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Adán y Eva. Rosario de Velasco
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Adán y Eva. Rosario de Velasco (Foto: Maudy Ventosa)

DOS PELUCAS PARA UN CALVO

En mi pueblo solíamos decir: o calvo o con dos pelucas. Esta máxima la utiliza Azucena del Valle en "Dos pelucas para un calvo", para contarnos cómo son las relaciones de hoy en día. Parece que están de moda las híbridas, como el coche que yo tengo. Entre tanto matute, no sé si quedarme con la monogamía o la bigamia. Así que me quedo con la mediogamia, que no lo práctica nadie.

- Nos estamos quedando descolgadas de la vida moderna, tía.

- ¿Lo dices porque somos agamias?

- ¡No me insultes, Puri!, o explicas la etimología o me dejas al pairo.

- Agamia es lo que quieren actualmente los solteritos y solteritas, es decir, seguir siéndolo; deriva del griego: “a” (no, sin) y “gamos” (unión íntima, matrimonio).

- Es decir, nulo interés por la formación de gamos; mayormente, que rechazan el tipo de unión romántica a la que estamos acostumbrados.

- Siempre a vuelta con los cérvidos. Me da que la familia tradicional de nuestros padres está a punto de desaparecer con las nuevas formas de relación que la sociedad está adoptando y se van interiorizando y aceptando. Se acabó el compromiso emocional, aunque le demos al otro tema como locos, que eso no para. Prima la satisfacción personal por encima de todo.

- Es que se llevan las no relaciones en este siglo que nos ha tocado vivir, tía. Se acabaron los follamigos y se busca la situationship -romantic relationships with no clarity or label-. La mejor manera de ligar este verano sin que este alguien con el que te entiendes más a menudo tenga exclusividad sobre tu body saleroso.

- Tienes sus ventajas, Vani. Se acabó el parir como conejas, lavar calzoncillos, vivir juntos, el compromiso, el matrimonio anticuado, los hijos tocapelotas con la cantidad de perritos sin amo cariñosos que pueblan las ciudades y mueven el rabo cuando llegas a casa… ¡A cambiar el sistema decadente!

- ¡Cien por cien, Puri! hay que amar la vida, disfrutar a tope el día a día, lo inmediato, quererse a uno mismo por encima de todo, hacer lo que nos dé la gana, ser independientes como avecillas mañaneras o búhos trasnochadores. ¡Que afloren las emociones! ¡A la mierda las ataduras convencionales!

- Es a lo que lleva el desencanto marital y cada vez hay más adeptos a las nuevas formas de relación. ¿Somos modernas o no? Voy a intentar una relación híbrida que, aunque muchos crean que se ha inventado ahora es de los tiempos de Maricastaña. Uno de la pareja se siente cómodo con la monogamia y el otro trota como caballo desbocado porque no puede ser fiel.

- Ya, tía, ¿y cuál de los dos papeles eliges tú? O te desmelenas o te pones la cornamenta…

- Visto así, ya no me encaja. ¿Y si nos hacemos swingers? Dicen que los locales ya no son clandestinos para establecer varios vínculos de pareja a la vez y lo utilizan también los maduros con consentimiento de la parienta/e, y ambos se pueden sumar al fornicio.

- Descartado, Puri. Vi una pelí en la que unos primerizos que querían experimentar se encontraron con los padres de él y sus amigos, todos en bolas enseñando sus vergüenzas. ¡Mira que si nos encontramos con conocidos y lo van cascando por ahí…!

- ¿Pero quieres ser posmoderna o no? A este paso no nos encaja nada. ¡Déjate fluir como las parejas múltiples, transitorias, que no acaban en nada serio! ¡Explora sin que haya un compromiso! Eso sí, cuando las cartas estén boca arriba y ambos de acuerdo. Insisto, de otra manera sigue siendo cornamenta.

- El corazón es muy grande y se puede querer a mucha gente a la vez. ¡Brindo por el poliamor!

- ¡No jodas, pequeño saltamontes!, eso exige comprometerse y decir que los quieres a todos, y no me lo creo ni de coña; es como un acto de rebeldía contra la monogamia tradicional, contra lo que nos enseñaron las monjas. Me parece un poco feo tanto traqueteo.

- Pues nos quedamos sin tema, a no ser que nos hagamos flexisexuales. Si se trata de explorar, habrá que tocar todos los palos y replantearse el concepto de amor.

- Y dale con las relaciones abiertas, ¿dónde queda el amor romántico? ¿los vínculos? ¿todas las relaciones son sexuales? Prefiero la exclusividad sexual y sentimental de las relaciones cerradas… aunque solo sea para no padecer enfermedades coronarias, según ha concluido un estudio de la Universidad de Utah, en los Estados Unidos.

- No se hable más, si pillamos este verano impondremos pareja monógama.

- Pídelo en castellano, porque como te equivoques y elijas monogamish solo tendrás asegurado el apego emocional con el mismo menda, pero otras “actividades” con pareja diferente no se consideran engañar. Ya sabes, relación semiabierta.

- Mira tía, con tanta gaita ya estoy hecha un lío. Quiero una relación cerrada, monógama, no casada ni conviviente.

- ¡Me adhiero a la fórmula! Mola el estilo LAT -"Living Apart Together"-, que llevado al idioma de Cervantes significa "vivir juntos, pero separados". Vivamos una relación sana, íntima y comprometida, pero cada uno en su casa y Dios en la de todos.

- A bote pronto parece una buena solución, pero ¿qué pasa cuando discuten y se ponen de morros? ¿Quién cede? si te lo encuentras en la cocina o en el pasillo, un suponer, a la fuerza le das los buenos días, pero si cada uno se va a su casa, el cabreo se hace una bola cada vez más gorda… y no se arregla nada. Y de ahí al ghosting solo hay un paso.

- Tía, si es que nada es perfecto, aunque lo parezca…

- Creo que la agamia, quizá, tal vez, quién sabe… lo más probable es que ya veremos.

- Lo que tengo clarinete es que me voy de vacaciones, que ya me suda la cabeza, por decirlo bonito.

- ¡Solas contra el mundo! ¡Ahí lo dejo!

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