Esto, efectivamente, es un viaje. Por mar, por aire, por el escenario, las luces, la música, el movimiento, el sudor, la coordinación, las emociones, los sentimientos.
Desde el primer minuto con un holograma que interactúa con uno de los bailarines, quedas enganchado al mástil de este canto de sirenas. Lo vas viendo venir y, aun así, te sorprende, te apasiona, te encandila.
Es un camino de minas que hay que explorar, para llegar al país de los sentidos. Se les oye respirar, jadear, mirarse, apoyarse, compenetrarse.
Nada hay por casualidad, todo está medido, pero no resulta encorsetado sino fresco, pasional, intenso.
No entiendo algunas imágenes, pero como en Poeta en Nueva York, de Lorca, no importa, es tal la belleza que se está representando, tal el espíritu poético hecho danza, que siento las palabras amor, búsqueda, recreación, imán, dolor, etéreo, destino, tragedia, ritmo, plasticidad, humanidad, corazón, sentimiento.
Sí, hay que atarse con cuerdas para no subir al escenario y abrazar a este elenco extraordinario y magnífico de bailarines que con la música y la percusión de Eduard Iniesta, consiguen que se nos acelere el corazón, que respiremos su mismo aire de creatividad, que nos sintamos inexpugnables y fuertes, que vayamos asombrándonos con esas filigranas casi imposibles, con la fatalidad de la cercanía, y la fortuna de una luna llena que nos espera fuera.
No es una cuestión de entender o no la historia, o la danza en sí misma, es cuestión de dejarse llevar por ellos, de creer en esa Odissea que nos van contando con su expresión corporal, con su atracción de vaivén en la que vamos y venimos, en un espectáculo soberbio de calidad y arrebato.
El público, en Soria, ovacionó en pie este reto, este espectáculo en poesía, esta historia de océanos para sentirse vivos. Es un trayecto de llegada al corazón.
FICHA ARTÍSTICA
La coreógrafa Maria Rovira fundó Trànsit Dansa, compañía con más de 20 creaciones, en 1985. Ha coreografiado también para numerosas compañías internacionales, como el Ballet Hispánico de Nueva York, el Ballet Nacional de Cuba, el Ballet Nacional de Uruguay, el Ballet de la Ópera de Dessau o el American Danse Festival, entre muchos otros. En 2017 pone en marcha la Crea Dance Company con el estreno de Los Ballets de Maria Rovira en Cuba para el Festival Grec de Barcelona. Después ha presentado Carmina Burana, en colaboración con la Orquestra Simfónica del Vallés y coproducido por La Factoria Cultural de Terrassa, y el Réquiem de Mozart, que recibe el Premio Butaca como mejor espectáculo de danza, entre otros. Rovira es Premio Nacional de Danza 1998.
Dirección y coreografía: Maria Rovira
Bailarines: Nilufer Ackanbas, Ariadna Jordán, Marcel Quesada, Idolina Masses, Alejandro Miñoso, Julio León, Osmani Torres, Laia Vancells
Música original: Eduard Iniesta
Coproducción: Mercat de les Flors, Teatros del Canal, Madrid Cultura y Turismo / Con la colaboración Ayuntamiento de Mataró, Consell Comarcal del Maresme, Generalitat de Catalunya, Ramón LLull, Turismo y Cultura Comunidad de Madrid
Espacio: Odissea estará en Mérida el 5 de agosto y, posteriormente, volverá a Madrid para la próxima temporada.