Entrevista a Porfirio Mamani Macedo: "La poesía peruana siempre irá abriendo puertas, con voces poéticas propias"

¿Cómo nació en ti el impulso de la poesía?

Fueron mis primeras lecturas, junto al río chili, y el contacto con la naturaleza, los que me hicieron adentrarme al mundo maravilloso de la poesía. Leer y reflexionar entre árboles y flores, y mirar la cruda realidad tan cerca, hicieron que la poesía se convirtiera en mi compañera de la vida.

¿Cómo fue el irse a radicar a otro país para desarrollar tu pluma?

Siempre fue un sueño, el de buscar otros espacios culturales, desde muy temprano. Las lecturas me abrían otros mundos existentes, y me infundían el gusto de encontrarme en esas realidades y sentirlas cerca. El primer paso fue Lima, doloroso y duro; luego Madrid, donde sufrí del hecho de ser extranjero en otra tierra, donde sentí el desprecio y rechazo por ser extranjero. Y finalmente París, que me dio mucho ánimo para seguir avanzando, a pesar de lo difícil que fue y es, por las barreras culturales, pero aquí estoy amando a París, que me acogió como a un hijo, por lo cual doy gracias a Dios.

¿Cuál es tu perspectiva de la poesía peruana actual?

La poesía peruana, una de las mejores del continente, siempre irá abriendo puertas, con voces poéticas propias, y ancladas en un sentimiento universal, seguirá manifestando y expresando el sentir humano.

Tu último poemario “Solo soy un hombre” ¿lo consideras contestatario?

Es un libro donde hay temas actuales sobre la vida del hombre y su existencia, con relación a nuestra tierra, a las interrelaciones entre los seres humanos, que no son nada fáciles.

¿Cómo fue el proceso creativo para ese libro?

Particularmente este libro ha tenido un proceso largo. Poemas que comienzo a escribir en 2009, como El oro negro, referido a la salvaje explotación petrolera contra el hábitat de la gente y la naturaleza. Este poema lleva uno de los hilos temáticos del libro. Más tarde escribo Solo soy un hombre, que expresa nuestra condición humana, luego Señor presidente, Conga no va, poema referido a la mala explotación minera. Así se fue formando y estructurando el libro hasta dar una unidad que expresa, lo que dije anteriormente, con relación a la existencia humana en la Madre Tierra.

¿Un poeta también puede inmiscuirse en política?

Indudablemente que puede. Somos un solo grupo humano sobre la tierra, y todo lo que sucede, lo bueno o lo malo, nos interrelaciona de alguna manera, a unos más que a otros. En
el siglo XXI la política ya no solo es, pertenecer a un partido, o a una corriente ideológica, sino también, y de mayor nivel, sino que expresa nuestra implicación en la preservación de la vida sobre la tierra. Muchos poetas comprometidos, como Neruda, Vallejo o el gran Miguel Hernández, tomaron parte, en su momento, en cambios políticos propiamente dichos. El
poder de la poesía, en la vida diaria, es muy importante para manifestar también nuestras inquietudes, existenciales o no, por el devenir del hombre sobre la tierra, como hoy que
presenciamos una Guerra contra Ucrania, pueblo al que le manifiesto mi solidaridad.

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