Que el alto nivel académico no es de ninguna manera óbice para cubrir más de un centenar de páginas con el más detonado humor, controlar con medida prosa el desenfreno de personajes y situaciones explosivas y al mismo tiempo inyectarle al desprevenido lector un intenso cosquilleo de alarma, es algo que la pericia discursiva de la Dra. en Letras Clásicas Jimena Schere sabe manejar muy bien.
Más que bien: en primera o tercera persona del singular, narra con una precisión que mucho tiene de escalofriante las peripecias de “gente que se convierte en otra cosa”: desde el párvulo de escuela primaria que mientras amenaza con tarascones a sus aterrados compañeritos de la salita verde se va convirtiendo en muñecote de madera, y luego en una suerte de escuerzo humanoide que da en tragarse a todos los que se ponen a su alcance (Larva, págs. 7 a 23), hasta esa epifanía de la angustia metastásica e incendiaria presente en el breve cuento Los amigos que cierra el volumen, hay un lucimiento del manejo del lenguaje que, tal como los monstruitos que pululan inquietos y desdichados por Transfiguraciones, a su vez se metamorfosea según cada caso específico, eligiendo recursos, sintaxis, palabras clave para raptarnos hacia un universo trastornado.
Y para colmo de bienes Schere se las arregla para lograr lo que parece imposible con propuestas tan “descabelladas”. Porque mucho del efecto aterrador y reidero que ella logra instalar en el ánimo del que lee, se basa en que -en repetidos momentos de esas diégesis alucinantes- lo que sucede en el cuento nos parece… ¡verosímil!
Sencillamente lo aceptamos, una vez introducidos de un tirón en las historias de Jimena Schere: sí, todo lo que le sucede a Francisca en la pieza que da título al libro bien puede estar sucediendo en el edificio de al lado, ¿por qué no? Y el estremecimiento que nos invade cuando nos recuperamos un poco de la narcosis generada por la Dra. en Letras Clásicas estriba justamente en que debemos reconocer que admitimos por un momento esa posibilidad. Que por unos minutos nos parecieron las actitudes de Francisca tan naturales como… ir a hacerle cosquillas a la feroz Quimera antes de que llegue el hosco Belerofonte montado en Pegaso a hacerle algún tipo de daño.
Por supuesto que el momento de lucidez y autorreproche dura muy poquito, poque ahí en la página siguiente comienza otro cuento de Jimena Schere y no podemos resistir la tentación, aunque prometa contener una amenaza peor que aquella que ya dejamos atrás.
La literatura hipnótica tiene esas cosas, habrá que admitirlo de una buena vez.
Uno de los mejores libros de todos los que leí en lo que va del año y ya pasó más de la mitad.
La autora
María Jimena Schere es licenciada y profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA), doctora en Letras Clásicas (UBA), especialista en Lectura,
Escritura y Educación por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), docente universitaria en la UBA y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
En lo referente a títulos de ficción, ha publicado un libro de parodias: Una antología de la literatura argentina (Groussac, 2000; Paradiso 2018) y la novela Gorgona (Paradiso, 2016). Entre sus publicaciones académicas, se cuentan traducciones de la obra de Sófocles (Colihue, 2008), el libro El par cómico: un estudio de la persuasión cómica en la comedia temprana de Aristófanes (Santiago Arcos – Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2018), la compilación junto a Karina Savio de La enseñanza de la lectura y la escritura en la universidad. Dificultades, propuestas y desafíos (UNAJ, 2023) y numerosos artículos de investigación en libros colectivos y revistas especializadas de la Argentina y el extranjero.
NOTAS
(1) Paradiso Ediciones, ISBN 978-987-4170-83-5, 112 pp., Buenos Aires, 2023.
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