Este libro, encomiástico, del profesor Schwarz corresponde a su tesis doctoral realizada entre 1979 y 1981, y dirigida por el profesor Hillgruber, catedrático de Historia Medieval y Contemporánea en la Universidad de Colonia/Köln. El acercamiento se corresponde al comportamiento militar de, quizás, el más brillante de los Coronales-Generales y Mariscales de Campo (Generalfeldmarschall) de la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial, así sería definido por gran parte de los estudiosos alemanes de la época. Fritz Erich Georg Eduard von Manstein/von Lewinski, nació en Berlín, el 24 de noviembre de 1887, y fallecería de un Ictus o Accidente Cerebro-Vascular Agudo, en Irschenhausen/Baviera, el 10 de junio de 1973. Sería considerado el mayor genio operacional de la guerra de movimientos, y un dechado de la estrategia militar. Existen una importante pléyade de estudios sobre el pavoroso hundimiento del Sexto Ejército alemán, del Mariscal de Campo Friedrich Paulus en Stalingrado. Esta obra ha llegado para llenar el vacío existente sobre la estabilización del teatro sur del Frente del Este. En este teatro de operaciones se produjo la última victoria de los soldados de la Wehrmacht (WEHRMACHTSFÜHRUNGSSTAB) contra el ejército rojo de las URSS. “…fueron protagonistas de tantas tensiones y crisis casi fatales, que hacen que esta campaña sea una de las más fascinantes de toda la Segunda Guerra Mundial”. Este volumen se ocupa, casi exclusivamente, del espacio geográfico dominado por el Grupo de Ejércitos situado en el río Don y por el homónimo del denominado como Ejércitos del Sur; todo ello situado en tierras de Ucrania. La batalla tendrá su final en el mes de marzo de 1943, en la región ucraniana de Járkov. “…Los ataques soviéticos en las semanas previas contra alemanes, rumanos, italianos y húngaros, habían demostrado que la opinión tantas veces expresada por Hitler a lo largo de 1942, de que la Unión Soviética se hallaba al final de sus fuerzas, no era más que un pensamiento ilusorio. En diciembre, el Estado Mayor de Operaciones de la Wehrmacht redactaba un memorándum sobre la situación estratégica en el que se admitía que ‘los soviéticos han repuesto personal y material en tal cantidad que habrá dificultades hasta para defender el frente en el Este, y esta coyuntura hace, además, imposible cumplir con los planes de renovación de las fuerzas alemanas”. Únicamente aquella mente calenturienta del Führer Adolf Hitler, y sus múltiples aduladores y adláteres del NASDAP, estaban en contra del aserto estudiado por los generales alemanes, relativo a que la guerra no tenía el más mínimo futuro o probabilidad de victoria, estando perdida, sin remisión, en todos los frentes. El 21 de diciembre de 1942, el OKW lamentaba la incapacidad de Adolf Hitler para tomar alguna decisión que fuese coherente. Hasta tal punto es así la cuestión, que todos los altos oficiales alemanes estaban obligados a pedir permiso para retirar al más mínimo número de sus tropas, todo caminaba, para Alemania, hacia el caos más absoluto. No obstante, existían oficiales con otros principios éticos y militares, uno de ellos era von Manstein, quien había proyectado una operación de contraataque de gran envergadura, para de esta forma poder cerrar los huecos existentes en el frente. Los puntos de vista entre el militar alemán y el Führer eran tan opuestos y encontrados, que los choques eran continuos, y con gran violencia verbal, sin excluir las amenazas por parte del propio Hitler. Dentro de la formación del Mariscal von Manstein, no deseo excluir que formaba parte de la religión cristiana-católica, lo que influiría cuando se produjese el intento de asesinato en julio de 1944, por parte de otro oficial católico, el Coronel Klaus von Stauffenberg. Y, sobre todo, detrás de todos estos comportamientos tan extraños y ambiguos, se encontraba el juramento realizado por todos los componentes de la Wehrmacht de fidelidad al propio Adolf Hitler. «A finales de enero de 1943, tras el desastre del Sexto Ejército alemán en Stalingrado, parecía que el curso de la guerra en el Este se había tornado ya definitivo a favor de los soviéticos. Grandes extensiones de terreno del teatro sur del frente carecían prácticamente de tropas alemanas, mientras que los soviéticos no dejaban de empujar hacia el oeste con una gran superioridad numérica. Sin embargo, unas semanas más tarde, el mando alemán consiguió estabilizar por completo la situación y frenar el peligro de colapso para los grupos de ejércitos germanos desplegados en el ala sur del frente oriental. En su estudio, Eberhard Schwarz analiza en profundidad el modo en que la Wehrmacht logró detener el avance soviético en febrero y marzo de 1943 y lanzar un contraataque exitoso con una considerable ganancia de terreno, dando paso posteriormente a que el Alto Mando alemán elaborase nuevos planes encaminados a recuperar la iniciativa en el verano de 1943. Recurriendo a fuentes primarias en los archivos militares alemanes, tanto a nivel del OKH como de los grupos de ejércitos y ejércitos, y a material del archivo personal de Manstein, hasta ahora inédito, cedido al autor por el hijo del mariscal, este estudio está destinado a cubrir un hueco en la literatura histórico-militar en lo tocante al proceso de estabilización del frente en la primavera de 1943, con la recuperación de Járkov y la consolidación del frente en la margen occidental del Donets. Además de las operaciones militares, el autor estudia en detalle las controversias entre Hitler y el mariscal de campo von Manstein sobre la forma más adecuada de dirigir la Wehrmacht. La obra se completa con unos exhaustivos anexos de las órdenes de batalla de todas las fuerzas en liza y la transcripción de las actas de tres reuniones celebradas con Hitler en el cuartel general del Grupo de Ejércitos Sur, además de la transcripción de una serie de télex y llamadas telefónicas entre los distintos estados mayores, órdenes y otros documentos y partes. La obra incluye también 16 mapas a todo color, 16 páginas de fotografías y dos mapas de situación del OKH de marzo de 1943 en forma de tríptico desplegable». Todo el desastre del Frente Oriental parte de la mala planificación primigenia global de toda la Operación Barbarroja, que obtuvo el nombre del emperador del Sacro Romano Imperio medieval llamado Federico I “Barbarroja” Hohenstaufen; la cual comenzó en el verano de 1941, para ya estar agotada, y con miles de bajas de militares alemanes en el mismo invierno, y ya a las puertas de Moscú. Hitler no se desanimó y planificó, erróneamente, la destrucción total y absoluta del malhadado Ejército Rojo, en el año 1942, a pesar del casi total desconocimiento que poseía sobre el potencial de los soldados comunistas de Josif Stalin. Cuando comenzó la operación, en el 28 de junio de dicho año, las perdidas, en el inicio, por parte de los soldados del Ejército Rojo fueron ingentes, aunque esto solo era el comienzo. ¡Bien! «Primum nocere. Secundum cavere. Tertium sanare». Puedes comprar el libro en:
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