- Está muy bien esta yeguada de la Cartuja. -Ya lo creo. Me han dicho que, en su día, perteneció a Ruiz Mateos, el de “a que te pego, leche”, que se lo dijo muchas veces al hiperministro de Economía Miguel Boyer. - ¡Menudas expropiaciones hicieron! Se quedaron con todas las fincas del financiero, sus hoteles y Galerías Preciados que malvendió el gobierno. - Creo que por una peseta y luego el Cisneros de las narices dio un pelotazo mayor que el que ha dado Koldo. - Cien por cien, Orencio. - Y muy bonita la visita que hemos disfrutado por la yeguada, Lisandro. - Ya lo creo. En la yegüería nos enseñaron todas las instalaciones y nos dieron un desayuno campero los de Catering Hepburn de aúpa. Lo tomamos entre yeguas, algunas recién paridas que todavía estaban ensangrentadas por el reciente alumbramiento. - Sí, y luego estuvimos viendo sus laboratorios, algunos tendrían que tener un par de rombos, como en nuestra infancia. - Aquí, los caballos no pueden mantener relaciones sexuales con las yeguas. Es por protección de los animales, ya que, al trotar por el campo pueden tener infecciones. Así que les hacen eyacular en una yegua hinchable. Bueno, realmente es de madera y allí entran los caballos al trapo. - Otros lo tienen más difícil porque no les gustan ese tipo de relaciones y les ponen una vagina gigante. Algunos caballos son muy caprichosos y hay que mantenerlas a cierta temperatura. A unos les gustan más calientes y a otros más frías. Otros, necesitan oler a la hembra y también tienen sus gustos, los hay que las prefieren rubias y, otros morenas. - ¡Lo que faltaba! A ver si van a necesitar la revista “PlayHorse” para ponerse en situación. - No te diría yo que no. Hay que tener mala baba para no dejar que los pobres animales se den un gustillo. Y más con los nombres que tienen, que hasta los numeran como a nuestros reyes. Yo hice buenas migas con Rencoroso V, hijo de Ilustrado XX y Rencorosa II. El responsable de tanto trajín nos comentó que: “todo aquí se hace de manera tecnológica. Y por si no lo sabiaís esta yeguada pertenece al Ministerio de Hacienda". - No fastidies, hasta para mantener relaciones sexuales vamos a tener que pedir permiso a la ministra. - Bueno, parece ser que esas cosas tienen que tener el consentimiento del ministerio de Agricultura. - Lo que faltaba, que nos pusiesen un tractor en medio de la carretera para no dejar a l@s pobres animales darse una alegría al cuerpo. - “Todas las eyaculaciones son controladas. Se les pone una vagina gigante para que eyaculen allí, de lo que recogemos, lo ponemos en unas especies de pipeta que luego se congelan a 190 grados bajo cero para conservarlas durante cierto tiempo”, nos siguió contando ese responsable. - También llevan un control de las inseminaciones que allí se producen. Se anota la fecha en que se recoge la muestra y a las dos semanas se controla si han sido fecundadas. Si lo están, miel sobre hojuelas, si no es así, se repite tres veces, se hace un control a las yeguas para conocer la causa de por qué no ha funcionado. - Y todo eso, Orencio, ¿Qué tiene que ver con el libro de Gonzalo Giner? - Bueno, además de contar la historia de Saladino trata sobre… - Ah, el de la lámpara mágica. - Lisandro, no seas bruto ese era Aladino y no Saladino. Lo que te decía, además trata de cómo se insemina a las yeguas y algún protagonista se dedica a ello y va más allá de las normas éticas y, eso que el autor, está a favor de la clonación de animales y todo aquello que sea bueno para preservar razas de animales como el caballo español o sus congéneres del caballo cartujano. - Lo que sí entendí, fue que los caballos y yeguas que tienen allí participan en diferentes pruebas de doma por todo el mundo, siendo muy apreciados por diferentes países del mundo mundial. - A algunos se los llevan a Centroamérica, otros a Centroeuropa y unos cuantos a ciertos emiratos árabes. - Sí, como el que ha creado Gonzalo Giner para dar juego a su trama. - Pero, ¿te ha gustado o no la novela histórica-thriller-aventuras-misterio? - Claro que me ha gustado. Ha hecho posible lo imposible y además nos han dado de comer genial y no hemos pasado frío. Ni siquiera hemos pisado una boñiga de yegua. - Pues eso da mucha suerte. - Gonzalo no ha pisado ninguna y va a tener mucha suerte con el libro. - A lo mejor, le dan el Nobel o si tiene baraka, el Planeta. - Eso seguro al cien por cien. Puedes comprar el libro en:
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