Henry James, quién pasó la mayor parte de su vida en tierras europeas, conoció al joven escultor Hendrik Christian Andersen (1899 - 1915) en Roma tras haberle comprado un pequeño busto de terracota. A partir de ese momento, ambos establecieron una relación que desafió las convenciones de la época. Andersen representaba para James la juventud que tanto anhelaba, mientras que James encarnaba para Andersen la figura gentil, benevolente y paternal que lo guiaría hacia la gloria y la fortuna. Lo que comenzó como una relación artística pronto se convirtió en algo mucho más profundo: un amor que Henry James, con su alma puritana, nunca se había permitido sentir antes.
A través de estas cartas, nos adentramos en el mundo secreto y apasionado del infame escritor de literatura contemporánea anglosajona que permaneció oculto durante gran parte de su vida.
Herny James (Nueva York, 1843 Londres, 1916) fue una figura clave en la transición del realismo al modernismo literario. A pesar de su crianza en Estados Unidos, James encontró su refugio en Europa, especialmente en Inglaterra, donde su casa británica, Lamb house, en el condado de Sussex, se convirtió en el epicentro de su creatividad. En sus obras destaca su habilidad para fusionar dos mundos aparentemente opuestos: el Viejo Mundo —artístico, seductor, decadente y corrupto— y la inocencia norteamericana —sincera, abierta e ignorante de la cultura y sociedad europea—. Uno de sus temas recurrentes en sus obras es el sentimiento de ser un estadounidense en Europa, un conflicto interior que enriquece sus narrativas.
Puedes comprar su libro en: