¡ESPAÑA DE VID EN VID!

- Jo Vani, cada vez me gustan más los viajes culturales.

- No jodas, tía, ahora se llama cultura a darle al mollete. Menuda jeta tienes tú.

- Combino el turismo artístico con el gastronómico, el enoturismo, el festivo… todo sea por la desconexión relajada y el crecimiento personal.

- Sí, porque no te veo yo de mochilera ni haciendo agroturismo, que ya dejaste de cuidar gallinas y gochos hace tiempo. Te va más el turismo del vino que une arquitectura y paisaje. Siempre has tenido gusto por las cosas buenas de la vida. Disfrutona a rabiar, un suponer.

- Vani, no seas cazurra. Mochila solo de diseño y para fardar que una ya tiene una edad. Ahora me gustan las escapaditas cortas en las que descubres maravillas arquitectónicas, paisajes increíbles, gentes auténticas junto a buen comercio y buen bebercio. Es lo mejor. Dos en uno, y si tienes suerte, incluso tres en uno, si vas con Mister Proper. Pero eso no te lo voy a contar.

- Calla, canalla, que no te gustan las uvas y ahora ya conoces casi todo sobre la Vitis vinífera. ¡Quién te lo iba a decir, criatura!, aunque de chica ya te gustaba el porrón.

- Y que lo digas, tía, empinaba bien, pero ahora soy más sibarita. Me va la copa fina para disfrutar del color y meter la nariz haciéndome la interesante mientras meneo el líquido suavemente como enóloga especialista dando a entender que percibo los matices… sobre todo en boca.

- Más que enóloga eres catadora, tía. Menudo viaje te marcaste a la Ribeira Sacra, que conserva el nombre en su versión latina: zona entre ríos “Rivoira”, y es “Sacrata” por encontrarse aquí la mayor concentración de monasterios de estilo románico de toda Europa. Te pusiste el hasta el culo de godello. Aprendiste los justito.

- Para nada, ¡bonita! Espectacular el Monasterio de Santo Estevo del siglo X, que impresiona por su iglesia románica y sus tres claustros de diferentes estilos (románico, gótico y renacentista), además de por su increíble entorno natural. ¿Y el paseo por los Cañones del río Sil? Bello y placentero, disfrutando de un paisaje de empinadas paredes de piedra granítica erosionadas por el paso del río, con sus laderas plenas de vegetación y viñedos de acceso imposible; la heroica, la llaman porque allí no accede cualquiera a recolectar las uvas. Hay varios miradores que te regalan vistas increíbles, como el de Vilouxe, el de As Xariñas de Castro o los Balcones de Madrid… disfrutas del viaje por el río aunque te toque alguien de culo gordo al lado en el banco del catamarán, en dos palabras que diría el torero: ¡im presionante! La ciudad de Orense fue otro gran descubrimiento, pero no te cuento más, que para eso hay guías de viaje, tía.

- Pero cataste bien el vino…

- Un aprendizaje más. Cada una de nuestras zonas vinícolas tiene vides que se adaptan perfectamente al clima y a la orografía correspondiente. Aquí, se cultivan Godello, Albariño, Treixadura, Torrontés, Loreira y Dona, Branca, para la elaboración de vinos blancos y Mencía, Brancellao, Merenzao, tempranillo, sousón y caiño tinto, para los tintos. No tenía ni idea, bonita, pero sé muy bien cuál es mi preferido… en blanco. ¡Ahí lo dejo!

- Y luego dices que vas a ver bibliotecas. ¡Vaya morro, Puri!

- Tía, tienes que cultivarte más. Te voy a dejar otra perla. Cerca de Valladolid se encuentra la Villa de Rueda -Roda, de la época de los romanos, que significa, antiguos caminos carreteros-, que cuenta con el distintivo de Conjunto Monumental e Histórico Artístico de España. Es conocida en el mundo mundial por ser una de las zonas de vinos blancos más importante de España, la Denominación de Origen Rueda. Se han especializado en la elaboración de vino blanco y en la protección y desarrollo de su variedad autóctona: verdejo. Sus viñedos han aprendido a sobrevivir a la dureza de su entorno, clima continental con heladas crudas en invierno y calor seco en verano. Cuentan con variedades blancas, como verdejo, Sauvignon blanc y otras variedades autorizadas: viura, viognier, palomino fino y chardonnay. Las tintas son: tempranillo, garnacha, merlot, cobernet Sauvignon y syrah.

- Como te digo, tía, dale con el vino y el regusto en el paladar. ¡Bodega y a empinar!

- Joder, ¡te vuelves a equivocar! El pueblo tiene más túneles que el metro de Madrid, hasta vimos un desprendimiento recién ocurrido en uno de los laberintos…, pero te contaré sólo dos cosas por si te animas a perderte por allí y aprendas a mirar más lejos. Las bodegas Mocén de Rueda, aúnan el mundo del vino con el arte y la cultura. Están construidas sobre centenarias galerías, que se remontan a los siglos XV y XVI. Además, cuentan con una biblioteca muy especial y una pinacoteca con una buena colección de cuadros y esculturas. La idea fue del restaurador José Luis, y alberga 22.000 volúmenes, entre los que hay incunables y manuscritos; fue inaugurada nada menos que por Don Camilo José Cela, que dio cuenta de una buena pitanza y mejor bebencia, sin olvidar la siesta de pijama y orinal.

Y si te apetece conocer otra bodega y degustar una cocina especial, tienes la “Bodega Laberinto El hilo de Ariadna”, del grupo Yllera, en la que se une vino, arte, mitología, historia y cultura. Está conformada por cuevas a más de 20 metros de profundidad, algo más de un kilómetro. Se han rescatado una veintena de bodegas subterráneas de época mudéjar, creando un original e interesante recorrido. Y allí, en lo profundo, está la Gastrobodega Martín Berasategui, donde gastronomía y producto se respetan y se dan la mano; ya sabes, restaurante situado a 20 metros bajo tierra en una bodega del S. XV…

- ¡Qué agobio, tía! Aunque seguro que merece la pena darse un voltio.

- Gente castellana auténtica que te saluda por la calle y te enseña su iglesia. Para repetir, colega.

- Y también me dirás que a Peñafiel te fuiste a ver el castillo en forma de barco, Puri.

- ¡Penna Fidel, además! ¡Fuerte como los castellanos el Buque de Castilla!, que albergó al infante Don Juan Manuel, considerado el primer escritor peninsular; ciudad con enorme importancia estratégica en los siglos IX y X, aunque la fortaleza actual fue edificada en el S. XV, comenzó a construirse en el S. X.

- Pero no te quedaste todo el tiempo en el castillo, bonita.

- No solo de arte vive el hombre, Vani, y tampoco la mujer, y estamos en la Ribera del Duero; un terreno único igual al talento vinícola de su región. Se me caen las lagrimas cuando recuerdo Pago de Carraovejas, en cuyas bodegas se cultivan tres variedades de vid: Tinto Fino (Tempranillo), Cabernet Sauvignon y Merlot. Calidad excepcional. ¡Oda a la tierra dicen los de las Bodegas Emilio Moro! Y muchas más que podrás disfrutar con vinos y enoturismo en la Ribera del Duero.

- Mira tía, para ya que se acercan las Navidades y es época de mucha cata y te veo lanzada…

- Seguiremos en otro momento, porque tengo que hablarte de Laguardia, en la Rioja Alavesa, mayormente de su pórtico gótico de Santa María de los Reyes. Realizado en piedra, de finales del S. XIV, con una perfecta conservación de su policromía que data del S. XVII. La iglesia es una mezcla de estilos, lombardo (S. XII) en sus comienzos, gótico y renacentista. Sólo esta joya para abrir boca, y a consultar las guías de viaje, porque pasar aquí unos días es pura delicia.

- Y dirás que luego te fuiste a ver dólmenes…

- ¡Que hay un montón! La Chabola de la Hechicera, El alto de la Huesera, El Encinal… y para quitar dureza al granito, sólo una bodeguita que aúna tradición y modernismo y por dos años es considerado el segundo mejor viñedo del mundo en la lista World´s Best Vineyards: Herederos del Marqués de Riscal, “Amor y respeto por el vino desde 1858”. Un espacio de lujo absoluto su hotel diseñado por Frank O. Gehry, espectacular en su forma y silueta.

- ¿Y vides en esta región, tía?

- De lo mejor, pequeño saltamontes. Variedades blancas: viura, malvasía, garnacha blanca, tempranillo blanco, turruntés, chardonnay, Sauvignon blanc y verdejo. Variedades tintas: tempranillo, garnacha tinta, graciano, mazuelo y Maturana tinta. ¿Y dices que no aprendo nada? Tendría para cien hojas, sin exagerar, que estamos cerca de vascos y vascas. ¡Buena gente, joder! Para venir un mes entero.

- ¡Pues se acabó el turismo de sol y playa! De ahora en adelante, cultural, gastronómico, enoturismo… y ¡a triunfar! Y a quien no le guste el vino, que se joda.

- ¡Cien por cien, tía, cien por cien! ¡Y lo que nos queda por ver, criatura!

- ¡Ahí me has dao!