Novela, Thriller. Penguin Random House Grupo Editorial. Escrito en papel certificado por el Forest Stewardship Council procedente de fuentes responsables. 348 páginas de “un inquietante thriller” que te atrapará con su estremecimiento y el poder seductor de su telaraña con grandes dosis de suspense, pero también por la fuerza de su cotidianidad en forma de reflexiones y escenas que captan un espíritu de época. Distintas partes, como secuencias o capítulos, nos esperan en sus páginas. Una introducción bastante lírica precede la parte primera. Luego, “Primero. Un presente inesperado”, “Segundo. La importancia de llamarse Ernesto”, “Tercero. Dentro del laberinto”, “Cuarto. ¿Qué eres tú para él”, “Quinto. La desaparición”, “Sexto. With or without you”, “Séptimo. La importancia de llamarse (H)Elena”, “Octavo. Contigo” y un Epílogo. Una novela que te absorbe como un reloj de arena mientras la lees, que te engancha a su prosa precisa y a su trama inquietante desde el principio. Pocas veces tiene uno la ocasión de conocer y presentar a la autora y a su libro y luego escribir una opinión lectora. No voy a hacer spoiler. Esas emociones siempre se quedan dentro del lector, guardadas con delicadeza en su memoria literaria. Sí tengo que advertir que esta opinión lectora tiene algo de presentación reconvertida en reseña. Dejó dicho Edgar Allan Poe que “las palabras no tienen poder para impresionar la mente sin el exquisito horror de su realidad.” Si buscamos en la red encontraremos que lo que caracteriza a un thriller es la “alta tensión emocional y una trama llena de giros inesperados”. Cuando te invitan para dirigir la presentación de un libro y a un autor, lo que uno intenta es ser el mejor telonero posible que pone el foco en lo importante sin eclipsar en ningún momento lo que va a suceder después. Esa es su misión sagrada, la de extender la alfombra para que desfile la verdadera protagonista de la función: la obra que presenta y su autora. Una opinión lectora va más allá, busca ahondar en la esencia de la escritura y en el autor. Todo nos viene dado por la palabra, que es el comienzo de todo, el origen, pero también el camino. El poder de los nombres, en muchas ocasiones, determina la concepción que tenemos del mundo. Nomen est omen, decían los clásicos, frase atribuida al escritor romano de teatro Plauto, que puede traducirse como “el nombre es presagio o destino”. Los números también hablan a su manera. Así que empezaré por el principio, por el nombre completo de la autora que hoy tenemos aquí y su fecha de nacimiento. Clara Peñalver Jurado nació en Sevilla, el día 23 de abril de 1983, fecha en la que se celebra el día del libro, un día simbólico para la Unesco: “ya que ese día en 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega” (Datos que aunque no son exactos quedan bonitos). La autora se considera muy afortunada por celebrar su cumpleaños en el día del libro, quizá fue un presagio o una especie de bautismo. Es licenciada en Biología, escritora, asesora creativa, ha sido presentadora del programa sobre arte “La mitad invisible” de RTVE, y vive en Granada, ciudad de la que se declara febrilmente enamorada. En su Instagram además podemos leer que Clara es una artista, autora en Penguin Libros, dirección y producción de proyectos sonoros y editora en AudioOriginals. Ha escrito los siguientes títulos. Sangre, de los libros de la serie Ada Levy, la intrépida detective: “Cómo matar a una ninfa”, “El juego de los cementerios”, “La fractura del reloj de arena” y “La venganza de Ada”. También ha publicado la colección de títulos infantiles “Hoy estoy…”, y “”Los cuentos para educar con inteligencia emocional”. Otros títulos suyos son: “Las voces de Carol”, “Sublimación” y “La importancia de tu nombre”: el último de sus libros cuya sinopsis en la red o en la contraportada nos dice que es “Un inquietante thriller con una premisa brutal: la vida de una reconocida terapeuta estalla cuando se ve atrapada en el macabro juego psicológico de un desconocido”. La primera idea que hay que tener en cuenta para hablar de cualquier libro, pero más si es una novela, es no hacer espoiler, en la medida de lo posible y en función de la profundidad de análisis que se pretenda hacer de la obra. Así que tranquilos que no destriparé la trepidante historia que os espera a los lectores y lectoras que os animéis a leerla. Yo, como telonero agradecido por contar conmigo, quiero destacar su figura y su legado literario hasta la fecha, una trayectoria de escritora que promete seguir regalándonos títulos tan apasionantes como “La importancia de tu nombre”. Tenemos aquí, por tanto, a Clara Peñalver, una autora de éxito, pero sobre todo tenemos aquí a una escritora que disfruta del oficio y del propio acto de escribir, que lo antepone al ruido mediático del mercado editorial y su farándula. En una entrevista para Córdoba Tevé nos confiesa la propia autora: “Si hay algo que he sido capaz de mantener a lo largo de los años y espero que sea capaz de perdurar en el tiempo, es esa ilusión por contar cada historia, es escribir jugando, que cada nueva historia sea un reto personal, el mejor libro que soy capaz de escribir en cada momento para mí; luego ya se lo doy a los lectores, pero la primera barrera es la mía, disfrutarlo yo, sentirlo yo, saborearlo yo, porque si no, si pienso en lo que vendrá después no sería capaz. Yo escribo porque no se vivir de otra manera, entonces, si le doy demasiada importancia a la escritura también estropeo esa forma de vida… Intento comprender la escritura como esa chuchería que me acompaña a diario”. Podríamos añadir aquí aquello que decía Cortázar: “yo escribo para mí, que me lean muchos o algunos luego, es una venturosa fatalidad”. Así es Clara Peñalver, una escritora “gominola”, permitidme la expresión, por cómo nos mantiene adictos a la “azúcar” de sus historias y por cómo entiende su escritura que engancha con una prosa exquisita, adictiva, delicada y amena, con tramas trepidantes y giros inesperados que atrapan al lector y lo seducen con una maestría narradora que no defrauda. “La importancia de tu nombre” es una novela de entretenimiento, un thriller lleno de ingredientes, suspense y misterio, también nos ofrece un conjunto de opiniones sugerentes conforme vamos avanzando por su exposición, nudo y desenlace. Es capaz de dejarnos al mismo tiempo, como por un golpe de gracia cuántica, en trance meditando que ansiando pasar otra página para ver qué pasa en la siguiente escena, sin ninguna pausa. En las distintas partes del libro, como secuencias o capítulos, unos títulos orientan con su brújula. Una introducción bastante lírica precede la parte primera. Luego vienen: “Primero. Un presente inesperado”, ”Segundo. La importancia de llamarse Ernesto”, “Tercero. Dentro del laberinto”, “Cuarto. ¿Qué eres tú para él”, “Quinto. La desaparición”, “Sexto. With or without you”, “Séptimo. La importancia de llamarse (H)Elena”, “Octavo. Contigo” y un “Epílogo”. En una de sus solapas leemos: “La crítica ha dicho: <“Una historia trepidante” –La Vanguardia. “Una novela adictiva que necesitas leer hasta el final” –Librería Picasso y “Atención a Clara Peñalver: Es una escritora que ha venido para quedarse” –Fernando Marías >. Estamos, por tanto, ante una novela que te absorbe como un reloj de arena mientras la lees, que te engancha a su prosa precisa, que estás deseando acabarla nada más abrirla. Permitidme que os muestre, a modo de aperitivo gourmet, un par de párrafos que muestran el poderío narrador de la autora. Uno tan poético como el de la página 10 y otro más metaliterario como el de la página 170: 1º.- “Se miraron a los ojos un instante y ella pareció ruborizarse. Estaban el uno junto al otro, tan cerca tan cerca que el rico aroma a cítricos que desprendía la chica logró acallar el olor, casi el sabor, de la menta. Tan cerca tan cerca que creyó oír el suave aleteo de sus pestañas, el susurro de su aliento, el palpitar de su corazón. Tan cerca tan cerca que su mundo empezó a hacerse pequeño. Muy pequeño. Tan pequeño –ella, sólo ella, sus ojos, sus labios, su pelo, su cuello– y tan oscuro –ella, sólo ella, su lengua, sus senos, sus curvas, su sexo– que se vio obligado a apartarse, a alejarse de la tentación, a recordarse a sí mismo que el pozo de brea en el que descansaba la bestia debía permanecer en calma ante ella.” 2º.- “… ¿qué te parece si imprimimos más ritmo a la narración?... Teniendo esto último muy presente, procedo a cerrar el episodio en el que nos encontrábamos emulando a uno de los grandes de la literatura. Es lo que hacen los escritores ¿no? Identifican, replican y trasladan a su propio estilo los recursos de otros… Supongo que has leído a Paul Auster…” También encontrarás otros párrafos más científicos sobre la música y la neurociencia o de autoayuda, con los que va definiendo la psicología de los personajes, especialmente de la protagonista. Después de leer a la autora y conocerla, algunas preguntas recorren mi cabeza lectora: ¿Cuánto de la autora hay repartido por el libro y en sus personajes? ¿Hay algo de autoficción esparcido por el thriller? En “La importancia de tu nombre” encontrarás unos personajes bien trabajados, con una psicología poderosa, y una trama llena de realismo y veracidad que te hará creer que estás vi-viendo una película o presenciando una situación cotidiana. Su ritmo trepidante exige un poco de paciencia al principio. El final es apoteósico, lleno de giros inesperados, emoción y suspense a partes iguales. Después de leerla uno comprende mejor la importancia de llamarse Clara Peñalver. Y como dice Fernando Marías: “Atención a Clara Peñalver: es una escritora que ha venido para quedarse”. Y yo añado: para quedarse en nosotros después de leerla. Sin más dilaciones, si no la han leído, vayan corriendo a la librería que tengan más a mano y busquen uno de sus libros, por ejemplo, “La importancia de tu nombre”. Porque te esperan 348 páginas de “un inquietante thriller” que te atrapará el poder seductor de su telaraña estremecedora y por la fuerza de su cotidianidad en forma de reflexiones y escenas que captan un espíritu de época. Puedes comprar el libro en:
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