Cuarenta y cinco años de creativa militancia en el género acredita esta selección realizada por la doctora en Letras por la Universidad de París Valeria Melchiorre (1970), de la obra de Mónica Sifrim, una de las poetas argentinas más prominentes de las últimas décadas.
Licor de mandarinas (1), tal el título del volumen, atesora en sus páginas piezas correspondientes a los poemarios Con menos inocencia, Novela familiar, Laguna, El mal menor, Vida animal, El talante de las flores, Un barco propio y, asimismo, textos propios del libro todavía inédito El animal que busco y otros poemas que están a la fecha sin conocer la imprenta. La esmerada edición realizada por el sello Miño y Dávila incluye, singularmente, -y no es un dato menor- un código QR que posibilita escuchar a la misma autora leyendo sus trabajos.
Como si esto fuera poco, el florilegio cierra con una muy completa entrevista a Sifrim concretada por la poeta María Malusardi (1966), tan extensa como sustanciosa (págs. 143 a 153), donde la primera se explaya acerca de su propia obra y los detalles de su procedimiento creativo, el género en sí y brinda detalles acerca de su biografía.
En su ajustado prólogo, la compiladora sintetiza muy acertadamente algunas características fundamentales de la poética de Mónica Sifrim, al señalar (pág. 17): “El vuelco, el cambio de rumbo que esta poesía ha garantizado, de insertársela o interpretársela en la trama de la poesía argentina, tiene que ver con la concepción acerca de lo poético. Novela familiar, el año de su publicación, trajo sin duda un respiro a la polémica disyuntiva entre neobarroco y objetivismo; y su poesía además escapa a la estela Pizarnik, reconocible en la de sus contemporáneas aún hoy. La comicidad desopilante, la ligereza del trazo y la aguda ironía, rasgo este que no se abandona nunca, refrescan el clima y despojan a la palabra de su aura. Se prioriza el injerto, el encastre, la maniobra sonora, la mezcla de registros y los rebajes. Los versos son ítems de listas, diálogos hechos trizas, aliteraciones a las que se le escogen sentidos, mutaciones de entrecasa, febriles combinaciones”.
Hito de referencia en el género nacional por la originalidad desprejuiciadamente inteligente y certera de sus trabajos, Mónica Sifrim eligió siempre ir “al carozo” del poema, como solía enseñar su entrañable colega Irene Gruss (1950-2018), en referencia a tomar sin dilaciones posesión escritural del núcleo de sentido de cada pieza, tal como no dejó de manifestar la Malusardi durante la presentación a sala llena del volumen, realizada en octubre del corriente en el Museo del Libro y de la Lengua, organismo dependiente de la Biblioteca Nacional de la República Argentina.
Más que merecido reconocimiento es esta antología que se ocupa tan detalladamente de la obra de una de las más descollantes autoras del variopinto paisaje de la poesía argentina. Es de destacar, por otra parte, la ingente tarea que realizan los poetas Mario Nosotti (1966) y Carlos Battilana (1964), directores de la Colección Estaciones de Miño y Dávila, que enriquece ahora Licor de mandarinas. Una serie que ya incluye -siempre en cuidadosa edición- a otras y otros poetas argentinos que los lectores merecen conocer más y mejor en todo el alcance de sus trabajos, como Mario Arteca (1960), Roxana Páez (1962), Teresa Arijón (1960) y Ariel Williams (1967).
La autora
Mónica Sifrim nació en Buenos Aires en 1958 y es egresada de la carrera de Letras de la UBA. Además de poeta es docente, periodista cultural y editora. Publicó los siguientes libros de poesía: Con menos inocencia (1978); Novela familiar (1990); Laguna (1999); El mal menor (2008), que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía en la categoría obra inédita. En 2012 Hilos Editora reeditó Novela familiar y publicó El talante de las flores en 2014. Un barco propio fue editado por el sello Cienvolando en 2018. Coordinó ciclos de poesía como “Flora y fauna” en 2002 y recibió la beca del Fondo Nacional de las Artes y la Beca Fulbright en Letras, gracias a la cual residió seis meses en Berkeley (EE.UU.). A su regreso fue convocada a trabajar en gestión cultural como Coordinadora de Actividades Literaria de la Dirección General del Libro del Gobierno de la Ciudad. Participó de festivales internacionales como el de Trois Rivières en Canadá y de residencias de artistas como la Fundación Bogliasco en Italia. Poemas suyos fueron traducidos a distintas lenguas y editados en diarios y revistas de Argentina y otros países y fueron incluidos en numerosas antologías, entre ellas “200 años de Poesía Argentina” (Alfaguara). Actualmente coordina talleres de lectura y escritura y clínicas privadas de narrativa y poesía y es editora en Cienvolando.
NOTAS
(1) Miño y Dávila Editores S.L., Colección Estaciones, dirigida por Carlos Battilana y Mario Nosotti; selección y prólogo por Valeria Melchiorre y entrevista a la poeta por María Malusardi. ISBN 978-631-90583-0-7, 156 pp., Buenos Aires, 2024. https://minoydavila.com.ar
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