La escritora extremeña nos ha sorprendido con “Donde se queman los hombres” por la laboriosa y completa documentación que ha realizado de uno de los periodos más oscuros y tristes de la historia española del siglo XX y todo a partir de episodios que le contaron algunos familiares, principalmente sus abuelas, y amigos. Su objetivo era sumergir al lector en episodios cercanos y poco conocidos de esa reciente historia. En sus páginas, se revelan conflictos, tanto familiares como de relación, sin olvidar muchos sentimientos primarios como la culpa. Sobre todo, los que tienen uno de los protagonistas, Julián, por su condición de homosexual del bando franquista. En un principio, Carmen dudaba dónde ubicar su novela. “Pensé que en qué lugar mejor que Badajoz, una tierra olvidada y desconocida para muchos y que conozco a la perfección. Me lo planteé como una especie de homenaje a mi tierra. Allí ocurrieron matanzas como la de la plaza de toros o las del cementerio. Hay voces que no están de acuerdo. La realidad es objeto de múltiples lecturas y según se cuenten los hechos desde un bando u otro esa realidad puede cambiar. Por lo tanto, tuve que ir con pies de plomo. Lo que sí quiero dejar claro es que el punto de vista que utilizo es individual, aunque he intentado retratar lo más fielmente posible los dos puntos de vista”, cuenta la escritora durante nuestra conversación. “Mi abuela paterna, perteneció al bando ganador, y habla de la guerra como si fuera un juego, algo divertido. Lo trivializa un poco. Y luego, en la posguerra, las fiestas en el Casino... En contraste, mi otra abuela, que era costurera, perdió los locales que tenía y que eran su sustento. Últimamente estamos acostumbrados a que la Guerra Civil sea contada desde la perspectiva de los perdedores”, expone la autora que narra su historia a través de aquellos que salieron victoriosos. La escritora afirma que: “si eres violento, la guerra te da una excusa para sacar ese lado malvado y violento que los humanos podemos tener; ya sea por supervivencia o si luego, cuando pasa, te asaltan los remordimientos o no...” “En mi tierra, las heridas siguen muy abiertas. Por ejemplo, a la Puerta del Pilar la llaman la Brecha de la muerte. Muchos legionarios cayeron allí y este hecho está presente en la memoria colectiva sin haber recibido perdón”, señala Carmen. Bien es verdad que el comportamiento de las tropas rebeldes en Badajoz no fue nada ejemplar, sino más bien deshonroso. “Este suceso será crucial en la vida de los protagonistas. José Antonio Expósito vivió atormentado en Badajoz, no solo porque se siente culpable como legionario por haber masacrado a sus vecinos, sino también debido a los rumores sobre la homosexualidad de su hijo”, nos adelanta la autora. Gran parte de la novela, se desarrolla en la época de la postguerra, en los años 60 y 70. “Necesitaba crear un personaje que fuera reaccionario a todo. Este personaje debía ser una persona adelantada a su tiempo, que no tuviera interés en tomar las armas y que disfrutara de la lectura. Además, también debía ser homosexual. Fue así como los protagonistas fueron surgiendo mientras escuchaba historias de la mili y se adentraba en el conocimiento de hombres que habían estado en la legión. En la novela, el protagonista es aquel que ha sido asesinado. Es la investigación de ese asesinato. Tenía un fuerte deseo de tener un narrador testigo, incluso en los capítulos donde se habla del pasado y su hermano cuenta la historia, el protagonista sigue siendo el mismo”, apunta Carmen Clara. "Las guerras las conciben los dirigentes, pero las libran las personas. Pueden sacar lo peor de ti porque lo que impera en cada uno es el instinto de supervivencia"Para la autora, “las guerras las conciben los dirigentes, pero las libran las personas. Pueden sacar lo peor de ti porque lo que impera en cada uno es el instinto de supervivencia. Todo el mundo quiere sobrevivir. Eso sí, todos queremos ser buenas personas y de hecho nos lo creemos. El protagonista quiere enmendar lo que hizo mal en su día”. Pero ya será tarde. “En realidad, todos somos seres que no son ni buenos ni malos, sino más bien una combinación de ambos. Me atraen los matices grises de la personalidad, ya que reflejan nuestra verdadera naturaleza”, añade. El tema de la homosexualidad del hijo está muy presente en toda la novela. “Es una forma de denunciar la hipocresía del régimen franquista”, señala esta escritora apasionada por la historia, pero que estudió Literatura porque creía que en la Facultad la iban a enseñar a escribir. “He intentado plasmar cómo algunos del bando ganador creían que estaban haciendo todo por el bien de una España mejor... como don Eusebio, quien se siente orgulloso por la matanza de Badajoz y haber sido legionario. Redimir la culpa defendiéndose, intentando olvidar, buscando restaurar en lo posible el daño que han hecho, autoconvencerse de que lo han hecho bien, apartarlo, que no les hablen de ello... porque lo duro es descubrir que no eres bueno. Después de diez años, los personajes continúan con su vida durante la postguerra, pero algo ha cambiado en ellos”, elucubra la autora. La autora rompe ciertos estereotipos, recuerda que tuvo un alumno legionario y aprendió mucho sobre ese mundo. Aunque “actualmente se espera que las mujeres reinen, yo no soy reaccionaria, simplemente escribo lo que se me ocurre. De hecho, inicialmente se le ocurrieron personajes masculinos y luego me obligué a incluir personajes femeninos, recordándose a sí misma: ¡Hombre, ya está bien Carmen, tú eres mujer!”, dice. En su novela, Carmen encuentra especialmente interesante hablar sobre cómo el machismo afecta a las mujeres, pero también quiere abordar cómo afecta a los hombres. El machismo impide ser vulnerable o mostrar debilidad; impone expectativas y limita la libertad de ser homosexual. Carmen Clara Balmaseda no es una escritora que dé respuestas. Lo que sí hace es plantear preguntas y el lector deberá posicionarse. Aunque sí tiene una moraleja: “dejar atrás la hipocresía y el qué dirán. Me parece importante vivir la vida porque, al final, sumirse en una infelicidad absoluta es vivir la vida que quieren los demás, no la que uno quiere. Y solo tenemos una vida; todos llevamos máscara. Muchas veces preferimos ocultar una parte de nosotros antes que enfrentarnos a la verdad, enfrentarnos a nuestros familiares y tener miedo de decepcionar”, sostiene. “Donde se queman los hombres” es una crítica social, con algo de costumbrismo, que está llena de sentimientos como vergüenza, culpa, venganza, rabia, humillación, obediencia y miedo. La autora asevera tajante que “me gusta mucho ver cuáles son las pasiones que mueven al ser humano y las que interesan cuando estás leyendo”, concluye Carmen Clara Balmaseda. Carmen Clara Balmaseda (Badajoz, 1995) es graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura y trabaja como profesora de Lengua y Literatura. Actualmente cuenta con dos publicaciones: una participación en La materia cambiante: panorama de la joven narrativa extremeña, y una novela, La crisálida, obra que escribió con tan solo 18 años y que salió a la luz en 2021. A partir de entonces ha seguido escribiendo y ha participado en diversos eventos literarios, como la Feria del Libro de Badajoz, el Encuentro de Autores de Alicante o el festival Gata Negra de Moraleja, donde ha sido invitada en las dos ediciones como autora y moderadora de varias mesas redondas. Puedes comprar el libro en:
+ 0 comentarios
|
|
|