El recientemente fallecido Antonio Gálvez Ronceros es uno de los grandes cuentistas de la literatura peruana actual. Su universo lingüístico recrea el mundo rural que rodeaba Chincha, al sur de Lima; por un lado el costeño, el del campesino mestizo, y por otro el de los llamados allá afrodescendientes. De este primer grupo es perfecta muestra Los ermitaños, su paso inicial en el mundo de las letras, colección de cuentos publicada en 1962 e inédita en España hasta hoy, llena de un humorismo patético que resulta conmovedor al punto que admirable.
En cuanto a Perro con poeta en la taberna (2018), es su primera novela breve, considerada por la crítica hispanoamericana como una obra maestra y también inédita hasta esta edición en España. Se trata, como su desconcertante título sugiere, de una fábula donde se desmenuza con un contagioso sarcasmo la vanidad que envuelve al mundo literario; no solo el peruano, sino a cuantos en el planeta existen. Agudo y esperpéntico daguerrotipo que no cesa de arrancar carcajadas en el lector.
Antonio Gálvez Ronceros nació en El Carmen (provincia de Chincha, en la costa sur de Lima), en octubre de 1932 y murió, en Lima, el 20 de junio de 2023. Apenas contaba tres meses, cuando su familia se trasladó a la ciudad de Chincha Alta, donde había de criarse y educarse en el colegio José Pardo. Durante aquellos años, descubrió el mundo que impregnará toda su cuentística: el del cholo costeño y el del campesino negro.
Cuando concluyó la secundaria, continuó sus estudios superiores en las universidades limeñas de La Cantuta y San Marcos. Luego, desempeñaría la docencia durante décadas, comenzando como maestro para terminar de profesor universitario, e incluso, llegar a ser galardonado con la distinción de Emérito por la Universidad de San Marcos. A su vez, ha sido colaborador habitual de los diarios El Peruano y La República; en cuanto a su tarea de gran cuentista, emerge en 1962 con Los ermitaños (recogidos en la presente edición), proseguidos con alguna demora por Monólogos desde las Tinieblas (1975); no obstante, ambas colecciones de cuentos lo confirmaron como uno de los indiscutibles en el relato corto de la Generación del 50.
El resto de su obra de creación lo completan La casa apartada (2016), una nueva reunión de cuentos, y su último gran titulo: la novela breve que aquí ofrecemos Perro con poeta en la taberna (2018), una insólita pieza que lo asentó como gran narrador en toda Hispanoamérica.
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