¡HOLIDAYS!

- ¡Me voy de vacaciones, tías! ¡Me las piro!

- Menuda suerte tiene la Aitana, ¡sin currar y de holidays!, ¡si las tienes casi permanentes con ese contrato en prácticas, de diez horas semanales, en la Panadería “La Rosca”, que te consiguió la Vani!

- Joder, una que sabe buscarse los billetes a última hora, cuando ya están a punto de cerrar las aerolíneas y queda alguno descolgado. Todo en la vida hay que trabajárselo si quieres seguir subsistiendo con pocos euros sin pegar casi ni chapa.

- Pero habrás tenido que coger dos, por lo menos. No vas a dejar en tierra a ese novio tuyo tan rapaíto de abajo que tienes ahora, o ¿te vas sola?

- Vacaciones son vacaciones, mayormente para descansar de la familia y otros animales, como diría el pequeño de los Durrell; si yo me busco la vida, que él haga lo mismo; no soy su niñera ni su puta madre. Puede irse al chalet de Majadahonda de sus padres, que tienen hasta piscina, los troncos.

- ¡Cuánto sabe esta niña! Se va sola o con las colegas, un suponer.

- Ay Puri, ¡cómo han cambiado las cosas! Antes íbamos toda la familia junta y revuelta a la playa con la sombrilla y la cesta de la merienda. Salíamos de Madrid en el buga bien apretaditos como sardinas en lata, sin cinturón, con los bártulos imprescindibles y las fiambreras con la comida para el camino. Se alquilaba un apartamentito y a mojar el culo en el mar aunque resbalara, porque los de interior siempre han nadado poco…

- Si Vani, afortunados los que podían pagarse las vacaciones, porque la mayoría de las familias regresaban a sus pueblos de origen. Siempre quedan raíces y la casa de la abuela, que hace un apaño cojonudo en periodo estival y Semana Santa, aunque el resto del año huyas de lo bucólico que abunda en las pequeñas aldeas de las que todos quisieron escapar. Y a fardar con el bolso y el vestidito de los domingos para que viera la concurrencia que las del tío Candiles han prosperado en los madriles. ¡Qué tiempos aquellos!

- Y que lo digas, tía. Ahora vacaciones con encanto en la Patagonia o un crucerito por las Islas Caimán sin saber el precio que van a pagar a la vuelta. Y no me refiero a los plazos del viaje, que muchos lo ponen a dos años y les da un parrús antes de saldar la deuda. Me refiero a la cantidad de separaciones matrimoniales que acontecen después de permanecer un mes juntos parejas que solo salían a cenar durante el invierno.

- Es lo malo que tiene la cohabitación prolongada. ¡Cuántos matrimonios conviven sin apenas conocerse! Cada uno trabajando por su lado y no mirándose a la jeta ni en el desayuno. Llegan las vacaciones y en un mes juntos descubren que no saben quién es el otro y a la merde, a la shit, a la merda, a la dritt…, es decir, a la mierda la relación de treinta años haya o no vástagos.

- ¡Qué me dices! ¡Es lo mismo que pasa cuando se jubilan los gerentes de The Irish Court. Han tenido a sus señoras arregladitas, sin faltarles un detalle ni un adorno -las que no trabajaban fuera de sus hogares, un suponer- y cuando ya no les queda más que pasar la vejez juntos, van y no se soportan. ¡Criaturas!

- ¡Ay Vani! Habría que prohibir las holidays por Decreto Ley de más de tres días seguidos para que las familias se mantengan unidas y permanezca en equilibrio la sociedad. ¿Qué será de nosotros si se propaga la fiebre de la separación también en matrimonios adultos? En 2022 hubo 81.302 separaciones y, si contamos también los casos de nulidad matrimonial, serían en total 84.551 !Y cayeron un 6,7% tras el aumento provocado por la pandemia! ¡Vamos hacia la hecatombe sin ser conscientes de ello!

- Este año, en el primer trimestre, han bajado un 10%, pero han sido condicionados por la huelga de los letrados. ¡Qué pasará cuando vuelvan al pleno rendimiento sus señorías y llegue septiembre! No lo quiero ni imaginar. Eso sin pensar en la propia identidad con la que nos han hecho un lío…

- ¡Blanco y en botella! Yo pienso que tiene mucho que ver con los 37 géneros y las 10 orientaciones sexuales que contaba Patricia Malagón en Mediterráneo Digital y que España ya reconoce. Ya no existen sólo dos géneros, ahora somos personas intergénero, transgénero, transexuales … Ya no hay que elegir entre heterosexual, homosexual o bisexual. Ahora puedes ser pansexual, demisexual o queer, entre otras muchas opciones. Las eleciones son múltiples.

- Y cuando te echas un novio, ¿cómo sabes de qué pata cojea, Puri?

- Pues cada vez te toca la lotería sin haber comprado un puto boleto. Dentro de los que se cambian de sexo, existen varias categorías: transgénero, hombre trans, persona trans, mujer trans, female to male, male to female, transfemenino, transmasculino, transexual, mujer transexual, hombre transexual y persona transexual.

- Pero entonces, los que se cambian de sexo ¿son hombres o son mujeres?

- ¡Vaya usted a saber! Algunos sólo son transexuales porque no se sienten ni hombres ni mujeres. Luego se puede ser andrógino, neutrosis, personas de sexo no ajustado y berdache, los que se visten con ropa asociada al sexo opuesto.

- Me dejas loca Puri, ahora sí te digo que la sociedad está al borde del precipicio…

- Para mear y no echar gota, porque me falta varias identidades por nombrar, como los no-binario, agénero, bigénero, género fluido, pangénero, poligénero o intergénero. Es más fácil ser queer y acabas antes, que significa “quienes no son heterosexuales o de género binario”.

- Está claro, se acaba la familia tradicional, los pocos casados se separan y los solteros no saben con quién arrejuntarse. Vamos a dejar que se vayan de vacaciones y que sea lo que Dios quiera. Tú y yo nos vamos de cenita con las colegas y prohibido hablar de política ni sacar a Franco a pasear.

- Y ni mentar a Pedro Antonio, porque éste vuelve a resucitar antes que el Caudillo.

- Y menos mal que no somos independentistas, porque si no, tendríamos que hablar sólo de La Princesa del Pueblo.

- ¡Cien por cien, Vani! ¡Cien por cien!