Tierra de nadie, boleros, habaneras, el pájaro vuela, Marco Flores vuela, rompe la asfixia a la que nos vemos sometidos día a día y nos da un respiro de arte, un ambiente de diálogo corporal y fuerza, de desgarro y quejío, de juego infantil, de creatividad, con las voces de Manuel de la Nina, Enrique Remache y el monólogo de la guitarra y música original de José Tomás, en un firmamento que va más allá de lo andaluz, donde también podemos contemplar, y sentir, historias de familia, retratos de recargado ambiente, fiestas populares, y guiños a nuestros hermanos latinoamericanos. Marco Flores transpira a través de diferentes estilos, haciéndolos propios, zapateando no solo el suelo, sino también el aire, y asistimos con delectación a todos sus movimientos coreográficos, que ha codirigido con Patricia Ruz. Las manos hablan, los pies hablan, las voces expresan con sensibilidad y credibilidad, los trabajos de la tierra, Tierra Virgen, y aprendemos a quererla. Somos testigos de que nada está forzado, la música y el baile conmueven el teatro. Dentro del Festival Suma Flamenca, en su 19ª edición, Marco Flores nos ha ofrecido este único pase de momento, esperamos, donde esparce todo su arte ganado a pulso y ritmo. Ganador del Premio Max al Mejor Intérprete Masculino de Danza 2020, tiene con merecimiento otros importantes premios como el Ojo Crítico de Danza 2018, o el reciente Premio Godot de Danza en 2024. Tierra Virgen desborda sentimientos, espacios, estilos, y evoca a nuestros conocimientos cotidianos, los que, sin darnos en cuenta en muchas ocasiones, iban forjando un acervo cultural nuestro de canciones, de bailes populares, de fiestas y tradiciones, de amor por la tierra y los animales. La tristeza que estamos padeciendo en estos días aciagos, lo desoladamente inhóspito de ciertos acontecimientos meteorológicos, se ve recompensada con la belleza de un tiempo detenido, de una luz musical y coreográfica que nos saca de la melancolía, y deja de haber fronteras, guerras, muertes. No se dispersa la realidad, pero nos permite tomar impulso, aliento, matizar la desdicha, desdibujar las lágrimas por unos momentos. Marco Flores entronca la libertad de conjunción de estilos con lo más tradicional, con la cultura popular y con la élite de los grandes creadores. No solo flamenco, no solo purismos, hoy lo que impera es el mestizaje, es la simbiosis de tradiciones, el conocimiento de lo que nos puede resultar ajeno, precisamente para eso, para crear un lenguaje nuevo hecho de otras palabras, de otros vértigos, de otras realidades que no están tan lejanas. No me considero, para nada, un experto en flamenco ni en danza o coreografías, pero asisto como neófito a un espectáculo que me encandila, que me transmite, que me dice algo, aunque no entienda de palos, de pasos, de cantes… pero sí entiendo de sentimientos, y Tierra Virgen llega al corazón y a las entrañas. FICHA ARTÍSTICATIERRA VIRGEN Marco Flores, dirección, producción, coreografía y baile Manuel de la Nina, Enrique Remache y Chelo Pantoja, cante (artista invitada) José Tomás, guitarra y música original Patricia Ruz, codirección escénica y coreográfica Nano Barrera, Karen Lugo y Lucía López Enrique, acompañamiento artístico (Residencia de investigación) Residencia de creación en Teatros del Canal Espacio: Teatros del Canal – Sala Roja Noticias relacionadas+ 0 comentarios
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