Esta es tu primera novela original, no nacida de una serie. ¿Has emprendido un camino de no retorno? ¡Espero que no! Voy a seguir escribiendo novela, pero el audiovisual es un medio que también me da muchas satisfacciones. Me gusta el proceso de escribir, participar en el casting, en el rodaje, en el montaje, trabajar colaborando con la compositora o compositor… Creo que los guionistas que también escribimos novela, disfrutamos de la narrativa de una serie o una película. Son amores distintos. En una serie, el primer capítulo es determinante (imagino que los programadores lo mirarán con lupa). ¿Ocurre igual en una novela? La primera línea, el primer capítulo… ¿Te llevaron mucho tiempo? Tienes razón. El primer episodio tiene que enganchar al espectador, y sucede lo mismo en una novela. Algo de lo que lees tiene que hacerte continuar, el estilo, el tema, la trama… Es verdad que las primeras páginas salen del tirón, pero después les das muchas vueltas y te plantean muchas preguntas. Acostumbrada a la imagen, ¿te serviste de algún ardid para imaginar a tus personajes? Hace poco, escuché a un escritor decir que los buscaba en ThisPersonDoesNotExist.com (Esta persona no existe). La construcción de personajes es algo que me fascina. A medida que avanzas, parece que se van creando a sí mismos, por raro que resulte. Cuando de verdad encuentras las características de ese personaje, el reto va saliendo casi solo. En cuando a ardides, escuchar, mirar, vivir, son mis fuentes para la creación. Y un mucho de oficio, claro. ¿Nos presentas a tus protagonistas? Carlota es una mujer que pese a un terrible pasado ha logrado mantener cierta capacidad de asombro. Posee una impulsividad y una inteligencia innata que la convierte en irresistible, pese a sus patadas al diccionario y su falta de cultura. Armando es un hombre atractivo y algo hermético que oculta bajo sus exquisitos modales y formación una gran herida que lleva dentro. Detesta la violencia tanto como ama el arte. Y Lula es una mujer absolutamente magnética, ese magnetismo que a veces posee el mal en estado puro. Por su agorafobia, no puede salir de su mansión, resultando un ser que lo tiene todo, pero carece de lo más importante, la libertad. Arte y ladrones, la pareja inseparable, ¿no? Al menos una pareja que funciona muy bien, aunque una de las partes preferiría prescindir de la otra. ¿En algún momento, mientras escribías, pensaste: “pena de serie, quedaría estupenda”? Pienso en “Vamos a adaptar esta novela a serie, que nos va a quedar estupenda”. ¿Cuáles son los ingredientes de una serie exitosa? ¿Has utilizado los mismos para la novela? El éxito, ya sabemos, depende de muchos elementos. En este mundo con tanta oferta de entretenimiento y cultura, el factor presupuesto, promoción, publicidad, incluso suerte, influyen en el resultado a largo plazo. Lo que es verdad es que, independientemente del éxito del producto o de la obra, hay unos mecanismos que los guionistas, en general, aplicamos a la novela. Que la acción progrese, que la trama sea potente, que los giros sorprendan… Son trucos del oficio que hacen buenas novelas. Solo hay que ver el éxito de Carmen Mola o Santiago Díaz. Algunos escritores adoran el trabajo de documentación, es decir, lo que ocurre y hacen antes de empezar a escribir. ¿Es tu caso? Me encanta, disfruto muchísimo buceando en internet, mandando preguntas aquí y allá, viajando para conocer detalles del tema que trato, leyendo, viendo todo lo que cae en mis manos acerca de lo que busco. Solo lamento que, normalmente, el tiempo juega en nuestra contra; siempre seguirías investigando. ¿Cuál fue el trance más duro en el proceso de escritura? Cuando te metes en algún callejón sin salida. O eso crees. Al final, hay luz al final del túnel. ¿En algún momento de flaqueza pensaste: “ojalá estuviera aquí Fulanito para ayudarme con este diálogo, con esta ambientación…”? Evidentemente el trabajo de novelista es más solitario que el de guionista, donde, en las primeras fases, trabajas en equipo y las ideas experimentan sinergias interesantes. Pero, por supuesto, consultar a colegas escritores siempre está en el radar. “¿Tú crees que este giro es demasiado complicado…?” ¿Quién fue tu primer lector? ¿Puedes compartir lo que te dijo? El primer lector de esta novela fue un gran novelista y guionista que me dio unos consejos valiosísimos que me ayudaron extraordinariamente. ¿Tienes ya nueva novela en la cabeza? Lo de crear historias es como un virus incurable. Siempre andas rumiando la siguiente trama, husmeando aquí y allá y dando vueltas a las ideas en tu cabeza. O sea, la respuesta es sí. Puedes comprar el libro en:
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