Con su séptima novela, titulada "Dragones de papel", Rafa Melero Rojo nos sorprende una vez más. Esta obra es la continuación de una saga en la que nos sumergimos en un nuevo caso junto al enigmático sargento Xavi Masip. En esta ocasión, dos Mossos d'Esquadra con historias personales complejas se embarcan en la búsqueda de un asesino en serie que opera entre Barcelona y Cadaqués. Las claves para resolver este misterio son las siguientes: un dragón de origami, un negocio sexual online y un asesino oculto entre las páginas de internet. En la entrevista, nos desvela algunas de las claves de su nueva novela.

El dragón de origami simboliza la lucha y la fuerza, pero en otros lugares se le considera un símbolo de fortuna. ¿Cómo surge la idea de que esta figura acompañe a los cadáveres?

En este caso de algo tan simple como que a mis hijos les encantan los dragones y a mí siempre me han atraído los origamis. He hecho algunos dragones de papel mientras escribía la novela y tienen su dificultad. Eso unido a que Barcelona es una ciudad muy relacionada con ellos, me dio todas las piezas para construir esa parte de la ficción.

Para Rafa Melero ¿cuál es la alegoría del dragón?

El dragón representa la mitología, la fuerza y también el fuego, que a su vez simboliza la purificación, el renacer, las cenizas y la llama. La figura del dragón es muy potente a nivel literario.

El sargento Xavi Masip le acompaña desde hace años, ¿cuánto hay del autor en este personaje? ¿sus compañeros se reconocen en sus novelas?

Yo creo que todos los personajes tienen algo del autor. Es muy difícil que no nos reconozcamos en algunos rasgos de aquello que creamos. También tengo que decir que intento alejarme de Masip lo que puedo. Pero, si me hago eco de unas palabras que le dedicó al personaje el comisario de los Mossos d’Esquadra Josep Maria Estela en una presentación, en los investigadores de mis novelas se puede ver y reconocer los rasgos de muchos agentes que están trabajando en las diferentes unidades del Cuerpo de Mossos. Eso sí, salvando la distancia de que lo que yo escribo es ficción.

La novela negra avanza con fuerza desde hace años, ¿acabará ocupando el lugar que le corresponde en la literatura española o seguirá siendo segundona?

Sinceramente, creo que la novela negra está ya por méritos propios en un lugar más que aceptable y muy por encima de lo que opinan algunos. No hay otro género que explique mejor que la novela negra como vive una sociedad en un tiempo determinado y eso en sí ya es un valor que suma mucho. Se escribe novela negra de muchísima calidad, ahí tenemos a Carlos Zanón, a Victor del Arbol, a Rosa Ribas o a Lorenzo Silva por nombrar a algunos.

¿Los autores de este género que le han influido?… ¿En qué fuentes bebe?

No sabría decirle porque mis preferencias lectoras se hallan en la novela fantástica, pero los que he nombrado en la pregunta anterior estarían en esa lista. Mis fuentes, y en eso tengo mucha suerte, son el día a día de mi trabajo. No se imagina lo que le pasa a la gente cada día en una ciudad más o menos grande.

Se escriben cientos de thrillers, novelas muy negras y macabras… A un profesional investigador de homicidios como usted ¿le resulta fácil detectar las hazañas increíbles, las mentiras que soporta el papel?

Las detecto, claro, pero es de admirar al escritor que sin conocer desde dentro el mundo criminal consigue que la trama y esos pequeños errores de procedimiento no hagan que la novela se venga abajo. Siempre he creído que, si escribes bien, a los lectores le es igual si técnicamente no son capaces de detectar esos errores.

"Hay que adaptar las tramas y los personajes a nuestra realidad"

¿Cuáles son los ingredientes imprescindibles que tiene que tener una novela de estas características para que sea creíble y verosímil?

Lo primordial es documentarse bien, tener unos buenos personajes y saber crear buenas tramas con sus atmosferas. Hay que adaptar las tramas y los personajes a nuestra realidad. Hay novelas que basan sus tramas policiales en lo que han leído o han visto en las series o las películas americanas. Por poner un ejemplo, los policías no trabajamos con asesores por muy bien que quede en la trama. A partir de ahí, mi reconocimiento al compañero o compañera que utiliza ese recurso y le funciona. Y entrando en algún detalle concreto, jamás se le dispara a un candado para abrirlo. ¡Las balas rebotan!

¿Su proceso creativo parte de hechos reales?

Siempre, pero todos mis casos y personajes son de ficción.

El ser humano si no evoluciona es que hay algo que no va bien

Cuando se trabaja en un caso complicado, ¿se puede mantener la distancia? ¿Se deja alguna vez de perseguir al asesino?

Es muy difícil mantener la distancia. Mucho. Sobre todo, si te implicas. Eso intento transmitir en mis novelas y por eso mis personajes llevan mucho peso en la mochila. Pero, por otro lado, eso no quiere decir que acaben en la barra de un bar bebiendo solos (otro tópico americano). En otros tiempos puede que eso se hiciera, pero hoy en día no. Yo hacía mucho deporte y eso me servía para airear la mente. Se deja de perseguir al asesino cuando está condenado y en prisión.

¿A quién le sube más la adrenalina, al policía que persigue o al asesino que se escapa?

Bueno, por fortuna no he tenido que saber lo que siente el asesino cuando escapa, pero el que persigue tiene la adrenalina que le da la experiencia. Cuando vas sumando años de trabajo, casos y víctimas, tus pulsaciones cada vez suben menos. Y eso no quiere decir que te acostumbres, que eso sería catastrófico, pero las cosas se ven mejor y con más claridad con los años.

¿Hay un caso para cada investigador que se precie? Eso de que este caso le va como guante a la mano a fulanito…

En cada investigador influye además de su experiencia profesional y su pericia, sus circunstancias personales. Yo con veinti tantos años, soltero y con dedicación exclusiva me podía meter en cualquier caso a fondo, ahora, casado y con hijos tengo unas limitaciones que me exigirían unos sacrificios personales que ya no podría soportar, así que como ve, todo influye y supongo que también unas etapas profesionales que vas quemando.

¿La edad y la madurez avanzan a la par? ¿Evolucionan a la misma velocidad? ¿Lo hacen así sus personajes?

Sí, sin duda. El ser humano si no evoluciona es que hay algo que no va bien, así que creo, y eso es lo que más leo en las reseñas y comentarios de los lectores, que mis personajes (y el autor) han evolucionado con los años y eso lo veo como una forma muy positiva de que voy bien. Creo que siempre es bueno avanzar.

Un buen policía, al investigar un asesinato ¿ha de establecer una conexión especial con las víctimas? ¿Todos los cadáveres nos cuentan una historia?

Eso precisamente, esa conexión, viene bien reflejada en “Dragones de papel”, los policías que hemos investigado homicidios acabamos conociendo los más profundos secretos de una persona, a veces cosas que no conoce la propia familia y que te guardas en el baúl. Los cadáveres cuentan muchas cosas, pero la historia se refleja en un conjunto de análisis, además del cuerpo. Hay que analizar el escenario del crimen, la vida laboral y familiar, sus relaciones, sus hobbies y un largo etcétera. Es normal para quien no está acostumbrado a ver cadáveres que sea eso lo que más le llame la atención, pero los que sí hemos visto muchos nos fijamos en otras cosas que pueden aportar más a resolver el caso.

¿Cada caso es especial? ¿Por qué?

Sí, sin duda. Porque cada caso tiene una víctima que merece la máxima entrega por parte de quienes tienen que llevar ante la justicia al autor. Cada víctima es una persona que tiene una historia, una familia y unas circunstancias personales únicas, y merece que se le dedique todo nuestro esfuerzo, porque esa historia se ha visto cortada de raíz por la mano de alguien. Hay que darles respuesta a las víctimas, pero aún más a sus familias, que son en definitiva los que los lloran.

¿Seguiremos disfrutando con las investigaciones de Xavi Masip, de Cristina Espejel…?

Me gusta alejarme de mis personajes para crear otros nuevos. Creo que es bueno para ellos y para los lectores porque puedes correr el riesgo de repetirte. Por lo tanto, sí, dentro de un tiempo.

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