El pasado viernes se celebró en la localidad conquense de Tragacete el acto de entrega de premios del II Concurso Literario Internacional Fundación ‘Los Maestros’ en sus modalidades de novela y cuento infantil-juvenil. Este acto, también acogió la entrega de premios del concurso de ‘Árboles genealógicos’, fue amenizado por la actriz conquense Tania Orozco y concluyó con una fiesta amenizada por el grupo “Ni chicha ni limoná”.
El presidente y fundador de la Fundación Los Maestros, José Miguel Rodríguez, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes a este acto anual que sirve de referente para las numerosas actividades culturales y sociales que dicha fundación realiza en la comarca de la Serranía Alta de Cuenca. Además de agradecer la presencia de un numeroso público al evento quiso subrayar la importancia que tiene el desarrollo de actividades de ocio cultural para la población residente como elemento fundamental en la lucha contra la despoblación.
La velada dio comienzo con la participación de la actriz y presentadora conquense Tania Orozco que logró poner la nota de humor y simpatía a través de los textos que pidió al público que escribiera y que sirvieron para dar pie a una velada centrada no sólo en la literatura, sino que tiene como objetivo animar a la lectura, a la escritura y a la investigación sobre las tradiciones a la población local.
Retomando la palabra José Miguel Rodríguez se hizo entrega de los premios del concurso de ‘Árboles genealógicos’ en el que el jurado de La Fundación Los Maestros decidió repartir el premio entre todas las familias participantes, resaltando la importancia que tiene la conservación de la memoria familiar y la recuperación de saberes tradicionales. El presidente de la Fundación también anunció que próximamente estos árboles genealógicos se podrán consultar digitalmente en breve en la página oficial de la Fundación Los Maestros.
En la I Edición de este certamen, en la que resultaron ganadores Juan Vicente Sampedro, presente en el acto y a punto de publicar su nueva obra, por su novela ‘Llámame Charo’ y el cuento ‘La flor que no sabía ningún cuento’ de David Navalón, el público estaba expectante por conocer de primera mano los libros ganadores de esta II Edición, cuya edición en papel fue presentada también en este acto por la editorial Palabras de Agua.
Primero fue el turno de la modalidad de cuento infantil-juvenil que recayó en la obra titulada “El cisne habita en ti” de la novel escritora gallega Miriam León Morandeira, dotado con un premio de mil doscientos euros. Un texto seleccionado por un jurado popular, compuesto mayoritariamente por personas de la comarca o con estrechos vínculos con la misma, entre más de quinientas obras participantes y que relata la historia de Marilia, una niña que llega nueva al colegio Pato Silvestre y que sufre el rechazo del resto de compañeras y compañeros por su característico color de pelo. Una obra con la que la autora, psicóloga y maestra de formación, quiere “mostrar nuestro verdadero ser y celebrar nuestras diferencias” como expresó la autora al recoger el premio. Un premio diseñado por el escultor conquense José Luis Martínez Gómez, conocido por la creación de emblemáticas piezas de escultura urbana en la ciudad de Cuenca y que fue entregado por Raquel Oliver, alcaldesa de Beamud y diputada provincial.
El momento culminante de la noche, fue cuando se presentó a Guillermo Pérez-Aranda Mejías, autor de la novela ‘Manuales de Ida y Vuelta’, ganadora del II Concurso Literario Internacional Fundación ‘Los Maestros’ en la modalidad de novela dotada con seis mil euros de premio. Una obra seleccionada por un jurado popular en el que han participado casi un centenar de personas de la comarca o con afinidad con la misma para seleccionar a través de distintas fases de lectura esta obra entre las más de quinientas novelas presentadas. El premio fue entregado por Yolanda Rozalén, coordinadora de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Guillermo Pérez-Aranda Mejías (Madrid, 1974) decidió tras una dilatada experiencia en el sector financiero dedicarse plenamente a la literatura, siendo este su sexta obra publicada, siendo su segunda novela, resultado de un proceso de escritura de más de tres años y medio que ha alternado con participación en tertulias literarias, crítica de cine o conferencias. En un emotivo discurso, Guillermo Pérez-Aranda quiso resaltar la importancia simbólica de que el acto de entrega de este concurso de novela se celebre en un pueblo de apenas trescientos habitantes, “siempre he sentido una afinidad muy especial con las localidades más pequeñas, fui criado por mis abuelos originarios de Cabra, un municipio cordobés al que siempre consideraré mi pueblo. En estos lugares, la verdad se muestra más clara”. También animó a los lectores a que lean su novela, pero también que la lean, canten, crean, comenten y la hagan suya”, en una obra que en sus propias palabras, esta obra es un manual “que quizá les ayude a trascender las limitaciones del tiempo y del espacio, y si no es así, al menos les haga pasar un buen rato”.
‘Manuales de Ida y Vuelta’ es la historia de Pablo y Carlota, pero también de otras intensas relaciones que trascienden el tiempo, el espacio o incluso la razón, asumiendo la responsabilidad que les llega desde tiempos inmemoriales. Esta es una obra con un armazón histórico, que recorre diferentes momentos históricos, desde la Guerra de la Independencia hasta la declaración de la pandemia, en una aventura que determina “no solo el futuro de la pareja y de su entorno, sino que afectará y modificará la historia del pensamiento global haciéndonos cuestionar nuestras más aceptadas realidades”.
Con una palabras fuera de programa de José Larios, secretario de la Fundación Los Maestros, recientemente incorporado al patronato de la misma quiso agradecer a José Miguel Rodríguez y a todo el equipo de la Fundación, su trabajo incansable por transmitir la pasión por esta tierra, que ha logrado que mucha gente como él y su familia se hayan sumado a este proyecto, aunque sus raíces familiares estén en otras tierras.
Al finalizar el acto, se celebró una cena con los participantes, parte del jurado y miembros de la Fundación en el Restaurante Serranía que sirvió como antesala a la fiesta final amenizada por el conjunto conquense Ni chicha ni limoná, que con la voz de Lara Iranzo al frente, que desgranó en la Sala de la Cultura de Tragacete un repertorio de versiones con la que demostraron porque se han convertido en un referente de la música provincial.