Pues, hete aquí, que ahora nos encontramos de nuevo al personaje, pero esta vez, a través de la excusa de montar, con todos sus tejemanejes, una producción teatral.
Edgar Costas, la escribe, la dirige y la interpreta pero, en este caso, Desmontando a Gatsby, que es una de las opciones que se barajan siempre en una compañía de teatro que se precie. Es decir, hacer la adaptación, o inadaptación, de un texto llevándolo a los límites más personales del elenco que debe trabajarlo. Vamos, que tenemos dos caminos: hacer una versión lo más fiel y fidedigna posible, con todos los problemas de producción y técnicos que eso conlleva o, directamente, “destrozarla” en el buen sentido de la palabra, sacándole partido humorístico, cambiando elementos necesarios por necesaria imaginación, doblando personajes, saliendo y entrando de la historia, haciendo metateatro o entremezclando hechos sucedidos, que no dejan de ser ficticios, al ser una novela, con acciones totalmente inventadas y contadas para solaz de los espectadores que contemplamos la obra con una media sonrisa en la comisura de los labios.
Acompañan en este dislate, que no lo es tanto, si no más bien un buen montaje realizado con pundonor a pesar de la sofisticación de los ambientes de la novela, y que defienden con energía y entusiasmo Manuel Galea, Daniel Rimón, Laura Auzmendi, Vir Calderón y el propio Edgar Costas.
Hay que tener mucha mano izquierda, quizás como el Gran Gatsby, para que el argumento se vaya desarrollando con sus guiños al público, con sus dudas y la encarnación de personajes que salen y entran de ellos mismos, mano de libertad para contarnos, en definitiva, la obsesión por el éxito, las penurias para sacar adelante cualquier proyecto, y más si es teatral, la irónica crítica a ciertos personajes que se creen superiores por tener un alto estatus económico, la fuerza y vinculación de la amistad por encima de todo, la consecución de los sueños, y si son posibles o factibles de conseguir, o nos quedamos con el engaño aparente, muchas veces dado, de realizar una buenísima producción y luego no tener suficientes espectadores o, por el contrario, obtener un millón de seguidores, aunque lo que les estemos “vendiendo” sea pura bagatela, como es el caso, hoy en día, de lo que se hace en redes sociales.
La mano que se tiende ahora en Desmontando a Gatsby es la mano que se estremece ante el trabajo, la que encuentra otras manos para apoyar cualquier proyecto, la mano que tiene que pedir para conseguir subvenciones, o la mano que se tiende para ofrecer un montaje de calidad, por muy modesto que sea, una mano lánguida que busca manos generosas que estrechen, abracen y sean amigas.
Si Gatsby levantara la cabeza, sonreiría para echar una mano, aunque supiera que lo estaban desmontando.
FICHA ARTÍSTICA
DESMONTANDO A GATSBY
Autor: Edgar Costas
Director: Edgar Costas
Reparto: Manuel Galea, Daniel Rimón, Laura Auzmendi, Vir Calderón, Edgar Costas
Producción: Boston Producciones
Espacio: Teatro Lara - Sala Lola Membrives