En el siglo XVI, se produce una nueva desaparición en un contexto de enfrentamiento entre dos gremios. Un grupo de mujeres está decidido a hacer prevalecer la única ley que consideran válida: la ley del valle. En una noche lluviosa de 1577, Domingo Harria, un carbonero, se dirige desde su caserío hacia la ferrería de Mirandaola, donde lo esperan los Plazaola. A la mañana siguiente, Asencia, su esposa, se percata de que Domingo no ha regresado y decide alertar a los demás. Esta no es la primera vez que alguien desaparece en el valle, y tampoco será la última. Su novela aúna la novela histórica y el thiller. ¿Con qué género se siente más cómoda escribiendo? Me siento más cómoda con el thriller, porque es lo que me gusta leer. Las novelas de intriga y misterio me encantan, pero cuando escribes un thriller y lo ambientas en el siglo XVI, te enfrentas también a una parte histórica que tienes que trabajar mucho para que la novela sea completa y no cojee por ningún lado. Las luchas de poder y la religión tienen mucho peso en su obra, ¿seguimos estando sujetos a esos mandatos también hoy día? Las luchas de poder son una constante a lo largo de la historia, aunque su forma y manifestación han ido evolucionando. Con la religión, por el contrario, no creo que suceda lo mismo. Sería impensable que tuviera hoy en día la fuerza que tuvo en tiempos pasados. Capítulos cortos, misterio, intriga, ritmo ágil… ¿Cómo consigue que el lector no abandone la novela? Intento enganchar al lector manteniendo el misterio y la intriga en constante aumento. Les doy mucha importancia a los diálogos por su agilidad, y no me gusta introducir descripciones demasiado largas, porque creo que sacan al lector de la historia. Que los capítulos sean cortos y terminen con giros intrigantes también incitan a seguir leyendo. Juega con dos líneas temporales, narrada desde el punto de vista de los personajes en tercera persona, y Jurdana en primera persona, ¿es la mejor manera de conocerlos en profundidad, de ahondar en sus sentimientos? ¿de destacarla sobre los demás? Exacto. Creo que explorar el punto de vista de un personaje en primera persona nos sumerge en sus pensamientos de una manera más profunda y sincera, facilitando la empatía con él. Suelo limitar el uso de la primera persona a un único personaje en cada novela, por lo que debo escogerlo muy bien. A pesar de los años transcurridos, los conflictos familiares y las consecuencias que desencadenan para los personajes ¿siguen patentes hoy en día? ¿Nos marcan de igual manera? Sí. Pienso que los conflictos familiares y sus consecuencias siguen siendo una realidad hoy en día. A pesar del paso del tiempo, nos siguen afectando de manera significativa de manera similar a como lo han hecho a lo largo de la historia. Violación, control del propio destino, amor, amistad… ¿la autora hace un guiño a las mujeres del siglo XXI o está reivindicando el papel que les corresponde por derecho propio? No sé si es exactamente una reivindicación, pero he querido mostrar que en siglos pasados, cuando las mujeres apenas tenían voz, también luchaban por cumplir sus sueños y forjar su destino. “La matriarca, es una mujer de ideas muy claras, y refleja la fortaleza y la determinación de las mujeres en tiempos difíciles”Se ve el empoderamiento en la matriarca de "El valle del hierro", ¿tenían las cosas muy claras o eran feministas adelantadas sin saberlo? Creo que ambas cosas. Asencia, la matriarca, es una mujer de ideas muy claras, y refleja la fortaleza y la determinación de las mujeres en tiempos difíciles, desafiando las normas sociales de su época y enfrentándose a quien haga falta para lograr su propósito. Asencia y Jurdana evolucionan a lo largo de la novela y a pesar de las dificultades por las que ambas atraviesas. ¿Si se quiere, se puede? Desafortunadamente, no siempre se puede, pero ellas lo intentarán y su esfuerzo se verá recompensado. Tendrán que superar una serie de adversidades que pondrá a prueba su resistencia y determinación, y eso hará que su evolución sea aún más significativa.
¿Qué ha supuesto para la autora poder hablar de su tierra? ¿Llegará a ser profeta allí? Las cuatro novelas que he escrito hasta el momento las he ambientado en mi tierra. He indagado en nuestra historia y he aprendido muchísimo de nuestras raíces. En cuanto a lo de ser profeta…, siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra, pero yo siento que mi trabajo es valorado y apreciado por la gente que me rodea. Con eso me es más que suficiente. ¿Cómo ha sido el proceso de investigación? ¿Dónde encontró más dificultades? Tengo la suerte de poder contar con el trabajo de varios historiadores. Ellos han publicado libros y han escrito innumerables artículos que me han sido de gran ayuda para entender cómo era el siglo XVI en Euskadi. Lo más difícil ha sido la transcripción de algunos documentos antiguos, totalmente ininteligibles para mí, pero he contado con la ayuda de un experto, quien los ha transcrito para mí. ¿Cuánto hay de Ane Odriozola en los personajes femeninos de la novela? ¿Con cuál se identifica más? Creo que hay un poco de mí en todas ellas, aunque si tuviera que elegir a una, escogería a Asencia. Yo también puedo ser igual de insistente y tenaz como ella, y si estoy convencida de algo, voy a por ello, me cueste lo que me cueste. ¿Cómo es su proceso creativo? ¿Sus personajes tienen vida al margen de la autora y toman sus propias decisiones o lo tiene todo previsto desde el principio? Los primeros meses suelo dedicarlos a la documentación. En esa fase, la historia y los personajes van tomando forma en mi mente. A medida que avanzo en el proceso creativo, comienzan a adquirir vida propia, aunque soy yo quien los dirige y tiene la última palabra. A la hora de crear la trama suelo ser bastante previsora y metódica, y la verdad es que suelo dejar muy poco al azar. Me gusta tenerlo todo bien atado para cuando comienzo con la fase de escritura. Una novela bien ambientada en un momento histórico que le queda lejano a la autora, pero muy importante para el desarrollo de Euskadi. ¿Hay también el gusto de dar a conocer oficios muy duros que ya han desaparecido? ¿Tiene matices de crónica social? He intentado recrear un momento histórico crucial para el desarrollo de Euskadi. Cuando hablamos de la vida en este valle en siglos pasados, siempre pensamos en el oficio de ferrón, tan importante en la época, pero también existían muchos otros oficios relacionados con la ferrería como el de carbonero, venaquero, acarreador, toberero, barquinero… Alrededor de las ferrerías existía todo un mundo que he querido dar a conocer. También busco hacer una crónica social explorando por ejemplo las dinámicas del poder, las desigualdades sociales o los enfrentamientos entre las distintas comunidades. Puedes comprar el libro en:
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