz de posibilidades y una hez de circunstancias.
La vida empuja o arrastra.